Alguien Te Mira

                  Maddi

Sentí el resplandor del sol quema en mi piel. Me moví perezosa en la cama gire hasta sentarme

-Ahhh.. Me queje mi cuerpo dolía.

-¡Oh! ¿Que pasó? Frote mis ojos

-¿Qué paso anoche? Estire mi mano dándole movilidad a mi cuerpo adolorido.

-¿Que hora es?

-¡Dios!

Me sentí avergonzada al mirar el... Apreté mis labios, me sentía nerviosa y avergonzada. Me levanté a cerrar las cortinas.

-¡Aoh!

Volví a quejarme. Estaba vestida, todo está normal, pero si me dolía parecía habia tenido un maratón.

No dejaba de tocar mi cara sintiéndome avergonzada.

-¿Fue un sueño?

Recogí el vibrador y lo lance de nuevo sobre la cama.

Camine con cuidado, no me preocupe por colocarme una chola.

Todo estaba normal, la mesa pegada a la pared la laptop abierta las puertas cerradas.

Me sentí molesta fue mi fantasía. Ignore todo, hoy mi día no se iría pensando en si fue o no fue, si fue, fui una irresponsable, pero lo disfrute.

Me preparé de desayunar tenía mucha hambre.

Me preparé un poco de ensalada con casabe.

¿Qué tiempo tengo sin? Pensando bien caí en cuenta que tenía bastante tiempo de castidad. Hace bastante que no estaba con Anthony, antes de que me dejara.

Mi deseo habia disminuido sus caricias las sentía tosca, no provocaba ese deseo del principio, pero es que su trato no era ya el mismo. Esa manera posesiva de quererlo controlar todo creí que me amaba porque me cuidaba.

No me cuidaba, solo me controlaba. Él se enamoró de esta Maddi, pero luego por sus celos me hizo cambiar se lo permití y ahora estoy volviendo a ser yo...

Termine de comer tenía mucho que hacer en mi día libre, coloque música a todo volumen fui al cuarto limpie, recogí las sábanas busque mi ropa sucia la lance en el centro de mi habitación. Fui a echarme un baño, lave mi cabello dure bastante rato en el baño.

Recordé ese abdomen firme esos brazos musculoso lo que no ví solo sentí, pero tenía la duda si fue real, no tenía miedo, sentía deseo. Agradecía que mis fantasías solo fueran mías por qué era una pervertida.

Fruncí el ceño a recordar a Diego, cuando le conté ¡Maldito hipócrita! igual le gustaba yo disfrutaba ser mirada y a él mirar.

-¿No te gusta que te miren? Que alguien más se caliente por ti, solo de verte que provoque placeres solo con mirarte, me dijo mirándome a los ojos. Sus ojos eran de un verde brilloso su cara estaba roja.

Recordé las palabras de Diego, de ese día en el estacionamiento del periódico.

-¡Imbécil!

Que era tan importante para dejarme lanzada sin ninguna explicación. Tampoco esperaba que me llevará a terminar lo que había iniciado, pero tampoco dejarme así. Ni el extraño se atrevió a tanto, si es que pasó.

No debo volver a tomar hasta dudé de que esa bebida tuvieran algo más, no parecía yo. No es que me sienta arrepentida de algo, pero que mis recuerdos son borroso y dudar de lo que pasó o no pasó era agobiante.

Finalicé mi baño, me coloqué un short y un adaptador recogí mi ropa, era día de lavar, no tenía quién lo hiciera por mí.

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                 Diego

Mire a Damián dando vueltas en la calle aún llovía cuando regrese a casa. Necesitaba hablar con Maddi, la seguí, pero se me fue imposible acercarme Anthony, la tenía vigilada, se aseguraba que no me acercara. Mi mamá estaba de por medio. Me tenía en jaque, tenía que conseguir la forma de resolverlo.

-Jefe no sea imprudente, déjeme a mí.

Mire a Damián, agarrarme del brazo evitando que saliera, su mirada se fijó dónde estaba la mía en su mano agarrandome. Me soltó rápidamente.

-Déjeme resolverlo.

-Necesito hablar con Maddi.

-Yo la traeré, Anthony no se acercará por aquí. Ella es la que debe venir con algo de ayuda para que no sea vista.

Dude por un momento.

-Jefe no puede arriesgarse, él tiene a su mamá recuerde.

Lance el vaso al piso.

-Quiero que me tenga informado de todo.

Se giró para irse y lo tomé de la mano

-¿Has comprendido?

-Como ordene...

Prendí la televisión, pero mi atención no estaba para nada puesta en lo que miraba. Fui a la habitación de Maddi, y me acosté en su cama, no sé en que momento me quedé dormido. Hasta que sentí el teléfono en la madrugada, no paraba de sonar.

-¿Qué pasa?

-La señorita Maddi, a dejado sus puertas abierta.

-¿Sabe que iré?

-No se si comprendió algo de lo que le dije, estaba como fuera de sí.

-Debe venir, no puedo acercarme sin ser visto, solo usted puede hacerlo por las otras casa...

Colgué la llamada y salí rápido, ¿como se le ocurrió dejar su puerta abierta? Me esperaba o seguía con sus fantasías fuera de control. Le daría el susto de su vida, para que dejara de ser tan irresponsable.

No tenía que recurrir a esa estupidez para sentirse bonita o deseada ¡Era perfecta!

Le indiqué a Damián, que se mantuviera al pendiente hasta que llegara...

Ingrese por las casas vecinas de atrás. A la casa principal, al lado, de la de Maddi, eran mías. Tenían pasadizo secreto a la casa principal y a la que ahora era de Maddi, cuando estuve adentro llame a Damián para informarle.

Mire desde la casa del lado si la había mirado un par de veces. Solo quería asegurarme que estuviera bien cuando luego de su separación con Anthony, la vi tan desesperada me preocupe, quise asegurarme que estaría bien, pero la miré tocarse como queriendo ser vista. Siempre preferí irme. ¿Qué demonio pretendía? Y si fuera alguien que quisiera mirarla y hasta algo más. ¿Por qué era tan irresponsable?...

Damián, me saco de mis pensamientos sobre lo que pasó anoche...

-Jefe yo me encargo, pero vaya a bañarse que se ve fatal y duerma algo que lo necesita. Anoche debió hablar con ella.Quéue fue hacer si no le explico nada?

Damián me desvío la mirada entendiendo su imprudencia.

-Yo me encargo, ya se cómo ingresar desde la casa vecina.