Katy West Miller es rechazada por toda su familia, siendo la mala de la historia, cuando su hermana y su familia esconden sus trapos sucios dentro del gran imperio West MIller, ¡Hasta que un hombre llega a su salvacion a recuperar todo lo que se le fue arrebatado!
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CAPITULO 17
Mi cuerpo dolía.
Queria abrir mis ojos, pero se negaban a hacerlo… ¿Por qué?
Queria ver a Marcus. Escuchaba su voz a lo lejos; aunque no entendía lo que decían sabia que estaba aquí; conmigo y eso solo significaba que estaba en este mundo…
Con el a mi lado.
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—Su cerebro esta bien señor West. La conmoción se ha reducido en un 70% de su totalidad. Los golpes de su rostro y de su cuerpo también están en buena recuperación.
—¿Pero cuando despertara? Han pasado cinco días y mi hija no despierta.
¿Ese era mi papa?
—Hay que dejarla señor West. En estos casos siempre se pide paciencia. Su hija esta recuperándose muy bien. Ella sola abrirá los ojos.
—¿Pero como voy a dejarla que ella sola lo haga? ¡Hagan algo!
—Señor le repito; es lo mas viable porque esta respondiendo muy bien y su cerebro no muestra lesiones a largo plazo por lo que no puedo dar mas medicamento cuando ya no lo necesita. Si ella requiere seguir descansando lo hará por lo que le pido que sea paciente.
Una voz masculina; que yo conocía muy bien acompaño a papa. Marcus.
—Oliver tienes que escuchar al medico. Katy despertare en cuanto su cuerpo este listo. Sabes bien que el golpe que sufrió fue algo fuerte. Tienes que dejarla descansar.
—Lo se Marcus, ¡Joder! ¡Lastimaron a mi hija! ¡Necesito que despierto! No tolero verla así.
—Lo se perfectamente; pero no te preocupes que ya esta el caso bajo investigación. Sea quien sea pagara como debe ser… Pero ella estará bien Oliver. Es fuerte y despertara pronto; solo ten paciencia por favor.
—Es que… no puedo verla así, su rostro dañado, tan tranquila… No puedo.
—Puedes hacerlo. Lo has hecho días atrás y aquí estamos. No dudes de tu hija Oliver, es una mujer muy fuerte.
—Lo se. Es la mujer mas fuerte e independiente que conozco.
Papa, Marcus… No se vayan; por favor.
Queria abrir mis ojos porque ya no sentía tanto dolor, pero la oscuridad seguía ganando. ¿Por qué no me dejabas verlos? ¿Por qué me arrastras hacia la oscuridad? ¿Por qué?
Intentaba hacerlo, luche por ello… pero el cansancio me venció y me deje llevar por la oscuridad en la que llevaba viviendo en este tiempo…
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Mi cuerpo estaba reaccionando. Por fin pude abrir mis ojos, observando un techo blanco con una lámpara de luz que estaba apagada. Parpadee una, dos, tres veces hasta que sentía que al menos mis sentidos estuvieran funcionando.
¡Dios tenia tanta sed! Mi boca estaba seca y sentía qué mis labios se abrirían en cualquier momento. Voltee mi cabeza hacia el lado derecho, poco a poco, pero me detuve a medio camino porque esta misma punzó cuando quise girar mas pero después me permití girarla y reconocer mejor el entorno en el que me encontraba.
Estaba en el hospital por que de inmediato el pitido de las maquinas que tenia conectadas en mi se hicieron presentes mas aparte el olor a medicina estaba en todo el cuarto. El mismo que estaba de color blanco en casi su totalidad me dio el indicio de que era de día, por lo que podía ver todo con claridad. La habitación era grande, demasiado, para ser un cuarto de hospital, pero estaba cómoda.
Regrese mi vista hasta el techo y fue cuando me di cuenta de dos cosas: La primera era que tenia un tubo en mi nariz que estaba incomodando para respirar y la segunda era que en mi mano izquierda una calidez y un pequeño peso sobre esta.
De nuevo gire pero hacia el lado donde tenia la calidez y fue ahí cuando vi una silueta masculina con la cabeza acostada sobre mi cama y la grande mano aferrándose a la mía. La mano que estaba sobre lamia ejercía una pequeña fuerza, mínima, sin ganas de soltarse pero sabiendo ya hasta ahora que esa mano y que la persona que estaba dormido a mi lado era Marcus.
