Romance Prohibido

¡Justin! - gimió Camila al sentir los besos del joven en su abdomen.

- Eres tan jodidamente perfecta. - susurro y paso su lengua por el ombligo de ella haciéndola estremecer.

- Por favor. - pidió quejumbrosa.

- ¿Dime qué quieres hermosa? - cuestino el rozando la nariz en su piel.

¡Oh cielos no podía decirlo!

- Si no lo dices no lo haré. - susurro el sonriente.

Ella sintió su mejillas arder, tenía tanta vergüenza, pero su deseo era ma fuerte.

- L.. lameme. - susurro, Justin sonrió satisfecho y bajo su rostro hacia aquel lugar.

Camila se estremecio y retorció su cuerpo al sentir aquel juego lascivo.

¡Oh cielo era tan placentero!

Segundos después ella alcanzó su liberación mientras gemía el nombre del chico.

Justin sonrió satisfecho y subió por el cuerpo de ella repartiendo besos hasta llegar a sus labios.

- Tu es l'ambroisie, ma prof sexy. - susurro cerca a sus labios, ella sonrió.

- Eso es una excelente pronunciación. - comento respirando agitada. - Y te escuchas muy sexy. - El sonrió coqueto y le dió un beso en el cuello.

-Camila movió sus caderas incitandolo a unir sus cuerpos, él sonrió, y se acercó a su oído.

- - Que veux-tu de beau ? - cuestino.

- Linda forma de practicar tu pronunciación. - Je t'aime. - Dijo.

Él mordió su labio y unio sus cuerpos. Camila gimió de placer.

- No hay nada más sexy que escuchar esa hermosa voz hablar francés. - susurro el mientras movía sus icaderas. Camila no respondió, estaba demasiado excitada para pensar y articular palabra. Minutos después ambos alcanzaron su liberación gimiendo el nombre del otro.

Estaban recostados en la cama después de su última sección de sexo, Camila tenía su cabeza en el pecho de Justin, mientras esté rodeaba el cuerpo de ella con su brazo.

- Lo que paso en la escuela ayer. - hablo ella. - Me dió pena con Maxine. - comento. - Ella está encandilada contigo, se le nota a lenguas. - comento, no había podido dejar de pensar en lo que pasó.

Sintia pena por la chica y a la vez alivio de que Justin no gustar de ella.

!Ay cielos estaba muy mal!

- Sí, pero ella no me interesa, siempre he sido claro con ella. - respondió Justin.

Camila levanto su cabeza y lo miro al rostro.

- Ella no te gusta, pero, ¿ Alguna otra ? - cuestino. El la miro curioso.

- ¿ Por qué preguntas eso? ¿Acaso quieres que me interese en otra mujer? - cuestino.

- No, es solo que. - comentó ella y guardo silencio por varios segundos. - ¿ No te gustan las chicas de tu edad? - cuestino por fin la pregunta que se estaba haciendo desde hace días.

- Bueno, en este momento no. - respondió, Camilla puse los ojos en blanco.

- Hablo enserio, ¿ Tus novias Siempre han sido mayor que tú? - volvió a preguntar.

- No... - respondió Camila lo miro sin creerle, entonces él sonrió. - Bueno, está bien. - Mi primera vez fue con una mujer de 20 años, yo tenía 15, lo nuestro solo era sexo, ella tenía bastante experiencia,asi que aprendí me esforcé por aprender. - explico. -, Las otras novias que he tenido han sido de mi edad o, uno o dos años mayor que yo. - término de explicar y ella asintió, Pero entonces le surgió otra duda.

- ¿ Cuántas novias has tenido? ¿ O para ser más específica con cuántas mujeres te has acostado? - pregunto curiosa. Él sonrío.

- ¿De verdad quieres saber eso? - cuestionó sonriendo, ella asíntio sin dudarlo.- ¿ Y si yo te hago la misma pregunta me la responderías? - cuestionó él y ella asintió.

- Solo he tenido un novio y me he costado con dos hombres, mi él y tú. - respondió ella, Justin la miro sorprendido.

- ¿Solo dos? - Cuestino.

Aunque pensándolo bien no era algo difícil de creer, Camila era un poco tímida, para hacer las cosasen la cama.

- ¿ Por qué te sorprendes? - cuestino ella.

- Eres hermosa, los hombres deben polular Cómo abejas alrededor de ti esperando el momento para probar tu néctar. - dijo y Camila no pudo evitar reír ante su analogía.

- Tal vez, pero está flor, siempre fue bastante arisca, lastimosamente dejo que un imbécil se acercará demaciado. - susurro, Justin vio un deje de tristeza y amargura en sus ojos, quería saber exactamente que había pasado con su ex, Pero sabía que ella aún no estaba lista para contárselo, así que, decidió responder a su pregunta inicial.

