¿Qué tiene de malo ser pobre?
Yo solo quería trabajar y llevar una vida en paz lejos de mis hermanos.
Alejandro un CEO egocéntrico que me convierte en su protegida.
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¿ Estás molesto?
Entramos a su oficina en silencio tomados de las manos. Yo estaba en shock. Resonaba en mi cabeza "Señora Verona." Aunque parezca mentira, soy su esposa. No importa si por contrato o no, soy su esposa y esa es la única verdad.
— Megan, preparame un café.
— Está bien— lo vi con el ceño fruncido.
— Tenía que hacerlo. Si quieres que te respeten, tenía que darte el lugar que te corresponde.
— Pero no vale la pena si solo será un año.
— Tu quieres que sea un año nada más.
Mientras preparaba el café lo podía observar con un semblante de tristeza. Estaba ahí sentado con la mano sosteniendo la frente, pensativo. Sera que lo ofendí al decirle que sólo sería una año. Pero esa es la verdad. El contrato lo decía.
— Alejandro aquí tienes tu café.
Él me dirigió la mirada.
— Si quieres regresar a la casa o salir de compras o visitar a tus amigas, puedes hacerlo. Daré la orden para que no te sigan los guardaespaldas.
— Gracias. Voy a la universidad para ver si puedo trasladarme del sabatino al diario.
— No necesitas decirme, pero gracias. No quiero que conmigo te sientas como estás en una cárcel.
Regresé a la mansión y me cambié. No quería ir extravagante a la universidad. Solo quería ser yo. Logré hacer el cambio. Visité a don Carlos y le conté que me había casado y que me disculpara por no avisar que ya no iba a llegar a trabajar y visite la tienda que tanto me gustaba. Parecía una niña alegre después que le levantaron el castigo.
Al llegar a la casa, ya estaba Alejandro.
— Pareces feliz.
— Si. Si estoy feliz. Mañana regreso a la universidad y hoy pude visitar mi tienda favorita sin nadie persiguiendome.
— No quiero que andes por las calles en la noche sin mi.
— Pero si apenas son las 7. No es tan noche. Además tuve que tomar el transporte público.
— Me vas a volver loco. No quiero que andes a pie o transporte público. Desde mañana usarás auto. Te acuerdas de aquel Mercedes Benz, usarás ese. Esta en el garage.
— Pero no se conducir.
— Por eso no lo aceptaste aquella vez. Por esta semana, el chófer te llevará y te irá a traer a la universidad mientras aprendes a conducir. La próxima semana andarás en tu auto.
— Está bien.
Esa semana me llevaba y me traía el chófer y por las tardes el mismo chófer me enseñaba a conducir. Al final de la semana ya había aprendido a manejar.
— Felicidades mi amor. En tiempo récord aprendiste. Aquí está todos los papeles del auto, licencia, circulación, rodamiento y allí dice que es tuyo.
— Gracias. Ale, ¿estas molesto conmigo?
— ¿Debería estarlo?
— Desde el lunes estás diferente. Tu mirada no es la misma. Y ya no hablas conmigo. Y lo evidente, esta semana has dormido en la habitación de huéspedes.
— ¿Acaso tú quieres dormir conmigo? ¿Acaso quieres que te hable? Rechazas todo de mí y decidí darte tu espacio. Cuando quieras hablarme búscame, cuando quieras dormir conmigo dime.
— Estás muy molesto— agaché la cara— perdoname.
— Que voy a perdonarte. Un año pasa rápido.
En cuanto dijo eso, salió del cuarto. Verlo con esa actitud me molestó pero tambien me entristeció. No puedo negar que mi corazón siente algo por él, no quiero aceptar que lo quiero pero voy a divorciarme cuando el contrato termine.
Esa noche no pude dormir. Su cara molesta y triste venían a mi mente. Me sentí mal. Quería ir a su cuarto y decirle que durmiera conmigo pero no sé si mi orgullo es el más tonto del mundo o tenía miedo a la intimidad.
ánimo!!
sugerencia: colocar imágenes de los personajes.... saludos