Su pelo bien peinado no estaba y estaba observando que el mismo estaba fuera de lugar. Su respiración era lenta pero profunda, sabiendo que el, aunque al principio no entendiera lo que comentaba, sabia que habia estado aquí siempre.
Moví mi mano izquierda, esperando a que al menos respondiera pero se aferraba a la mía lo suficiente para no dejarme moverla. Mi pulgar estaba libre por lo que fue el único elemento de mi mano que podía mover y eso hice. Comencé a rozar mi pulgar sobre su mano varias veces. No fue hasta después de unos segundos que se levanto de inmediato y por fin pude verlo por completo.
—¿Katy? — Parecía estar confuso en cuanto me vio, pero le basto muy poco el tiempo porque se acerco y con la mas fina delicadeza se acerco y me tomo entre sus brazos.
Por fin lo volvía a asentir. Lo tenia cerca nuevamente y no se habia ido.
—¡Por dios nena! ¿Estas bien? ¿Te duele algo? ¿Qué necesitas? — Marcus enumero muchas preguntas de las cuales no me dejo responder porque reacciono y pulso un botón rojo que estaba en mi cama. — No te preocupes, ya viene el doctor a revisarte. Por favor no te muevas.
A los segundos la puerta del cuarto se abrió. Marcus me soltó y se hizo solo a un lado porque la persona que parecía ser mi doctor estaba entrando al cuarto. Se poso a lado de mi, con dos enfermeras a su lado y ofreciéndome una sonrisa agradable.
—Veo que por fin aterrizo en tierra señorita West—asenti porque aun me sentía fuera de lugar. Soñaba que esto fuera solo un producto de mi imaginación y tenia la sensación de que en cualquier momento regresaría a la oscuridad . — Me presento. Soy el doctor Oscar Grace. — Asenti solo porque mi garganta estaba muy seca y si hablaba me ardería como nunca—Y seré quien le hará la revisión para saber como es que esta reaccionado a la contusión, ¿Esta bien? — de nuevo asenti. A mi lado sentía la mirada preocupante de Marcus, lo cual hacia que también me preocupara de mi propio estado de salud. — Perfecto en este caso revisaremos sus signos y todo el chequeo general y después le haremos una serie de preguntas rápidamente, ¿Esta bien?
Deje que el doctor me revisara de pies a cabeza. Mis signos vitales estaban estables y mi cuerpo parecía que también, solo que cuando me reviso la cabeza sentí una ligera punzada en la misma y en la parte de mi nuca. Debió de ver mi mueca porque de inmediato le hizo anotar a una de las enfermeras en su tabla que cargaba con ella. Me pregunto sobre mi, si recordaba a Marcus y si también recordaba lo que me habia pasado; a lo que, con mi voz rasposa, hable cuanto pude hasta que finalmente deje de hablar pero de inmediato Marcus me acerco un vaso con agua y un popote de aluminio. No dude mas y trague el agua sintiendo al instante como me refrescaba mi garganta.
—¿Esta bien doctor? — Marcus, en cuanto pudo, retomo su lugar en la silla en la que estaba dormido y que por cierto parecía estar algo incomoda.
—Me parece que si señor Lee— El alivio de Marcus fue notorio para todos. — Sus signos vitales están bien y su cuerpo respondió bastante bien a las estimulaciones que le hicimos. Solo que aun la cabeza necesita descansar. Hay todavía una parte ,muy mínima, esta inflamada y que le genera dolor a la señorita West, pero con gran reposo y con la medicación que le demos sanara en unos días mas.
—Eso… esta perfecto— me gire hacia Marcus y pude ver la fachada que tenia. Su pelo estaba despeinado. Sus trajes elegantes no estaban en su cuerpo y en cambio una sudadera negra con un pantalón del mismo color era lo que lo vestía además, de que su rostro mostraba mucho cansancio y decaída. Mucho mas con la barba oscura que ya estaba avecinándose con salir. — ¿Cuándo sera dada de alta? — su cálida mano atrapo la mía de nuevo.
—Podria irse mañana si ella quisiera, pero yo recomiendo que aun se que hoy y mañana. Esto servirá para que aun la dejemos en observación y veamos si la inflamación termina de disminuir.
—En ese caso ella se quedara doctor. — Marcus sonaba serio y decidido ante las respuestas con el doctor. Lo observe y a pesar de las buenas noticias aun habia preocupación en su rostro. — si es lo necesario para aun termine de desinflamar su cabeza; así sera.
