La Noble Señorita Se Divorcia

-Marqués, que hace aquí?

-Vine a ver cómo estás, Susan...

-Lady...

-Que?

-O señorita, pero no tiene el derecho de llamar por su nombre a mi hermana, además no sé dónde está, ella solo un día mando una carta y se fue, fue por tu culpa, así que vete, ya no vuelvas más.

-Seguiré viniendo, se que sabes dónde está.

-No lo sé y si lo supiera sabe que jamás lo diría.

-Necesito verla

-Para qué? ¿Sigues con esa mujer? Jamás fuiste capaz de darle su lugar a mi hermana, ella que se merece todo, tú jamás estuviste a su altura, sé que te casarás, será con ella, o quien es la víctima? Vete tú eres el hombre en que jamás me convertiría.

-Tú no sabes nada.

-Si lo sé, sé que si Susan fuera hombre ella habría sido un gran Barón, sé que ella se sacrificó por mí, por eso cada vez falta menos para hacer que ella vuelva a casa.

-Sacrifico? tu sabías ?

-Siempre lo supe, crees que si mi padre estuviera vivo te habría dado su mano, tus padres se aprovecharon de la ruina de mi familia para comprarte una esposa, ella acepto para darme un futuro, una oportunidad, me alegro de que no se enamorara de ti.

El joven sale del despacho donde el marqués estaba, él ha buscado a Susan estos años, su amiga Ester se negó a decirle donde estaba, su hermano también se negó a decirle donde estaba ella.

El motivo para el marqués era buscarla para pedirle perdón y que regresará, para él, Susan no podría sola y quería ayudarla, ahora él tiene que casarse de nuevo, durante estos tres años, él no la ha olvidado, pero tampoco pudo dejar a esa mujer, por lástima o por culpa, ella está ahí en la finca, cuando sus padres se enteraron cortaron comunicación con él, si bien su padre ya no puede retirarle el título lo ha repudiado, el ahora está solo.

Aquella mujer todo este tiempo ha intentado un embarazo, pero no lo ha logrado, primero pensó que fue por el té, luego pensó que el del problema era el marqués, así que solo intento embarazarse de su amante sin éxito, después de muchos intentos fue con un médico en secreto, él le confirmo que por el té abortivo que tomo y que muy difícilmente puede concebir, ella estaba furiosa, eso la ha trastornado mucho más, sobre todo ahora que John ha decidido casarse una vez más.

La nueva novia es alguien en las mismas condiciones que Susan, pero a diferencia de ella, está mujer no tiene la misma valentía que ella, es sumisa y muy ingenua, su padre es un barón, completamente la ruina, la han vendido para pagar deudas de juego, ella lo sabe y lo acepto, su deber es dar a luz a los hijos del marqués, sabe de su amante, pero no dirá nada, para ella el marqués es alguien cruel y violento, todo el puerto supo que golpeaba a Susan, solo fue una vez, pero la gente jamás lo creyó, la mayoría que conoció a Susan se pusieron de su lado y John fue dejado de lado en los eventos sociales.

-Mi señor, estoy lista.

-Sí, vamos.

Ella subió al carruaje solo fue la ceremonia en el templo fue privada, solo el padre de ella, sin invitados, sin recepción, John solo tiene a sus socios de algunos negocios, pero ellos solo se limitan a los negocios, su comportamiento no es bien visto.

La joven solo va camino al marquesado a una vida incierta, una vida con un hombre que no la ama, que ella tampoco ama, su noche de bodas la pasan en una posada ella solo cierra los ojos y contiene sus lágrimas, si bien él no fue brusco ella tiene miedo de que él la golpee, no siente nada al estar con él, solo dolor por ser la primera vez.

John no sabe cómo tratarla, ella solo se queda quieta sin decir nada, cuando hablan solo le contesta con un si o un no, sabe que no se aman, aun así no cree llegar a amarla, están condenados a una vida sin amor.

Una noche muy diferente en una cabaña en el norte, donde Susan entra y todo está decorado, sabe que Eliana fue la que lo hizo.

-Eliana se esforzó mucho

-Si, ahora señora, oficialmente eres mi esposa, soy feliz aquí empieza nuestra nueva vida

Aren la abraza y la carga, ella pone sus piernas alrededor de la cintura de Aren, quien la besa y poco a poco, ella también retira su saco y cada botón de su camisa.

Aren nunca ha estado con una mujer, pero recibió asesoría detallada de Eliana, cosa que él no entiende muy bien, pues hasta dónde sabe solo paso una noche con el joven duque.

Aun así, él hará todo lo que le dijo.

Para ambos es su mejor noche, una que jamás olvidará y como ambos se imaginaron, cada parte de sus cuerpos son compatibles en un frenesí difícil de explicar.

Susan ha decidido no cuidarse pues para la sociedad ella ya es mayor aunque solo tenga 21 años, con los días pasando ella se acostumbra a ser una mujer casada, entre huéspedes y eventos pasaban sus días, su hermano le contó de la boda del marqués, pero que no sabía si había sido con esa mujer, ella solo espera que el algún día sea feliz, a pesar de todo no le desea el mal, su pecado es ser muy estúpido.

Pero las cosas para él no van bien, su esposa sabe hacer el trabajo, pero ambos son dos extraños, le dio el sello y ella solo se limita a realizar lo que le corresponde, no hizo cambios en la mansión como cuando Susan llego y tampoco le interesa hacer vida social, solo lo mínimo, ella sabe que si la invitan a fiestas es solo por curiosidad.

Con el tiempo se dio cuenta de que la que sobraba era ella, quería irse, pero en su vientre crecía el hijo del marqués, es imposible un divorcio, su primera esposa fue muy inteligente y quisiera ser igual de valiente que ella.

Lo peor es que aquella mujer sigue ahí.

-Porque está aquí? Dios dame fuerzas para soportar esta vida, mi hijo será mi fortaleza.

Aquella mujer no permitirá que ellos sean felices, John se sorprende al verla llegar corriendo y que le dé un beso, fue en eso cuando su esposa se asomó por la ventana lo buscaba para decirle que está embarazada.

-Que haces aquí, vete.

-Amor vine al pueblo y decidí visitarte hace mucho que no te veo.

-Ya no me verás, lo nuestro ha terminado desde hace mucho.

-Jamás te has resistido a estar en mi cama, acaso ella es la culpable..

-No te metas con ella, es mi esposa y la voy a respetar.

John no ha estado con ella desde que decidió casarse, solo no puede dejarla a su suerte, pero eso le saldrá muy caro, más de lo que espera.