El amor no necesita ser perfecto, solo debe ser verdadero.
NovelToon tiene autorización de Paulina chavez para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Reunión.
Mientras Ivar seguía en camino a toda velocidad mensajeaba con sus hombres para que estuviera alertas a las afueras del departamento y del cementerio donde descansaba su primer esposa.
Él estaba muy ansioso por que el camino era largo y quería tener a ese hombre cerca y hacerle saber que con el no se juega y si lo intentan nadie vive para contarlo.
Y después de su largo viaje por fin había llegado a la empresa de ese imbécil, se bajó, ajusto su saco y entró de la misma manera que en días pasados sembrando terror, subió el ascensor.
Al subir al último piso de inmediato fue a la oficina de Nathan y sin decir palabra cuando entró simplemente lo quito del escritorio y el se sentó, sintiéndose amo y señor del lugar.
— puedes irte, que yo hablaré primero con él— Nathan asintio y salió de su propia oficina sintiéndose pisoteado por ese hombre.
Así que decidió ir por un café tomando toda la situación a la ligera, situación que él había creado sin saber.
Nil y Bastian estaban por llegar cuando recibieron una alerta de la presencia de los hombres de Ivar, ambos asintieron porque ya sabían que esto pasaría.
Así que Bastian dio la orden que estuvieran atentos, pero camuflados para sí llegase a necesitar su participación no supieran de donde les llegaría el ataque.
Tomaron sus armas y las resguardaron en la cinturilla de su pantalón, al estacionar la camioneta de inmediato bajaron, Bastian les hizo señas a sus hombres, ajustaron sus sacos y entraron bajo la mirada de aquellos hombres.
Caminaron por el pasillo hasta subir al ascensor, y después de subir cada piso, por fin las puertas habían abierto, y lo primero que vieron fue más hombres resguardando el lugar.
Bastian solo negó, pues aunque el panorama mostraba que eran ellos contra solo dos, pero en realidad los hombres de Bastian estaban adentro de la empresa cuidando sus pasos y a la espera de la acción.
Tocaron y sin esperar respuesta abrieron la puerta, encontrándose con Ivar, entraron hasta sentarse en las sillas frente a ese hombre desesperado.
— te dije Nil, esa rata es muy hábil.
— claro, pero toda rata es capturada y torturada— Ivar solo los veía mientras ellos hablaban como si no hubiera nadie en la oficina.
— a mí no me importa de quien carajos hablan, yo vine a exigirte qué regreses a mi hija— Bastian levantó su ceja por lo que decía— tú la tienes, si ya la usaste ahora regresala, ella tien...— y antes de que pudiera terminar su frase, Bastian se levantó y lo pesco del cuello.
— es mejor que guarde silencio y escuche atentamente viejo decrépito, pues no lo volveré a repetir, Mabel no está sola, me tiene a mí y sabe, a mí me enfurece que quieran intentar dañar a mi esposa— Ivar al escucharlo se sorprendió.
— ¡qué!, eso es imposible, esa estúpida no puede haberse casado.
Bastian lo aventó e Ivar cayó en la silla intentando recuperar un poco el aliento mientras que Bastian rodeo la mesa y lo volvió a agarrar por el cuello ejerciendo más presión— esta jugando con fuego y créame que saldrá muy quemado,
Sacó su arma y se la puso en la sien— suéltame imbécil, y el único que se quemara son ustedes.
Bastian chistó ante las palabras de Ivar mientras movía su cabeza en negación— ¿seguro?, porque yo no lo creo.
— ¡Delek!, ¡Delek! — Ivar gritaba a unos de sus hombres para qué lo salvará, y el hombre al escucharlo no dudo en acudir a su ayuda, pero al abrir la puerta Bastian le disparo en las piernas.
— Nil sientes ese aroma— él solo asintió mientras que Bastian hacia la simulación de olfatearlo— hueles a miedo y a muerte, pero espera que este juego recién comienza.
Lo sentó en la silla y Nil de inmediato lo ato al igual que al hombre caído, salieron de la oficina bajo la mirada de sus hombres que tenían sometido a los de Ivar, vio a uno de sus hombres quien con la mirada le hizo señas de aquel pasillo.
Camino a paso firme por ese pasillo y al final de este se encontró con un Nathan resguardado como las ratas en las tuberías.
— hola, querido socio, jamás me imaginé que te asustaban los juegos de los hombres— Nathan solo lo veía sin decir palabra— pero bueno, caras vemos, miedos no sabemos, aunque causarte miedo me encanta— se acercaba cada vez más mientras Nathan se agazapaba cada vez más en aquel rincón– tú y yo tenemos cuentas pendientes y creo que será innecesario de decírtelo, porque tú sabes a qué me refiero.
— no, no se a que te refieres, yo no he hecho nada.
— fastidia ver a un hombre ser tan cobarde, — Bastian apuntó hacia una mesa cerca de Nathan y disparó — tranquilo que solo es diversión— se acercó a él, se puso de cuclillas y lo agarro de la camisa— no intentes huir, porque vendré por ti.
Lo sacudió varias veces hasta estamparlo en la pared, golpe que lo hizo perder la conciencia, se incorporó y salió de aquel lugar, abordo el ascensor y bajaron.
Salieron del edificio y antes de subir a la camioneta, aquellos hombres comenzaron a correr dirigiéndose al interior de la empresa, sonrieron viendo la gran ineptitud andando.
Y solo se fueron de regreso a la casa donde una esposa soñolienta recién despertaba, giro para abrazar a su esposo, pero la sorpresa de no tocarlo la hizo despertar.
Se levantó y vio ese pequeño papel sobre el buro, lo tomo y lo leyó.
................... .................... .......
...Salí a una reunión muy importante...
...No tardó...
...Te amo, B. K...
................. .............. .......
Suspiró, se levantó y se dirigió al baño donde se duchó con calma, al salir se cambió, arreglo y salió a recorrer la inmensa casa.
Y después del breve recorrido fue a la cocina y preparo algo de comer para los tres, estaba por terminar cuando escucho la camioneta, quito su delantal y fue a la puerta principal, abrió los vio bajar.
Bastian caminó hacia ella y la abrazo con fuerza, y antes de que pudiera formular una palabra, Bastian la cargo y la llevo escaleras arriba.
Entraron a su habitación, y donde su atmósfera ardía por tanta pasión entre ambos, y ninguno de los dos estaría dispuesto a salir de esa habitación hasta haber saciado sus ganas.