El doctor Oscar asintió y por ultimo le dio unas dosis a una de sus enfermeras para después salir de la habitación.
—Señorita West le voy a retirar la Cánula Nasal, ¿Esta bien? —la voz aguda y tranquila de una de las enfermeras me hablo y solo me deje quitar el tubo que me estaba dando respiración en la nariz. Lo quito lentamente hasta que por fin me permití respirar sin sentir incomodidad en esta. — Eso seria todo señorita. Vendremos a hacerle chequeos rápidos pero en caso de sentir algún malestar mas grave no dude en llamarnos por favor. De ser así; nos pasamos a retirar, con permiso. — Ambas salieron de la habitación y me dejaron con Marcus sola.
Entre la oscuridad estaba segura de que habia escuchado a papa, ¿Pero donde estaba? ¿Acaso solo habia sido producto de mi imaginación?
La sala se quedo en silencio pero fue Marcus quien lo rompió.
—¿Necesitas algo Katy? ¿Agua? ¿Otra cosa? — de nuevo me gire a verlo. ¿Por qué no se habia ido a descansar? ¿Por qué ha estado aquí todo este tiempo?
—¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?
Marcus apretaba mi mano y con la otra se la paso por su melena desordenada.
—Cinco días Katy. —habia dudado un poco al soltar las palabras, pero me estaba contando lo que habia pasado en mi ausencia— y de esos cinco días fueron los peores que habia estado viviendo Katy.
—Marcus…— este negó. Sus ojos estaban cansados y se veían algo rojos
—No Katy. Pensé… Dios— negaba una y otra vez pero no me soltaba. —Pensé que te perdía nena— sus ojos se llenaron de lagrimas pero no derramo ni una. Verlo tan vulnerable y con ese rostro tan decaído por mi culpa hizo que de inmediato. El habia estado así por mi culpa— cuando la persona que te auxilio me llamo; ¡Joder nena! fue lo peor que pude haber escuchado.
Verlo no romperse frente a mi era doloroso porque eso me demostraba que lo que ambos sentíamos a real.
—Marcus… al menos te hubieras ido a descansar.
Este rio sin soltar mi mano. La silla donde estaba parecía estar muy incomoda por lo que mas deseaba era que fuera a casa y descansar. Odiaba verlo así porque siempre estaba con su sonrisa y perfectamente vestido. — No podía irme sin que abrieras esos ojos Katy, pero créeme que menos lo hare. Me sera difícil alejarte de mi Katy porque lo que paso no fue un accidente.
Oh no. Mi pecho comenzó a latir con fuerza y la punzada que aun sentía en la cabeza comenzó a doler. Vagamente las imágenes comenzaron a fluir en mi cabeza.
El coche gris…
El ruino de los neumáticos…
El impacto…
¿No habia sido un accidente?
—¿No lo fue? — me empezaba a picar la garganta y queria agua, pero no deseaba molestar a Marcus pero este al ver hacia donde estaba mi vista me acerco el vaso de agua.
—No Katy. Alguien, algún maldito imbécil, quiso hacerte daño— lo que menos esperaba estaba haciéndose realidad. Nunca pensé en que mi vida o la de alguien mas estuviera en peligro y nunca menos me imagine cuidarme de alguien mas. — Oliver y yo ya abrimos la investigación.
—¿Papa? ¿El ha estado aquí? — no eran imaginaciones mías. Si era su voz.
—Si Katy. El al igual que yo decimos abrir el caso. La policía ya esta en investigación y lo primero que se arrojo es que no fue un accidente nena. En las cámaras de la ciudad se ve un coche gris, sin placas, acelerar directamente hacia ti— su mano se entrelazo con la mía. — En ningún momento disminuyo la velocidad Katy, al contrario, acelero.
Pero, ¿Por qué? Yo no tenia gente cercana que pensara así de mi, y mucho menos hasta el momento, no le conocía a alguien que quisiera hacernos daño.
No…Esto era mucho de asimilar.
—Y… ¿Saben al menos de quien se trata?
—No Katy—Marcus negó derrotado— la investigación sigue en curso pero al no tener las placas del coche es mas complicado saber quien estuvo detrás del volante pero siguen buscando en las cámaras ángulos para saber si al menos se le puede ver el rostro, pero no te preocupes. Oliver y yo no dejaremos pasar esto nena. Te lo juro— Acerco mi mano a sus labios y me dejo un beso en los nudillos sin soltarla.
