El es peligroso, temido, ama el poder y no le interesmla el amor, pero después de conocer a Adriana todo su mundo cambiará. La vida de todos tomará rumbos inesperados. El romance, dominacion y poder, cambiará la vida de todos.
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...su lealtad.
Adriana se la pasaba en esa habitación y Cruz solo se limita a responderle, que el señor desea que se quede aquí por su seguridad, hasta que la señora Jody se calme.
Los días pasan y Reynaldo tenía muchos compromisos que no le permitían llegar a la casa, ya que tuvo que salir de la ciudad, retorno a la empresa y volví a otra ciudad.
Gracias a esos viajes, César fue visitado por alguien que lo desea hace mucho tiempo.
—buenos días— saluda Cesar
—buenos días, hermoso— saluda Charles— Charces es un joven de 27 años que es experto en el manejo de dispositivos, y claro un excelente hacker, y como todos los hackers, es buscado por muchos, pero nadie conoce ni nombre, rostro y menos su tono de voz.
—Reynaldo no está en la oficina— le dice a Charces.
—no vine por Rey— responde Charles parado frente al escritorio de Cesar.
—y en que te puedo ayudar, Charces— César se levanta de su escritorio y va a la oficina de Reynaldo.
—bueno es que yo creo que es justo que me des tu número, cariño— Charces lo sigue y cierra la oficina sin que César se dé cuenta y lo sigue caminando detrás de César.
—pero…-se voltea y ve la puerta cerrada— cerraste la puerta— le habla serio a Charces.
—es más privado de esa forma pequeño— se sonríe Charces, con esa actitud de galán.
—con relación a mi número, me sorprende que aún no lo hayas sacado del sistema, considerando tu gran capacidad de hackear a todos— resalta Cesar.
—sí, pero con mi gente cercana yo pido permiso— le sostiene el mentón a César y este se sonroja al sentir su mano y su aliento tan cerca de su piel.
—disculpa, pero me tengo que ir— se separa y camina a la puerta para abrir— tienes que irte que ya termine por el día de hoy y tengo una cita.
—no me digas que estás aun intentándolo con esa chica de la cafetería— responde Charles al nervioso de cesar.
—como sabes lo de…-hace una pausa y mira fijamente a Charces— deja de espiarme y sí, estoy saliendo con ella— está organizando su mochila, su laptop, sus auriculares— déjame en paz y además porque el interés ese de saber tanto de mí, ni que fuera tu mujer.
—te has visto al espejo— responde Charces— eres un hombre verdad.
—por supuesto-responde Cesar.
—entonces— Charces se acerca y acaricia el cabello de César y le da un beso en la mejilla izquierda— no estés ocultado lo que eres en verdad, no tiene nada de malo.
—debo salir de aquí y deja de hacer esas cosas— césar sale casi corriendo de la oficina – (nunca me había besado un hombre y me siento extrañamente feliz por eso)— los pensamientos de césar estaban en el beso de Cesar, él deseaba en Roger fuera el que se atreviera a dar los pasos que da Charles detrás de él.
César llega a la cafetería y lo primero que ve es a la chica con quien él se suponía irías a una cita, besándose con otro, aprovechando que no hay clientes en ese momento.
—saludos— Cesar\, entra y va directamente al mostrador— dame un café negro y dos trozos de pastel de chocolate *con su linda sonrisa*— él entró a la cafetería y lo primero que hizo fue verla a ella y luego hacer la orden y dejarla nerviosa con el sujeto que le pregunta\, ¿por qué se asustó?
La orden le fue entregada y Cesar se despidió de todos con una hermosa y armoniosa sonrisa— gracias y nos vemos luego— salió de la cafetería y estaba Charces parado esperándolo afuera.
—viste a la linda joven— le dice en tono serio a césar— sabía lo que estaba haciendo y sabía que la enfrentamos de forma indirecta, eres Dragón De Bronce y eres fuerte y también sé que enfrentas a los demás de frente— le dice seriamente Charces a Cesar— vamos que quiero ese otro pedazo de pastel— se fue con Cesar en su auto.
—quiero ir a la base— dice Cesar un poco estresado al lado de Charces.
¿-y eso? No sueles ir los miércoles a entrenar-se sorprende Charces al notar tan estresado a César— pero está bien y así aprovecho entreno un poco también.
—me alegro de que también te motives— dice César en un tono sarcástico, ya que Charces es de los que les gusta la práctica de tiro, armas de alto calibre, o más bien franco tirador, y algunas veces el enfrentamiento de cuerpo a cuerpo.
—La pelea de cuerpo a cuerpo le quiero agregar el enfrentamiento con armas blancas— dice César muy seguro.
—pero eres el líder de las luchas de y pelea de cuchillos, eres el mejor en el uso de armas, que quieres además de eso— reacciona Charles.
—no es lo mismo tener fuerza y ser bueno— responde cesar— algo me está matando por dentro y debo detenerlo antes que…
—antes qué? —dice charles y frena el auto— mírame y dime que te está matando César— charles gira su cuerpo para ver fijamente a césar y ver sus ojos.
—nada, solo pensaba en voz alta, deja de mirarme así— César no voltea a ver a Charces-vamos por favor si no quieres morir aquí mismo.