Un Amor Misterioso

En el gran templo una boda real se realizará después de muchos años, en camino van varios invitados entre ellos Diana, Luciel y uno especial.

Joseph se sorprende al ver el gran puerto, el barón Noah los recibe pues irán por otra ruta más corta, llegaran justo a tiempo, tuvieron retrasos por el funeral.

En la capital todo está preparado, el gran templo está siendo adornado, hace años que no había una boda real, Aina supervisa cada detalle, en el gran salón Lemira como está quedando todo.

-Bu...

-Hunter, cuando llegaste?

-Vengo llegando, vine a verte, mi abuelo fue con mi madre, te traje un regalo

Él le pone un collar bonito en forma de colibrí.

-Es hermoso.

-Heemoso como tu, estás feliz?

-Si mucho.

Ambos van de la mano a ver el jardín donde será la comida, las mesas, los adornos, todo es perfecto.

El día de la ceremonia ambos están más que nerviosos, entre los invitados está el Gran duque Alexander, del norte da Terán, al ser legalmente su padre el tenía que venir.

-Lemira, estás hermosa, tus padres deben estar orgullosos.

-Gracias, honraré su memoria siendo una buena esposa, una duquesa que tiene el deber de ver por su pueblo.

-Claro que si, así será.

-Estas lista.

-Si.

El duque lleva del Brazo a Lemira, toda la nobleza de Thaslis y parte de Terán también está presente, Hunter está nervioso y Edward le da un codazo.

-que?

-Ya viene, quieres dejar de estar nervioso.

-Eso te voy a decir cuando te cases.

-Todavía falta, soy menor que tú y tu hermana, ja, ja, ja, solo respira.

Hunter respira profundamente, voltea a ver así madre Pero la ve llorando y se pone más nervioso.

-Dios Aina, cálmate, pones nervioso a Hunter.

-Es mi niño, déjame.

Dunkan le toma la mano, William que está a su lado le da un pañuelo.

-Gracias.

-De nada, mi madre también lloro cuando yo me case.

-Si, si la vi, es que eran tan pequeños, como crecieron tan rápido.

-Abuela dos, no llores mira, mi mamá... Me dio... -Decía un pequeño niño, Aina lo ve y llora más porque es igual a Luciel -

La madre del pequeño le tapa la boca, el niño sabe por el parecido que Dunkan es su abuelo, con Aina tomo la costumbre de decirle abuela dos, cosa que en ella genera ternura, pues él aún no entiende la situación.

La ceremonia continúa, Hunter toma la mano de Lemira, todo el ritual es hecho por la sacerdotisa, a Hunter se le olvidan los nervios.

-Ahora ambos están casados, majestad puede besar a su esposa.

Hunter le da un tierno beso, Lemira toda roja por la gente que está ahí, solo sonríe.

Un carruaje los lleva por la calle principal hasta llegar al palacio, ahí el jardín ya está listo, todos disfrutan del banquete, solo Lisa nota algo raro.

-Rox, quien es la joven de vestido voluminoso y llena de joyas, es la hija de un Marqués me parece, ve con el sirviente y que te diga que le dijo

Cuando su doncella regresa, va corriendo

-Majestad, el sirviente dice que solo le pregunto donde está la habitación del príncipe Hunter.

-Que? Se lo dijo?

-No, ella le dio una moneda de oro, para que ahora le averigüe si ahí será la noche de bodas

-Jaja hoy me voy a divertir, una zorra morirá...

-Lisa sonríe de lado, Edward la ve y sabe que trama algo-

-Que estás planeando.

-Como sabes?

-Tu sonrisa.

-Hee?

-Dime...

-Ven vamos.

Ambos salen del jardín y van con el sirviente le dan instrucciones de que diga que la noche de bodas será en el ala norte del palacio.

-Edward ven, vamos por unas cosas

-A dónde vamos.

-A una habitación.

-Estás loca, si tu padre se entera me va a matar.

-Solo es para un plan, vamos.

-Lisaaaa, bien vamos.

En la habitación ponen algunas flores y velas.

Edward sale corriendo después de terminar, si el Emperador se entera no quiere verlo enojado.

-Cobarde! Salió corriendo.

Edward fue con el sirviente quien ya había dado la información y llevaba dos sobre de polvo.

-Majestad, tengo miedo esto es un afrodisíaco -Le decía el sirviente a Edward en voz baja- Me pidió que se lo pudiera a dos copas.

-A quien?

-Al principe Hunter y su esposa.

-Para qué?

-Hoy le voy a divertir, hazlo Pero en lugar de darle la copa a mi hermano se lo darás a ella, dame el otro sobre, ya se a quien dárselo. -Decía Lisa, con una sonrisa -

-Quieres dejar de sonreír así, da miedo. -Le dice Edward -

Lisa ha visto que ella no actúa sola, un caballero la ha ayudado uno que también le habla cada vez que puede, pensando en poder conquistarla.

-Esos dos tendrán su merecido, se han metido con un demonio, ese idiota no te llega ni a los talones.

-Claro que no, yo me puedo convertir en lobo y si se acerca a ti con malas intenciones lo voy a matar.

-No espero menos.

-Lisa y Edward van juntos a comer, el plan de esos dos no saldrá como esperan.

En el Norte Mime está durmiendo, ella solo sueña con un lobo, lo sigue.

-Max? A dónde vamos? Max?

El lobo solo se va y no puede alcanzarlo, lo intenta Pero no puede.

Ella despierta alterada, un dolor punzante en el vientre hace que se levante.

-Sandy... Sandy... Me duele mucho -Como puede ella se levanta para jalar el cordón de la campana -

Sandy entra y la ve en el piso.

-mi señora... Que le pasa.

-Sandy el doctor por favor -Ella llora por el dolor y por qué tiene miedo -

Sandy sale corriendo por el doctor, otro sirviente va por él en lo que ella regresa con su señora.

-Ya viene mi señora.

-Debo llevarla a la cama.

Mientras Joseph se aburre y va al jardín, mucha gente lo aturde, además algunas damas se le acercan y él no es bueno hablando con extraños.

-Porque siento angustia, Diana pidió el favor de revisar el registro de las mujeres que llegaron, pero no está ella.

-Mime donde estás, jamás me voy a perdonar si no te encuentro

Él se sienta en el pasto y se duerme, sueña con Mime, la ve, pero por más que corre no la alcanza

-No te vayas, espera, perdóname, por favor...