Si no habia sido un accidente, entonces esto estaba planeado muy bien como para ni siquiera ubicar el coche. ¡Dios! Estaba tratando de pensar sobre alguien, ¿Pero quien?
—Pero bueno; es mejor no atormentarte. Necesitas descansar y si Oliver se entera de que te estoy abrumando de información me matara. — fruncí el ceño sin entender— Oliver me encargo tu ciudad nena. Nos estuvimos rotando la noche para cuidarte y estar contigo pero desde ayer en la tarde ya no pudo hacerlo. El trabajo lo llamo y por mas que se negara a ir no pudo, pero me dijo que en cuanto se desocupara estará aquí.
—Y estoy aquí— Su voz grave resonó por el cuarto y Marcus se giro a verlo, pero no se movía de mi lado.
Papa traía sus trajes característicos y bien arreglados, junto con su maletín pero al igual que Marcus podía ver que tenia manchas oscuras debajo de sus ojos y estos mismo bastante cansados. Verlo aquí y saber que habia estado cuidándome me sorprendió porque no esperaba una reacción a lo que me estaba mostrando.
Camino hasta mi cama, quedándose a un lado de Marcus. Coloco una de sus manos sobre su hombre y este pareciendo entender las señales de papa, soltó mi mano y se levanto de la silla, saliendo de la habitación.
Era platica de padre e hija.
Papa dejo su portafolio y tomo asiento. Yo solo veía cada uno de sus movimientos porque verdaderamente no sabia que decir ni que hacer. Se quito el saco y le dejo junto al maletero sin importarle si estaba tocando el piso o no .
—Te ves muy cansado papa—A veces papa no era muy comunicativo con nosotras, pero sus acciones eran su respuesta— debiste de haberte ido a dormir papa.
—¿De que hablas hija? El doctor me aviso que ya habías reaccionado y me vine. ¿Cómo crees que iba a irme a descansar cuando por fin estabas bien? — Papa se acero mucho mas. Levanto su mano derecha y la acerco hasta mi rostro. Toco ligeramente mi rostro, pasando sus nudillos por mi mejilla pero sentí un leve dolor en esta por lo que se detuvo.
Aun no me veía en el espejo pero estaba segura de que un desastre si seria porque en mi rostro sentía unos leves dolores.
—Pero lo necesitas papa. Marcus ya me dijo que tu y el estuvieron aquí.
—Lo necesitare cuando lo vea conveniente Katy. Lo importante es que estas aquí, viva hija.
Sus palabras eran seguras, pero ya no queria incomodarlo. Habian hecho por mi.
—Papa— le negué con la mano— no es para tanto. Estoy aquí y es lo que importa.
—¡No hija no! ¡Alguien intento hacerte daño! A ti que eres mi hija menor. —papa estaba demasiado alterado, diría yo. — Y nadie debió de haberlo hecho. El maldito que te hizo daño se fugo, ¿Cómo pretendes que lo dejemos así? — papa respiro profundamente y siguió. — si esta dentro de nuestras posibilidades encontrar a la persona lo hare hija, pero no me digas que no es para tanto cuando es tu vida la que estuvo en riesgo.
Sus palabras decididas estaban ahí. El antiguo padre que era así con nosotras estaba aquí mismo…Lo habia extrañado.
—Pero aun así…
—Nada de peros. Eres mi hija y no voy a dejar que esto se quede así. El responsable tiene que pagar.
Estaba de acuerdo que no iba a dejarse pasar esto y yo tampoco, pero sentía que iba demasiado rápido.
Voltee hacia enfrente, tratando de al menos enfocarme en otra cosa y fue ahí cuando caí en cuenta de algo…
—Papa— este de inmediato me vio muy preocupado— la junta, ¿Qué paso?
Papa se rio ligeramente y me dio unos golpes en mi cabeza, cuidando de no causarme dolor— la junta es lo de menos Katy, ¿Por qué te preocupas por eso hija?
—Por que eso es importante y tenia todo listo para eso papa. No queria decepcionar otra vez.
Y no era mentira. Todo lo que habia pasado con el trabajo me habia hecho entrar en una burbuja donde queria que todo estuviera perfecto y nada me hiciera perder mi trabajo. Habíamos hecho, Marcus y yo, para lograr hacer los cambios necesarios y poder los resultados en la mesa.
