Soy luz Domingúez, vivo en Miami, pero tube que mudarme obligadamente a casa de mi tia Loren, porque perdi a mis padres.
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CAPÍTULO 16
2 meses después.
Luz.
Ya pasaron dos meses, y hace un mes qué mudé a mi propio departamento, y dejé la universidad.
Hernán no volvió a acosarme, pero me estaba haciendo la vida imposible, no tuve más opción qué alejarme de él, aunque también de mis estudios.
En la empresa me va bien, aunque William también me hace la vida imposible, pero no doy mí brazo a torcer, no puedo darme el lujo de perder mí trabajo.
En esté momento me encuentro en mi oficina, trabajando muy concentrada.
--- Niña, necesito qué asistas a una reunión con William, van a tener qué viajar a Francia, es una reunión muy importante, y necesito qué estés lista, van a viajar en el jet privado de la empresa, ha y también va a ir Yadiel y Hernán Montenegro.--- me dice él señor Smith y quiero que la tierra me tragué.
---¿Qué sucede niña?, ve a preparar tu equipaje, van a tener qué estar una semana allí.--- si señor le respondo y salgo con mi bolso, algo atolondrada.
Tomó un taxi, llegamos rápidamente, le pagó al taxista y me bajó, observó la hora, todavía tengo tiempo.
Subo a mi depa y me doy una ducha, terminó secó mí cuerpo, mí cabello y me visto, me pongo un jeans blanco, camisa negra y zapatos negros, dejó mi cabello suelto y me maquilló con colores suaves.
Luego armó mi maleta, me cersioro de qué todo quedé en su lugar y salgo.
Llegó a la empresa, y William, Hernán y Yadiel, ya me están esperando en el Hall, cada uno con sus respectivas asistentes.
Mierda, maldigo en mi cabeza, no entiendo para qué mierda tengo que ir yo, sí cada uno tiene su personal.
---Apúrate, no podemos estar esperándote una hora, aprende a realizar bien tú trabajo.--- me dice el estirado de William, y sólo ruedo los ojos.
---Sí señor, ya podemos marcharnos. le digo, caminado hacia la salida.----
Hernán sube a su auto, con su asistente, y William con la suya, Yadiel también, me quedo parada en la acera sin saber qué hacer.
---Vamos luz, sube.--- me dice Yadiel, y subo a su auto.
Viajamos en completo silencio, durante todo el camino, apenas llegamos a la pista , bajamos y abordamos el jet al instante, esté era enorme y lujoso, digno de la corporación Smith.
Me senté en rincón, lo más lejos posible de todos, viajé muy tranquilamente hasta qué me dio ganas de ir al tocador.
Me urgía ir, así qué me levanté y fui, entro a esté y cierro la puerta, hago pipí, terminó, me lavo las manos y abro la puerta para salir, pero Hernán me empuja hacia tras, y cierra la puerta.
--- ¿ Qué haces?--- le preguntó sorprendida, no esperaba qué me tomara por sorpresa.
Esté sin decir nada, me toma del mentón y me besa, no es un beso duro, sino qué es dulce y suave.
No pude resistir, respondí al beso, con la misma dulzura que el me besaba.
Nos tuvimos qué separar para poder respirar, esté me veía diferente, no cómo lo hacía siempre, esté sé volvió a acercarse a mí y me rodeó con sus brazos, poniéndome cerca de su pecho.
No podía creer lo qué estaba pasando, mierda parecía un sueño casi irreal.
Esté me quitó la camisa, y luego el brasier, lamió mis pechos, asídome dar un gemido, fue acariciando mi cuerpo, haciéndome temblar, me quitó lentamente el cinto, el pantalón y las bragas, pasó sus manos por mis partes intimas, dejándome mojada y con ganas de más.
----Date la vuelta--- me susurró en el oído, y así lo hice, luego escuché cómo se cerró la puerta.
Mierda, me giré y Hernán ya no estaba, y mi ropa tampoco.
Maldije a diestra y siniestra, sonriendo amargamente, él bastardo me devolvió astutamente la jugada y caí cómo un chorlito.
Mierda, mierda y más mierda, ahora no tengo ni la más remota idea de cómo voy a salir de aquí sin ropa.
De golpe se abre la puerta, y entra William, intenté cubrir mi cuerpo con las manos, pero qué demonios, estaba completamente desnuda en frente del estirado.
Esté sé quedó de piedra, sin moverse ni decir nada, pero sin quitarme la vista de encima.
---¿Qué demonios me ve,? lárgate--- le grité sonrojada, pero él sólo seguía observándome, hasta qué habló.
---- ¿ Qué haces desnuda? --- me preguntó dándose la vuelta, y no supe qué responder.
--- por favor, podrías ayudarme, necesito qué tomes ropa de mi equipaje y me la traigas--- le pido muy avergonzada, y esté vuelve a mirarme, con una ceja levantada y una maldita sonrisa burlona.
---¿Y si no quiero? ---- me pregunta divertido y quiero romperle la cara.
---- Ya, deja de mirarme--- digo enojada y él estupido no deja de sonreír.
---Está bien, está bien, lo voy hacer sólo para que nadie te vea desnuda, no sea cosa qué asuste a alguien--- me dice esté cada vez más divertido, y sale.
Por dios, porqué me pasan estas cosas a mi, me preguntó suspirando hondo.
Minutos después, llegó William, y apenas abriendo un poco la puerta, me pasó ropa, y luego se fue.
Miré sorprendida la ropa qué eligió, por lo visto revisó todo mi equipaje, porqué lo qué me trajo estaba abajo de todo.
Esté me trajo un conjunto de lencería rojo, un tanto pequeño, una camisa blanca transparente y una falda tubo demasiado corta pegada al cuerpo.
Ni yo misma sé porqué empaqué esa ropa, dejé de pensar y me viste rápido, luego salgo y Hernán me ve muy sorprendido al verme vestida, quizás pensó que saldría desnuda.
Pasó muy avergonzada, y vuelvo al asiento, pero me pongo nerviosa al sentir la mirada de Hernán y también la de William, sobre mi.
yo viviría feliz con una vida como la de luz
luz es feliz, después de todo el amor no se mendiga y ha este punto todos viven la vida que eligieron vivir y de manera muy personal amo el final de luz