La Maldición Del Lobo

...En la oscuridad de la sala, las sombras bailaban al ritmo de nuestros secretos, mientras el suspenso tejía su tela alrededor de nuestras almas inquietas....

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Bellatrix:

Me encontraba en la habitación de Zoe, observando sus dibujos mientras planificaba el próximo paso. __Y dime, princesita, ¿vas a querer un cachorro o uno adulto? __pregunté, desviando la atención hacia ella y su dibujo.

Zoe levantó la mirada, sus ojos brillaban de emoción. __Umm, un cachorro, para cuidarlo y verlo crecer. Pero en verdad, ¿se puede hacer un tigre blanco con alas? __preguntó, mostrando su curiosidad.

__Claro, princesa. No hay nada en este mundo que no se pueda hacer. Si lo quieres, lo tienes. Solo que debo comunicarme con mi socio para que sepa que quiero un tigre bebé. Yo me encargaré de crear las células y el líquido para que el experimento salga perfecto, __respondí con seguridad.

Regresé a mi habitación y tomé mi libro de hechizos, luego volví a la habitación de Zoe y coloqué el libro en la mesa frente a ella. __Con este libro podrás aprender todo tipo de magia. Si hay algo que no entiendas aquí, solo dime y lo explicaré. Eso sí, ten cuidado, la magia fuera de control puede dañarte, __le advertí mientras acariciaba su mejilla con delicadeza.

__Gracias, Trix. De verdad estás haciendo mucho por mí, __dijo Zoe, bajando la cabeza con gratitud. Le di un beso en la frente

__Es un placer para mí cumplir con tus caprichos, princesa.

En ese momento, mi celular sonó, interrumpiendo el momento de tranquilidad. Vi que era Valerius y fruncí el ceño. Decidí contestar, aunque no estaba seguro de qué podía querer en ese momento.

__Hola, ¿todo bien? __pregunté mientras mantenía mi atención en Zoe, quien seguía leyendo el libro que le había dado.

__Si, quiero que vayamos ahora en la noche por el tesoro, __dijo Valerius, su tono de voz denotaba urgencia. Fruncí el ceño aún más al escuchar su petición__. Disculpa, pero esa parte le corresponde a Ezekiel, __respondí, mirando a Zoe para asegurarme de que estuviera bien.

__Hace rato le ando llamando y no me contesta, pero ustedes son compañeros, ¿no? Así que vienen conmigo esta noche, __insistió Valerius, elevando el tono de su voz. Antes de que pudiera responder, la llamada se cortó abruptamente.

Mientras pensaba en qué hacer, decidí que no podía dejar que ese vampiro de quinta se saliera con la suya. Pero también me convenía tenerlo vigilado. No estaba dispuesta a permitir que se aprovechara de la situación para su propio beneficio.

Después de enviar el mensaje a mis guardaespaldas, acaricié la cabeza de Zoe con ternura. __Necesito a Camilla y a Elena para cuidar de zoe, tengo un trabajo que hacer. ¿Pueden cuidarla, por favor?, __les pregunté mientras enviaba el mensaje.

Traté de calmar mi estrés mientras esperaba la respuesta. Maldito Ezekiel, esto era algo que debía enfrentar solo. Miré mi celular y vi que Camilla y Elena estaban en camino. __Mi princesa, debo salir a hacer una misión. Por favor, cuídate mucho. Dejaré a cargo a dos chicas de confianza. También le diré a la cocinera que te traiga comida a la habitación, __le expliqué a Zoe antes de darle un beso en la frente. Ella asintió con comprensión mientras me despedía y salía de la habitación.

Entré en mi habitación y me dirigí hacia la bañera para darme un pequeño baño. Los jabones estaban dispuestos en la repisa, cada uno con un aroma único y relajante. Había un jabón de lavanda que emitía un aroma floral, y otro de sándalo que emanaba un aroma amaderado y cálido.

Después de mi baño, me puse ropa interior negra y me hice un moño. Busqué en mi armario la indumentaria adecuada para la misión. La ropa tenía un estilo oscuro y estilizado, con influencias fantásticas. Llevaba una capucha y una chaqueta ajustada, junto con pantalones cortos adornados con correas y hebillas. Complementé mi atuendo con accesorios detallados, como guantes, pendientes y unas dagas de color dorado.

