Hay un lugar al que llamo “hogar”, pero que no me brinda paz. Si otros vuelven felices a casa, yo me alejo para preservar mi cordura.
Queena Elnora, hija de Davis.
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El deseo de Elnora es sencillo: que su familia la ame, que el hombre al que quiere la mire.
Ha hecho de todo para lograrlo, desde gestos sutiles hasta acciones que la hacen ver ridícula.
Pero todo cambió… cuando tuvo un sueño.
Un sueño que le exigía dejar de hacer tonterías.
Un sueño que le pedía buscar su propia felicidad.
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Capítulo 22
Por otro lado, Garvin y los gemelos estaban en la empresa de Theo para discutir su cooperación. Estaban hablando seriamente cuando fueron sorprendidos por un portazo.
¡Pum!
"¡Mier***!"
"¡Car***!" se asustaron algunas de las personas que estaban en la habitación.
Mientras que el culpable parecía estar tomando aire debido al agotamiento.
"Ah, eres un imb***, relájate un poco al abrir la puerta", se quejó Vano.
"Ja, ja, lo siento", dijo el culpable, que no era otro que Sean, que parecía jadeante, y caminó hacia la silla donde estaban. Y, sin vergüenza, tomó uno de los vasos que había en la mesa y bebió.
¡Plac!
"Ballena, qué rico estás bebiendo mi bebida", se quejó Vano mientras golpeaba el hombro de Sean.
"Duele, imb***"
Mientras que los otros cuatro, incluido el asistente de Theo, solo observaban el alboroto que estaban causando. Y debido al hastío, Garvin inmediatamente abrió la boca: "Ya cállense, ¿qué hacen aquí?".
Las palabras de Garvin detuvieron su alboroto. Sean, que originalmente había venido aquí para dar información importante a sus amigos, parecía haber olvidado su propósito.
"Ayyy, por tu culpa. Me olvidé de por qué vine tan rápido", dijo Sean mientras le arrojaba un bolígrafo a Vano.
"¿Por qué me culpas? Tú eres...", la frase de Vano fue interrumpida al escuchar la voz fría de Theo.
"Suficiente".
"Una vez más que hagan ruido, se convertirán en mi saco de boxeo", amenazó Theo, haciéndolos callar y mirarse el uno al otro. Sus miradas parecían hablar, culpándose mutuamente y temiendo la amenaza de Theo.
Vamos, quién querría ser el saco de boxeo de un hombre frío como Theo. Antes ya perdían a menudo, y más ahora que la mujer que ama se ha ido y no ha vuelto. No quieren ser un conducto para su ira y terminar en el hospital o incluso en el cementerio. Ambos se estremecieron al imaginarlo.
"¿Qué te pasa? ¿Por qué pareces tan apresurado? Parece que hay algo importante", preguntó Garvin a Sean, que estaba harto de verlos mirándose fijamente.
"Dios mío, lo olvidé", dijo Sean golpeándose suavemente la frente.
"Je, ¿podrías prestarme tu laptop?", le pidió Sean a Jean. Mientras que Jean miró a Theo para pedir permiso.
"¿Para qué quieres usar una laptop? ¿Eres tan pobre que no puedes comprarte una?", se burló Vano, que todavía parecía molesto con Sean.
"Ah, cállate. Está bien, Yo, te aseguro que las noticias que traigo harán que todos me lo agradezcan", dijo Sean.
Jean, al obtener la aprobación de Theo, inmediatamente le entregó su laptop a Sean.
"Gracias, hermano, les aseguro que se sorprenderán. Y prepárense", dijo Sean mientras abría su laptop.
"Imb***l, ten cuidado si no es importante. Venderé tu colección de robots", amenazó Vano, pero Sean no le prestó atención.
Después de obtener con éxito lo que estaba buscando, Sean se lo mostró a sus amigos.
"Miren esto", dijo Sean mientras le entregaba la laptop a Theo y fue vista por Garvin y los gemelos. Lo que los sorprendió a los cuatro.
"Lo sé por mi prometida", dijo Sean explicando al ver su sorpresa.
"Ya sabes lo loca que está Laura por la moda. Y cuando Laura dijo que uno de sus diseñadores favoritos mostraría su rostro, al principio no me importó", continuó, haciéndolos callar. Sean sabía que querían escuchar su explicación más adelante.
"Pero cuando ayer la diseñadora se hizo pública y Laura mencionó su nombre, Queena Elnora putri, me sorprendió, y...", la frase de Sean fue interrumpida cuando Garvin repentinamente tiró de su chaqueta.
"¡Mier***, por qué me lo dices ahora!", se enojó Garvin.
"Ya, deja que Sean explique", dijo sabiamente Vino, diciéndole a Garvin que soltara a Sean.
"Mier***", maldijo Sean, que se sorprendió y, al mirar a otro lado, accidentalmente sus ojos se encontraron con los de Theo, que lo miraba fijamente. Con dificultad tragó saliva y continuó su discurso.
"A propósito no les dije. Ustedes mismos escucharon que El ya no usa el apellido de su familia. Y vean, El es un poco diferente de antes", explicó Sean.
"Y durante estos dos días he estado buscando información sobre el fundador de QL y recién hoy mis hombres la obtuvieron. Por eso vine aquí a informarles",
Continuará