- He tenido cinco novias, y me he acostado con ocho mujeres, nueve contigo. - confesó, Camila asíntio.

- Creí que iban a hacer más. - respondió.

- ¿Tengo cara de puto mujer? - pregunto haciéndose el indignado.

- No, solo eres muy guapo, es obvio que siempre has tenido muchas mujeres polulando a tu alrededor como abejas queriendo probar tu néctar. - repitió las palabras que había dicho antes él, Justin se rió fuertemente, se removió y colocó encima de ella.

- Bueno, debo de admitir que hasta ahora tú has sido, la más especial, sexy y ardiente de todas ellas. - susurro.

Camila sonrió, era tonto, pero aquello la hacía sentir bien.

- Bueno, yo no tengo mucho con quién compararte pero definitivamente eres mil veces mejor que aquel idiota. - comento ella, Justin sonrió y la beso apasionadamente, tanto que ambos volvieron a excitarse y terminaron haciendo el amor otra vez.

.....

Era viernes por la tarde, las clases acababan de finalizar, Camila se encontraba a las afueras de la escuela, entrando a su auto cuando fue interrumpida por Maxim.

- Hola profe. - saludo, Camila la miro y sonrió.

- Hola señorita O'connell, dígame, ¿ Qué se le ofrece? - hablo educadamente.

- ¡Ay profe trateme de tu y dígame Maxim. - dijo la chica, Camila sonrió y asintio.

- Muy bien, ¿ Que necesitas Maxim ?

La joven la miro sonriente de arriba a bajo.

- Usted es muy linda. - comento. - Debe tener experiencia con lo hombres.

Camila levanto sus cejas, ¿Creía que la chica le iba a preguntar algo referente a sus clases, pero ya veía que no.

- A.. algo. - comento Camila.

- Dígame, ¿ Cómo hago para conquistar al chico que me gusta? - cuestionó la joven con mirada de angustia, Camila mordió su mejilla interna nerviosa.

- Este chico es el joven Miller, supongo. - comento, la joven asíntio. - ¿Que no te dijo él que tenía novia? - cuestino, la chica asíntio cabizbaja.

- Sí, pero eso no me importa. - afirmó levantando la mirada. Camila abrió los ojos. - Lo quiero para mí, sé que soy mejor que esa mujer.

- ¿La conoces? - cuestino Camila un poco irritada por la actitud de la joven.

- No, pero sé que soy mejor que ella. - volvió afirmar.

- ¿Cómo lo sabes? - cuestino.

- Nunca la he visto por aquí, es obvio que no le interesa Justin, si yo fuera su novia no lo dejaría solo para nada, él es demaciado guapo, las busconas están en todos lados.- hablo. Camila sonrió y asíntio.

Y justo ella hablaba de busconas, la que quería conquistar el novio de otra, ¡Por Dios!

- Bueno Maxine yo te aconsejaría que pusieras tu atención en un chico que esté soltero y al que le gustes, tú eres una chica muy hermosa y podrías tener al chico que quisieras, no tienes que estar detrás de alguien a quien no le interesas, qué te lo ha dejado en claro muchas veces por lo que he escuchado, y que además se ha portado bastante grosero contigo. - aconsejo Camila. La joven no recibió el consejo con agrado y frunció el entrecejo.

- ¿ Entonces no me va ayudar? - cuestionó la joven molesta.

- No sabría que decirte, tal vez que averiguaras qué es lo que más le gusta y lo sorprendieras con eso, pero nuevamente te digo, lo que quieres hacer no está bien, el ya tiene una relación y el que quieras entrometerse en ella te hace una mujer... - Camila guardo silencio, no sabía cómo decir lo que pensaba, sin ofender a la chica ( aunque ganas no le faltaba) el monstruo de los celos rugía en su estómago y no pudo evitar sentirse ridicula. - Egoísta y mala. - termino.

- No, soy egoísta profesora, ni tampoco una mala mujer, soy alguien que quiere luchar por el amor que siente hacia un chico. Eso es todo. - refutó la joven y Camila asintió. - Bueno, respeto su opinión, gracias de todas maneras por el concejo. - dijo la chica. - Que tenga un buen fin de semana. - Se despido y camino hacia su auto. Camila dejo salir un suspiro y entro a su auto, vio por el espejo retrovisor a la joven.

Tenían que tener cuidado con esa chica, lo que sentía por Justin más que una atracción era una obsesión, y ella sabía perfectamente el daño que una persona obsesionada y egoísta podía causar. Sí, definitivamente ella y Justin tenían que cuidarse de Maxim.