SÉPTIMO libro de la serie ENTREGANDO MI CORAZON.
Soy hija de unos padres que viven de las apariencias y el egoísmo. Lo único bueno en mi vida es mi hermanita y lo único que busco es extender mis alas recortadas y volar. Conocí al primer amor de mi vida y a los pocos días lloro su partida. No creí que el mundo daría vueltas y me daría una enorme sorpresa. Ahora tendré un hijo y gané un enemigo tan caliente que me enloquece. No sé si lo quiero ahorcar o besar... o ambos.
Soy un cínico, ocultando todo mi tembloroso ser detrás de un muro de prejuicios y unas espinas de desconfianza. Eso es lo primero que aprendí en un mundo donde nadie da la cara por los más indefensos. Hasta que tuve una pequeña familia y una vez más la vida se encargó de arrebatármelos uno por uno. Ahora solo me queda mi ahijado y pelearé por él. No importa lo bella, exquisita y perfecta que sea mi oponente, no perderé mi corazón... o ¿ya lo perdí?
La historia de Lucy y Andy.
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ANDY (CAP. 19)
Mucho gusto, sra. Lamento mi abrupta entrada. Soy Andy Thomson, huerfano de 12 años. Acabo de llegar a un hogar de acogida, que es la casa de al frente. Salí de la casa y vi a la niña correr a esta casa, muy preocupa. La seguí y la vi en el suelo junto al niño que asumo es su hijo, por sus ojos verdes; aunque los de ud son bonitos. Pensé que la estaba lastimando y cuando los separé, él me habló de manera prepotente y pensé que era porque quería seguir lastimando a la niña. Entonces, tuve que darle un puñete en el estomago para que se tranquilice un poco. Luego, fui hacia la niña y ahí me percaté de mi error y prejuicios. Ella estaba terminando de comer una galleta, la cual asumo era el trofeo de la pelea.
Por lo general soy callado y cuando no, me exijo mostrarme super inteligente. De esa manera compenso la falta de respaldo que tengo. Puede ser que sea acomplejado, pero que niño no lo sería si siempre debe enfrentarse a otro niño con sus padres detrás.
Veo que la sra estira su mano y procedo a cerrar los ojos. Cuando siento que acaricia mi cabeza y acomoda mi cabello, abro despacio los ojos. Veo los suyos tan brillantes y siento una opresión en el pecho.
^ Niño bueno. Ya conoces la casa, así que ven todos los días y te vas solo para dormir, como Claire.
Yo solo asiento.
-* Sabes que te equivocaste y tanta palabrería, pero no escucho lo más importante.
Dice el niño.
- ¿y eso sería?
Digo y frunce el ceño.
-* No eres tan inteligente como piensas que eres, si no sabes que tienes que disculparte.
Arrugo más la frente, pero tiene razón. Suelto un suspiro sonoro y me giro directamente a él.
- Lo siento. Soy Andy.
Estiro la mano. El la mira, me mira, vuelve a mirar mi mano y se ríe mientras la toma y la sacude.
-* No seas tan estirado, amigo. Soy Josh y ella es Claire.
Por primera vez tengo amigos y dos adultos que estimo.
Con el paso de los años, cumplimos 17 años y experimentamos con las salidas. Yo siempre le pregunto a Claire si la trataron bien. Cuando me pregunta por qué estoy tan pendiente, le digo que es porque la amo. Ella solo sacude su cabeza y me deja sin respuesta. Josh me dice que es porque ambos tenemos citas con varias chicas, que si la amará no saldría con otra. Me lo dice como si fuera conocimiento general.
Una tarde estoy contándole lo sucedido a mi otra amiga, la sra Martha, mamá de Josh.
- Sra. Martha. Josh y yo solo tonteamos. Cuando sea adulto y pueda darle una vida sin carencias, me casaré con ella.
Ella suelta una pequeña risa y arrugo la frente. Ella lo ve y más se ríe.
^ Dydy. Nadie meterá sentido común en esa dura cabeza tuya. La única que te hará ver ese error es la chica de la cual te enamores. ¿Quieres que sea sincera?
Asiento.
^ Has pasado por mucho, desde niño. Fuiste abandonado por todos y cuando llegaste te topaste con personas que estarán siempre para ti. Entonces nos amas, así como todos te amamos. El detalle es que ese no es el único tipo de amor que existe. Hay muchísimos. Mi opinión personal es que la quieres como una hermana y obviamente por eso nadie es suficiente para ella. Yo sé que lo que te digo entrará por un oído y saldrá por otro, ya que estás "convencido" que la amas. Espero poder estar ahí cuando llegue la verdadera dueña de tu corazón y verte tropezar una y otra vez delante de ella. Dale tiempo al tiempo.