Foto del atuendo de bellatrix:

Una vez lista, me aseguré de que mis guardaespaldas estuvieran cuidando a Zoe antes de salir de la habitación con determinación. Descendí las escaleras con elegancia y salí del hotel, notando que el sol ya se estaba ocultando en el horizonte. Antes de salir, le pedí a la cocinera que llevara comida a la habitación de Zoe.

Dirigí mis pasos hacia la mansión de Ezekiel, sabiendo que la misión sería peligrosa. Sus hombres me apuntaron cuando me acerqué, pero no me detuve. Había llamado a Ezekiel veinte veces y no había respondido, así que decidí tocar de manera brusca la puerta para asegurarme de que me escuchara.

Observé de reojo a los guardaespaldas mientras esperaba. Mis dagas estaban listas en cada lado de mis piernas, preparadas para cualquier eventualidad. Escuché el sonido de la puerta abriéndose y levanté la vista, encontrándome con la misma chica del laboratorio. Estaba vestida con una bata y su cabello desordenado, y el olor a Ezekiel impregnaba el aire. Traté de contener una risa ante la situación, pero pronto me puse seria.

__Ezekiel está... __comenzo a decir ella, pero la interrumpí bruscamente__. Me vale mierda dónde esté. Dile que tengo que hablar con él. ¡Apúrate!, __le dije con firmeza, erguiéndome y mirándola directamente. Según los archivos del laboratorio, su nombre era Sabina. Ella era la responsable de la muerte de mi serpiente, un acto que no podía perdonar.

Foto de Sabina:

__Ya está por venir, se está cambiando, __me informó Sabina, y yo me crucé de brazos, impaciente__. Bueno, dile que se apure, __respondí con frialdad, mientras observaba a Ezekiel bajar las escaleras, ajustándose la camisa y frunciendo el ceño al verme.

Antes de que pudiera decir algo, decidí adelantarme. __Valerius está planeando atacar Luciano esta noche, __informé, buscando llamar su atención__. ¿Quién es ese Luciano?, __preguntó Ezekiel con curiosidad, mientras me evaluaba de pies a cabeza.

Decidí no dar más detalles y me alejé de allí, lanzando una mirada significativa a los guardaespaldas de Ezekiel. Era hora de tomar medidas y proteger mis propios intereses antes de que las cosas se salieran de control.

Un bostezo escapó de mis labios mientras Ezekiel sacaba su troca. __Vente, bruja, __me dijo con desdén, y sin más opción, me metí en su troca. Desde la ventana, observé a Sabina con indiferencia antes de rodar los ojos mientras Ezekiel comenzaba a manejar.

__Vamos a la finca de Luciano, __le informé, desviando la mirada hacia mi celular, tratando de evitar entablar conversación con él. Respondí al mensaje de Valerius, confirmando que estábamos en camino.

Acomodé mi cabello antes de ponerme la capucha, asegurándome de que todo quedara perfecto.

Después de unas horas de viaje, Ezekiel frenó y salí de la troca, cerrando la puerta detrás de mí antes de dirigirme hacia Valerius. __Me encargaré de todo, __le dije con determinación, y rápidamente creé una fuerte barrera alrededor de la finca.

La finca de Luciano era un espectáculo de lujo y opulencia. Grandes jardines adornados con fuentes y esculturas, una mansión imponente con columnas de mármol y ventanales que reflejaban el brillo de la luna. Era el tipo de lugar que respiraba poder y riqueza.

Finca de Luciano:

Con un hechizo, me volví invisible y me infiltré en la finca, decidida a eliminar a todos los guardaespaldas y cómplices de Luciano antes de que Valerius ingresara. Con cuidado y sigilo, eliminé a cada uno de ellos, asegurándome de no dejar rastro de mi presencia.

Deshice la barrera para permitir la entrada de Valerius, quien se encargaría del resto de los hombres.

Me quedé invisible, observando desde las sombras, mientras Valerius y su grupo avanzaban. Mi mente estaba concentrada en Ezekiel y los demás, preguntándome qué movimientos harían a continuación y cómo podrían afectar nuestros planes.

