Luego de un noviazgo de cinco años donde todo fue color de rosas y tras cinco años de haberse casado Ángeles descubre que la perfección no dura para siempre y que el amor puede no ser eterno. La traición es dolorosa y muchas veces deja heridas muy difíciles de cerrar.
Acompáñame en ésta historia donde el amor, el placer y el desengaño van de la mano. Dónde el mundo en el Ángeles creía no poder encajar la arrastra a sus profundidades.
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Capítulo 16 SOY SOLO UNA
...ÁNGELES LUNA...
Acabé metida en éste club de perdición o perversión dónde la gente actúa sin sentir vergüenza. Hay mujeres con vestidos que si se inclinan muestran las bragas o la ausencia de ellas.
Me han dicho algunas cosas que creí que jamás escucharía en mi vida, ni Dave me habló así en una década juntos. Quiero irme pero necesito saber que está pasando con mi esposo, no quiero creer que olvidó hasta nuestro aniversario o proyectos por un lugar como éste.
Hasta intentó seducirme una mujer con un antifaz de color rojo. Fui cortés pero por el miedo de que aquí me hagan algo.
Miro hacia un rincón y está una pareja tocándose por debajo de la ropa y rápido miro a otra dirección. Me da más vergüenza a mi que a ellos.
La música es suave pero tiene una melodía muy s*nsu*l, lo único agradable en éste sitio. El volumen debería ser más alto para no escuchar como los indecentes disfrutan.
En las esquinas hay caños para bailar y pegarse los fluidos de alguien más después de ver cómo pasa una mujer y después otra sin siquiera limpiar.
Miro el líquido de mi copa como si fuera una obra de arte valiosa para no mirar como la gente actúa sin pudor alguno.
En el centro del lugar hay una cama o superficie acolchada junto a unos sofás, no lo había notado. Varias personas van allí, las luces rojas iluminan aquello y la música se escucha más baja.
Hay varias personas, hombres y mujeres.
Los hombres visten similar y usan máscaras parecidas. Busco a Dave entre esos hombres y creo verlo. El tiene un tatuaje grande en la espalda, se lo hizo hace años, espero que ninguno de esos hombres esté tatuado.
El hombre que ruego no sea Dave está con dos mujeres. Las toca, las besa y ellas hacen lo mismo.
La morena le quita la camisa y veo que en su espalda está en dragón, así lo quiera negar es Dave. Quiero creer que nada sucederá pero todo avanza con rapidez. La rubia de pelo corto se agacha y hace lo impensado a quien es mi esposo, algo que yo jamás le hice en los años que llevamos juntos y el lo disfruta.
Veo después que la morena hace lo mismo junto a la rubia.
Todo lo que ven mis ojos es un espectáculo terrible dónde hombres y mujeres están entre si, disfrutando sin límite alguno y no lo puedo creer. Me duele inmensamente ver lo que hace quien dice amarme cuando sale de noche. Incluso comparte una mujer con otro hombre en simultáneo, es demasiado.
Siento que mis ojos se llenan de lágrimas y que mi
antifaz comienza a mojarse pero veo como Dave hace todo aquello confirmando que no es la primera vez que está en éste tipo de situaciones.
Veo como disfruta y siento que tuve suficiente, no soporto ver cómo hace todo esto sabiendo que debo estar en casa durmiendo.
-¿Te gusta el espectáculo Hathor?- miro a quien está a mi lado, alguien a quien no había notado
-No en realidad, ya me iba- respondí incómoda
-Podemos ir a un cuarto si prefieres probar a solas- bebió su copa y entrelazó su mano a la mía
-No estoy interesada, gracias- me solté de su agarre
-Lo entiendo señora, solo buscaba distraerla, se lo que significa un no tal como una palabra de seguridad- lo miro sin entender
-¿De qué habla?- lo miro y sonríe
-Si algún día decide comprobarlo me encontrará aquí, no olvide mi nombre- decía Eros su cartel
En apenas menos de cinco minutos que desvié mi atención de aquella escena Dave se encontraba junto a un hombre con una mujer entre los dos.
No haría un escándalo, decidí irme. Llamaría a Mariela para que me recogiera y me llevara a casa. Ya tuve suficiente aquí, ya no podría permanecer un minuto más aquí.
Emprendí el camino a la salida con rapidez queriendo dejar de oír como las personas de esa grotesta escena grupal disfrutaban. Yo soy solo una mujer y pude comprender que Dave necesita más de una. Lo nuestro había llegado al final, no había más que hacer..
