Un Matrimonio Fugaz

"Si lo fuera, tal vez no habría elegido casarme contigo".

Después de todo, su división socioeconómica sería demasiado grande. Además, su personaje no era adecuado para una familia así. Era mejor ser sencillo.

Christopher frunció el ceño por sus palabras. No le gustaban las familias ricas.

A la mañana siguiente, temprano, Janice se fue a trabajar. Antes de irse, pensó en la llamada telefónica de Gladys, así que se lo contó a Christopher.

Por cierto, no le vuelvas a abrir la puerta a Glady. Tendrá otros trucos con los que lidiar. ¿Por qué no te escondes primero? Deberíamos evitar enfrentamientos frontales cuando las probabilidades estén en nuestra contra.

Christopher se quedó sin habla. Era un hombre alto e imponente. ¿Qué podía hacer una mujer para hacerle sufrir? Esta esposa era realmente ...

Sin embargo, no explicó y solo estuvo de acuerdo.

Janice tenía razón. Después de que ella se fue, llegó un grupo de rufianes que Gladys contrató. Hubo fuertes golpes en la puerta.

Christopher no se vio afectado en absoluto. Él respondió con calma a la llamada de Rob.

"Señor Bateman, por favor quédese adentro por un tiempo. Los asuntos afuera se resolverán pronto".

"Sí." Christopher alzó levemente sus nobles ojos.

"No ensucies el lugar". Fuera de la puerta.

Rob pronto se hizo cargo de los varios gánsteres que Gladys contrató. "Sr. Bateman, está hecho". Rob entró en la casa e informó. "Muy bien."

Un rastro de asombro brilló en los ojos de Christopher.

Gladys originalmente estaba esperando buenas noticias, pero los Punks regresaron y dijeron que no volverían a ir, sin importar cuánto dinero les ofreciera.

Gladys estaba un poco confundida. ¿Que esta pasando? Ni siquiera los gángsters endurecidos podían tocar a ese hombre.

"Mamá, ¿qué debemos hacer ahora? No quiero casarme con ese violador de Walters".

Vanessa rompió a llorar.

"No llores, Vanessa. Pensaré en otra forma." Gladys la consoló.

Durante los últimos días, el trabajo de Janice en la estación de televisión fue muy bien. Aunque debería haber tenido una luna de miel o alguna celebración después de casarse, pensó que lo pospondría ya que ahora es la única fuente de ingresos de la familia.

Justo cuando terminaba de escribir un borrador de noticias, sonó el teléfono. Fue una llamada de casa. Janice no quería contestar, pero el teléfono seguía sonando. Tenía miedo de molestar a sus colegas, por lo que respondió.

"Janice, tu padre se desmayó. Ahora está en el hospital".

La llamada era de una sirvienta de la casa de la familia Gladwell.

Sabiendo que no mentiría, Janice se despidió rápidamente y corrió al hospital.

Cuando Janice llegó al hospital, Vanessa y Gladys ya habían llegado.

Los dos chocaron con Janice en el pasillo y, naturalmente, no tenían expresiones felices.

Vanessa incluso detuvo a Janice fuera de la puerta.

"¿Qué estás haciendo aquí? ¿No te preocupas solo por divertirte y hacer caso omiso de la vida de mi padre?" Vanessa le prohibió salir de la sala.

En ese momento, Janice no quería discutir con Vanessa. Tenía muchas ganas de saber el estado actual de su padre. "¡Apartese del camino!"

Sin embargo, Vanessa se negó a dejarla ir.

Janice tenía muchas ganas de entrar con fuerza bruta, pero pensando que estaban en el hospital, no era bueno que hicieran una escena.

Entonces ella razonó: "Vanessa, este no es un buen momento para pelear. Papá está acostado adentro ahora".

"¿Te importa?"

Vanessa se burló.

"Janice, ¿por qué el repentino cambio de actitud? ¿Por qué de repente te preocupas por la vida de tu padre cuando tú y tu marido eran tan íntimos?"

Las palabras de Vanessa estaban llenas de sarcasmo.

En ese momento, Janice no estaba de humor para discutir con ella.

"Vanessa, habrá tiempo después si quieres pelear. Papá está enfermo y en el hospital. ¿Puedes quedarte callada?"

“¿Quién es el que debería quedarse callado? ¿Sabes que papá está acostado aquí por tu culpa? Fue por ti que los Walter retiraron su inversión en nuestro negocio. Papá estaba tan agitado que se enfermó”.

...