NovelToon NovelToon
Un Secreto Entre Nosotros

Un Secreto Entre Nosotros

Status: En proceso
Genre:Dominación / Poli amor
Popularitas:1.7k
Nilai: 5
nombre de autor: HRHSol

Amar a uno la sostiene. Amar al otro la consume.
Penélope deberá enfrentar el precio de sus decisiones cuando el amor y el deseo se crucen en un juego donde lo que está en riesgo no es solo su corazón, sino su familia y su futuro.

NovelToon tiene autorización de HRHSol para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 15.

POV Kylian

Me senté en la cabecera como quien ocupa una trinchera. La sala de juntas olía a café y a papeles recientes; las luces del proyector pintaban una raya fría sobre mi corbata. Intenté ordenar los gráficos en mi cabeza, pero todo se mezclaba: la cara de Penélope en la penumbra de la noche anterior, su rechazo, la forma en que había evitado mi beso. El nudo en la garganta no me dejaba respirar.

Eric comenzó a hablar con su voz afilada y segura. Lo escuché al principio, palabras sueltas, datos. Después su voz se volvió un murmullo en la distancia. Cada diapositiva que aparecía en la pantalla era un mundo ajeno que me pedía atención y yo no podía dársela. Me vino la imagen de Carolina en el pasillo, clavándome la mirada como si viera a través de mí. Peor aún: la sonrisa de Sophi, apenas visible, pero allí, como una grieta que se abre.

—…y con esta línea de acción optimizamos la conversión— concluyó Eric, buscando mi aprobación.

Sentí todas las miradas girarse hacia mí. La presión fue una ola helada. Mis manos sudaban bajo la mesa. Intenté articular algo cuerdo, controlado. Un comentario seco, la mención de una variable, lo que fuera. Pero la boca me falló.

—Kylian… ¿estás de acuerdo? —preguntó Marta, del fondo, con la voz entregando el tiempo que todos necesitaban.

Mi respuesta fue una palabra arrastrada, sin convicción:

—Sí… sí, funciona.

Y allí, en esa monosilábica aprobación, escuché el estruendo de mi propia fragilidad. Me odié un poco por ello. Me odié por ser tan débil frente a mis propias ruinas.

POV Eric

Estaba presentando la estrategia con números, pero mis ojos siempre volvían a la figura inmóvil en la cabecera. Kylian no veía las gráficas, lo noté desde el minuto uno. No era sólo que se distrajera: había algo como una hendidura en su mirada, un desconcierto más profundo que la fatiga.

Intenté modular mi discurso para sostener la reunión, para que nadie percibiera el temblor de la mesa. Amplifiqué los éxitos, llevé el hilo hacia soluciones prácticas. Lo hacía a diario: convertir tensión en resultados. Pero esta vez la tensión no estaba fuera sino dentro de nosotros.

Vi a Kylian luchar por articular. Sentí su mano temblorosa al alcanzar un vaso de agua. Quise interrumpir y decir algo que lo anclara, pero sabía que cualquier gesto mío sería interpretado dos veces: por los colegas y por él. Y si lo interpretaban mal, si lo sospechaban… todo lo que teníamos afuera se desmoronaría.

Cuando terminé, miré a la sala buscando apoyo. Algunos asintieron, otros ya escribían notas. Entonces, como si el mundo se hubiera puesto en suspenso, Sophi sonrió. No fue una sonrisa cualquiera: fue la sonrisa que anuncia tormenta. Sentí como si hubiese puesto una bala en cámara y ahora sólo faltara apretar el gatillo.

POV Sophi

Me gustaba el teatro humano: pequeñas tensiones que se hacen públicas, gestos que delatan más que mil confesiones. Hoy olía a oportunidad. Los dos saliendo juntos de una oficina, la mirada de Carolina, la fragilidad de la cabecera —todo era una película perfecta.

Observé a Kylian con la distancia loca de quien ve caer una estatua. Estaba pálido, con la mandíbula trabajándose el control. Eric, impecable, sostenía la presentación. Perfecto contraste: la fuerza pública y la grieta privada. Me acerqué como quien no busca nada, y dejé escapar una frase que flotó como pluma en el aire:

—Qué buena propuesta, Eric. Muy sólida. —dije, con ese tono de amiga casual que no compromete nada. Pero mis ojos no mentían; se posaron en Kylian y, bajo mi sonrisa, lo disfruté.

Vi cómo las cabezas se giraban; perfiles atrapados en la malla. La sensación me recorrió: esto iba a dar juego. No forcé más. Dejé que el rumor germinara solo. Bastaría con una mirada repetida en la máquina del café, un comentario “casual” en la zona de fumadores, una palabra mal dicha en la sala de prensa… las piezas se moverían.

Kylian respiró hondo y dijo algo —no sé si coherente—, pero la sala ya no escuchaba la estrategia. Escuchaban el ruido de su caída. Y yo, apenas, recogí la melodía que vendría.

POV Kylian.

Salí de la sala con las piernas entumecidas. El pasillo me pareció más largo, y en cada cabeza que pasé veía una leve sonrisa o un curioso entrecejo. En la puerta, el vidrio me devolvió un reflejo que no reconocía: un hombre a punto de perder lo que más amaba. Mi teléfono vibró en el bolsillo. Una notificación. Un mensaje sin leer. No era de Penélope, por suerte; tal vez todavía no sabía. Pero el desasosiego se me ancló adentro, y supe con una certeza helada: no puedo seguir así. Algo tenía que cambiar, o todo se vendría abajo.

1
Maria Elena Martinez Lazaro
excelente
Maria Elena Martinez Lazaro
Quien es Sophi ?. Estoy perdida estaban hablando con Carolina y de pronto la mencionan a ella y dos veces
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play