—Katy, hija. Olvídate de eso por favor—su mano libre se dirigió hacia la corbata que tenia y se la aflojo. — Tu no decepcionas hija, lo se perfectamente. Me lo has demostrado muchas veces y lo has hecho, es por eso que no estas fuera a ser candidata para tomar mi lugar Katy.
—Papa…
—Se que no es el momento ni el lugar para decir esto pero tienes que saberlo. —sujeto con mas fuerza mi mano que estaba empezando a sudar. — He hecho mucho por esta empresa, esto era mi sueño desde joven y lo he logrado Katy, pero como todos nosotros y mas alguien como yo, estamos cansados. Mi vida ha estado plantada en esta empresa y siento que ya es momento de que me retire.
No me tomaba mucho por sorpresa por que Marcus me habia dicho esto, pero no pensé que fuera enserio.
De entre todos sus socios, ¿Papa me consideraba?
—Lo he pensado demasiado Katy, pero ya es mi momento de irme hija, y siento que tu estarías preparada para tomar la presidencia.
—No… no lo creo papa. ¿Yo? ¿Siendo la CEO de tu imperio? ¿Por que? Sino soy la indicada para esto. Yo no estudie lo que querías y mucho menos se lo que tu sabes papa.
—No…no Katy— apretó mas mi mano. — me has demostrado mucho mas de lo que eres, y tu sabes que yo no me equivoco. — He pensado bastante y tu eres en la que me he pensado para estar en mi cargo Katy.
Lo observaba, con mis ojos abiertos. En su rostro no habia duda de que se equivocara . Estaba decidido… Queria ofrecerme la presidencia.
El también estaba viendo algo en mi persona y no me estaba dando cuenta pero aquí estaba papa, casi ofreciéndome la presidencia… ¿Pero Kate y mama? ¿Qué pasaba con ellas?
—Papa; yo te agradezco mucho esto, pero ¿Qué pasa con mama y Kate? Ellas están mucho mas preparadas que yo papa. Podrían con esto y con mas.
Papa negó— Soy el CEO mas importante del país y casi del mundo Katy. Yo se lo que veo en las personas hija. Tu madre y Kate si, son buenas mujeres y me han ayudado demasiado, pero siento que llevar un peso mas grande no es para ellas hija. Tu madre y Kate solo ven por ellas, su estilo de vida, su beneficio, ¿Pero que pasa cuando tienes que ver por el resto de los demás empleados? ¿Las decisiones masivas que hay que tomar? — Papa regreso a tener un rostro tranquilo hacia mi. — Eso no nos ayuda en nada Katy, en nada. Se lo que es correcto y lo que no, y justo esto que te digo ahora es lo correcto hija. Quiero que la persona que ocupe mi lugar sea justo, igualitario, pero sobre todo que tome las decisiones correctas en el momento adecuado. Y tu lo eres Katy.
—Aun así papa, si ellas lo saben, ¿Qué van a pesar de esto?
—Eso depende de ellas hija. Si de verdad son personas responsables y aptas para esto lo tomaran de la manera mas dura, pero si no saber que no me abre equivocado en mi sugerencia hija. Por algo te lo digo en estos momentos, por que te veo tomando mi lugar y llevar el sueño de años a otro nivel.
¿Por qué esto me estresaba? ¿Qué tenia que hacer para poder las inseguridades? Porque hasta este punto o podía asimilar la decisión de mi papa. Casi me estaba ofreciendo su puesto, dejando a lado a Kate y a mama…
—Mira; es mucho de asimilar, pero por el momento descansa, ¿Si? — papa se levanto tomando su saco y su maletín— te hare caso y me iré a descansar; pero no creas que me retractare. Es mi ultima palabra y si decido que tu puede ser la candidata adecuada lo vas a hacer hija. — me dio un apretón en mi mano y comenzó a caminar hacia la salida.
—¿Papa? — este volteo— gracias… por confiar en mi y por cuidarme, de verdad.
Este asintió— Lo que sea por mi hija; siempre. — salió del cuarto; dejándome sola y procesando sus palabras. No habia duda en su voz, sus palabras..
Eran su decisiones pero con ellas de por medio no iba a terminar nada bien; para nada. Lo único que iba a hacer era ganarme mas el rencor de mama y era lo que menos queria… Destruir a mi familia.
La novela es buena pero para escribir asi quitela.