Un chasquido de mis dedos y la invisibilidad se deshizo, retiré mi capucha y emití un fuerte chiflido que desencadenó una lluvia de flechas, acabando con los guardaespaldas de Valerius. Observé la escena con atención, sintiendo una presencia que se acercaba por detrás. Antes de que pudiera reaccionar, sentí un arma presionando mi sien y un escalofrío recorrió mi espalda.

Con gesto de terror fingido, giré la cabeza para encontrarme con Valerius apuntándome, pero rápidamente reaccioné creando un escudo que desvió la bala que disparó. Mientras tanto, alguien más me sujetó por la cintura. Con el corazón acelerado, observé quién era: Luciano.

Luciano era un hombre imponente, de cabello negro, ojos café claros, barba bien cuidada y una figura musculosa. Vestía con elegancia, con una indumentaria propia de un mafioso de alto rango. Su presencia envolvía el ambiente con una aura de peligro y poder.

Foto de Luciano:

__Eres una excelente actriz, __murmuró Luciano con una sonrisa maliciosa, mientras los hombres que supuestamente había eliminado se agrupaban alrededor de Valerius. Este último me miraba con odio y confusión, sin comprender lo que estaba sucediendo.

__¿Qué mierdas está pasando aquí?, __exclamó Valerius, visiblemente desconcertado.

__Qué ingenuo eres, Valerius, __intervino Luciano, aún sosteniendo mi barbilla__. ¿Aún no recuerdas tu traición hacia mí? Te advertí que te arrepentirías. Me he asegurado de traer a la mejor manipuladora del mundo para mi venganza.

Con una sonrisa satisfecha, confirmé las palabras de Luciano. __Se lo advertí, jefe. Lo traje aquí para que su venganza sea perfecta, __le dije, dirigiendo una mirada de complicidad a Ezekiel, quien parecía confundido ante la situación.

flashback:

El eco del pasado resonaba en mi mente mientras enfrentaba la trampa elaborada por Luciano. Recordé el día en que recibí la llamada de mi padre desde Londres, informándome sobre la necesidad de ayuda de su amigo Luciano. Acepté sin dudarlo y organicé mi oficina para recibirlo.

Horas después, Luciano entró, acompañado de sus hombres. Me explicó su necesidad: sacar a su hijo de la cárcel, un acto motivado por una traición perpetrada por Valerius. Me entregó una carpeta roja y me confió en mis habilidades para manipular la situación sin levantar sospechas.

__Usted es la única capaz de hacer y deshacer a su antojo sin que los policías estén detrás suyo, __me aseguró Luciano, apelando a mi reputación. Asentí, aceptando el desafío, y le prometí un plan infalible para tener a Valerius bajo mi control.

Fin del flashback

Presente:

De vuelta al presente, enfrentaba a Ezekiel, quien se encontraba atónito ante los eventos que se desarrollaban. Sonreí con autosuficiencia al revelarle que su participación no estaba planeada, pero había sido necesaria para que Valerius cayera en la trampa.

__Todo esto era parte del trabajo, Ezekiel, __le dije con desdén, mientras Luciano aseguraba a Valerius__. Nuestra prioridad era asegurarnos de que Valerius no fuera un obstáculo para liberar a Matteo, el hijo de Luciano, __añadí, explicando los motivos de mi engaño.

Luciano y yo nos encontrabamos sentados en una sala elegantemente decorada, con la luz tenue creando un ambiente de intriga y misterio.

tomé un sorbo de mi copa de vino tinto antes de hablar, mi mirada intensa reflejaba la determinación en mis ojos. __Luciano, necesitamos asegurarnos de que cada detalle de nuestro plan esté perfectamente ejecutado. El hijo de Valerius es nuestro objetivo, y no podemos permitir ningún margen para el error.

Luciano asintió con solemnidad, su expresión seria reflejaba la gravedad de la situación. __Estoy de acuerdo, pequeña. La captura del hijo de Valerius es crucial para nuestro éxito. Debemos actuar con rapidez y precisión para evitar cualquier contratiempo.

continue, trazando mentalmente los pasos del plan. __Primero, necesitamos asegurarnos de que tengamos toda la información necesaria sobre el hijo de Valerius. ¿Cuáles son sus puntos débiles? ¿Dónde se encuentra más vulnerable? Debemos conocer cada detalle de su vida para poder manipularlo eficazmente.

