Conocerte fue un disparo al corazón
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Capitulo 16
"Ojalá, amor, cada vez que te mires las manos sientas que te faltan las mías"
^^^Mario Benedetti ^^^
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La Sargento Davis, era una mujer con una reputación de acero, conocida por su habilidad para infiltrarse en las redes más peligrosas y desmantelarlas desde adentro. Traía consigo un código rojo, una emergencia que sacudió a todos en el comando.
Samantha observaba con atención mientras la sargento Davis explicaba la situación.
- Una de mis mejores agentes encubiertas ha desaparecido durante una operación, y todas las señales indican que está en peligro inminente. Así que hoy acudo a SWAT para que me ayuden a localizar y rescatar a mi agente.
Mientras hablaba, Davis no pudo evitar fijar sus ojos en Fernando. Había algo en él que la impresionaba, y aunque se obligaba a mantenerse enfocada en la misión, sus miradas hacia el sargento Barrit eran evidentes. Fernando, por su parte, mantenía su compostura, aunque parecía notar las atenciones de la sargento.
La misión comenzó de inmediato, con todo el equipo desplegado para encontrar a la oficial desaparecida. Mientras trabajaban en el comando base, Samantha no pudo evitar notar cómo, en los momentos de calma, sargento Davis se acercaba a Fernando con una sonrisa que no dejaba dudas sobre sus intenciones. Un comentario aquí, una mirada allá, cada gesto coqueteando con la línea entre lo profesional y lo personal.
Samantha sintió una mezcla de emociones que la tomaron por sorpresa. No sabía exactamente que significaban, pero no podía negar que la incomodidad y una punzada de celos estaban presentes. No era solo que otra mujer mostrará interés en Fernando; era algo más profundo, algo que la obligó a confrontar lo que había estado tratando de ignorar durante los últimos meses.
Se dio cuenta de que ver a Fernando a través de los ojos de otra persona le hacía comprender cuan importantes se habían vuelto sus intenciones con él. Y aunque intentaba mantener la calma y el enfoque en la misión, cada vez que Davis se acercaba a Fernando, Samantha sentía como una corriente de emociones la atravesaba, dejándola con más preguntas que respuestas.
El equipo iba en camino, en la camioneta, rumbo a la locación. Hablaban de lo incómodos que se habían sentido con la Sargento Davis.
- Equipo, basta ya con ese tema, seamos profesionales, tenemos que salvar una vida, terminemos con el trabajo como siempre. Cómo entrenamos.
Llegaron al lugar donde tenían a la agente, el equipo bajo de la camioneta.
- Smith, Storn y Spencer busquen a la agente y cúbranla, Jordan y Harrinsom conmigo - ordenó Fernando, mientras todos avanzaban armados.
- Entendido jefe - dijeron al unisono.
Fernando se acercó a Samantha y le dijo
- Mantente a salvo Jordan.
Ella solo asintió. Estaba lista para la acción.
Entraron en el edificio, al entrar en una habitación estaban un par de delincuentes. Entró en equipo de Jessica, James y Bruces, y capturaron al par de delincuentes.
- David 26, sospechosos en custodia. - dijo James por la radio.
Mientras el resto del equipo tenían fuego cruzado con los delincuentes, uno trato de escapar por las escaleras, pero Samantha corrió tras de él, y salto por el pasamanos, cayó encima del delincuente, tuvieron una pelea de cuerpo a cuerpo, Pero como Samantha era cinta negra en Taekwondo, el delincuente no la tuvo tan fácil.
Sin embargo, todo había salido bien, los delincuentes estaban bajo custodia y la agente rescatada.
- Estuviste asombrosa Jordan - le dijo Cristian
- Gracias, para eso entrenamos - dijo limpiándose la sangre del labio. Había recibido un par de golpes, Pero nada grave.
Fernando miraba con admiración y preocupación a Samantha, quería acercarse y abrazarla, cuidarla. Pero no podía.
En medio de la celebración y la euforia, la sargento Mía David, con una sonrisa de triunfo, se acercó a Fernando. Su mirada lo decía todo: admiración, interés y algo más que solo lo profesional.
- Que buen trabajo Sargento, quiero agradecerle invitandolo a cenar - le dijo con una sonrisa coqueta y un un tono suave, esa propuesta llevaba consigo una clara intención. - Soy una mujer directa, y me gustan las cosas claras, y tú me gustas Sargento.
Samantha observó la escena desde unos metros de distancia. Al ver cómo Mía se inclinaba ligeramente hacia Fernando, rozando su brazo mientras le hablaba, sintió que una ola de emociones la invadía. Celos, frustración. Una mezcla que no podía controlar. Antes de que pudiera ver la respuesta de Fernando, se dio la vuelta y salió del área rápidamente.
Entró en los vestidores, sintiendo que necesitaba aire, espacio, algo que la ayudará a procesar lo que estaba sintiendo. Se cambió de ropa movimientos mecánicos, intentando disimular su malestar.
- ¿Qué dicen si vamos por un trago? - dijo Jessica.
- ¡Si¡Vamos - dijo Cristian - ¿Qué dices Jordan, vamos?
- Lo siento chicos, pero hoy fue algo difícil, quiero descansar. - les dijo Samantha.
Se despidió de sus compañeros, anunciando que se verían nuevamente en tres días. Su voz sonó firme, Pero había una tensión latente que no pasó desapercibida para algunos.
Mientras Samantha caminaba hacia la salida, Fernando, que había rechazado amablemente la invitación de Mia, intentó alcanzarla. Sin embargo, cuando llegó al exterior, ya era demasiado tarde. Samantha ya estaba en su motocicleta, y antes de que él pudiera llamarla, la vio alejarse a toda velocidad, dejando solo el ruido del motor en el aire.
Fernando se quedó allí, con una mezcla de preocupación y frustración. Algo en él sabía que esa reacción de Samantha significaba más de lo que ella estaba dispuesta a admitir, y no podía evitar preguntarse que estará pasando por su mente.