Luciano asintió, tomando notas en un cuaderno mientras escuchaba atentamente mis palabras. __Entiendo, pequeña. Realizaré una investigación exhaustiva sobre el hijo de Valerius y recopilaré toda la información necesaria. No dejaremos ningún cabo suelto.

asentí con aprobación, satisfecha con la respuesta de Luciano. __Una vez que tengamos toda la información, debemos crear una situación que lo lleve directamente hacia nuestra trampa. Necesitamos tentarlo con algo irresistible, algo que no pueda resistir.

Luciano asintió, su mente trabajando rápidamente para idear una estrategia efectiva. __Podemos utilizar sus debilidades contra él. Si sabemos cuáles son sus deseos más profundos, podemos crear una situación que lo obligue a actuar de la manera que queremos.

sonrei con complicidad, impresionada por la perspicacia de Luciano. __Exactamente, Luciano. Debemos jugar con sus emociones y manipularlo para que caiga en nuestra trampa sin dudarlo. Una vez que esté dentro, nuestros hombres lo rodearán y lo capturarán sin darle oportunidad de escapar.

Luciano asintió con determinación, su mirada reflejando su compromiso con el plan. __Lo haremos. No dejaré que nada se interponga en nuestro camino hacia la victoria. Juntos, lograremos nuestro objetivo y eliminaremos cualquier amenaza que se interponga en nuestro camino.

El ambiente de la sala se tornaba denso con cada segundo que pasaba. Me aferraba al vino en mi copa como si fuera mi única conexión con la realidad, mientras Luciano me observaba con intensidad, como un felino acechando a su presa.

__Dime, pequeña, ¿ya hiciste la segunda parte del trato? __inquirió Luciano, sus ojos penetrantes clavados en mi.

mantuve mi compostura, dejando escapar una sonrisa maliciosa.

__Por supuesto, jefe. Ya está en camino __respondi con confianza, aunque mi mente estaba ocupada maquinando cada movimiento.

Luciano indicó a Ezekiel que se sentara junto a mi, provocando un intercambio de miradas entre ellos.

__¿Ustedes son pareja? __preguntó Luciano, observándonos con curiosidad.

Me atragante con el vino ante la pregunta, pero rápidamente recupere mi compostura.

__¡Oh, jefe, por favor! __exclame, frunciendo el ceño__. Él no es mi tipo de chico, solo somos compañeros de negocios.

Ezekiel, con una expresión seria, añadió:

__Solo compañeros, ¿eh?

__Sí, y si eso no te agrada, entonces somos solo socios __respondí con desafío, mientras enviaba un mensaje rápido a mis guardaespaldas para que trajeran a Matteo a la sala.

Mientras esperabamos, un chico se acercaba. Era como sacado de un sueño, con ojos café profundos, cabello negro como la noche y una figura musculosa adornada con tatuajes intrigantes. no pude evitar evaluarlo con detenimiento.

Foto de Matteo:

__En persona, se ve mucho mejor que en fotos __murmure para mí misma, aunque pude escuchar el gruñido de desaprobación de Ezekiel.

__Ya pareces un perro rabioso __le espete Ezekiel con la ceja alzada.

El chico se sentó cerca de Luciano, y mis guardaespaldas permanecieron vigilantes junto a la puerta.

__Él es mi hijo, Matteo __anunció Luciano__. Y ella es Bellatrix, la bruja que te sacó y me trajo al traidor de Valerius.

Matteo estrechó mi mano con gratitud, ofreciendo una sonrisa que no llegaba a alcanzar sus ojos.

__Gracias, muñeca __dijo, su voz resonando en la habitación.

sentí un escalofrío recorrer mi espina dorsal. Algo en mi me decía que estos hombres no eran simples mortales; mi magia presintió la presencia de algo más oscuro, algo que iba más allá de mi comprensión.

El silencio se apoderó de la sala, solo interrumpido por el tintineo del vino en las copas y el suave susurro de la brisa nocturna que se filtraba por las rendijas de las ventanas. El destino de todos estaba entrelazado en esa habitación.