Continuación de la historia "Una vida llena de misterios y fantasías".
Feng Bao-Liang una pequeña princesa fue bendecida por un misterioso ser sobrenatural que los hombres apodaron el "Gran Dios Fénix". Y así un pequeño pueblo se convirtió en un gran imperio, abasteciendo a los ciudadanos de toda la fertilidad de la tierra.
pero...¿Por qué? nadie lo sabía...
Cuando la princesa nació, el gran fénix se presentó y la nombró como tesoro imperial.
El tiempo pasó y la princesa creció junto a su hermano mayor.
Todo parecía ir de maravilla hasta que la guerra se desató; entonces las cosas cambiaron...la vida de la pequeña princesa cambió completamente.
Ahora ella debe proteger a su imperio, buscar el porqué ese fénix la cuida y le enseña a controlar su maná espiritual sin pedir nada a cambio...¿Logrará Bao-Liang encontrar respuestas antes de lo inevitable? Porque después de todo un destino cruel le espera..
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Capítulo 15.
Mientras tanto...
Bao-Liang abre los ojos encontrándose en perfecto estado, mira a su lado y ahí, todavia estaba Bao-Long.
— Incluso en el mas allá sigues conmigo Xiao-Long. —
Comenta riéndose ligeramente, luego con cuidado se levanta sacudiendo su ropa.
— ¿En dónde estamos? ¿En el infierno o en el cielo? —
Se pregunta la pequeña observando alrededor, lo que parecia ser una cueva donde apenas entraban los últimos rayos del sol.
— No has muerto. —
— ¿Que? —
La niña se da la vuelta y mira al zorro de antes sentado frente a ella.
— ¿Pequeño zorro? No, eres un demonio ¿Cierto? —
— Comentario acertado. —
Exclama el pequeño zorro volviendo a su tamaño real, un zorro rojo de nueve colas.
Segundos después se transforma en un joven de cabellos blancos con pequeñas melenas rojas.
— Soy un demonio. —
— Entonces, ¿Estoy muerta? —
Pregunta una vez mas Bao-Liang señalandose con el dedo. El joven niega y detrás de él aparece el anciano serpiente que ella reconoce al instante. Seguido de él una mujer hermosa: Jin Ling.
— Realmente no, pero estuviste a punto de estarlo. Gracias a nosotros ahora estás a salvo. —
Agrega la mujer, Bao-Liang asiente comprendiendo lo que había pasado.
— Se los agradezco, cuando regrese de la guerra definitivamente los recompensaré. —
Hace una reverencia y se da la vuelta para salir aquel lugar, pero Bao-Long se interpone en su camino.
— ¿Que sucede Xiao-long? —
— Tienes que quedarte, con tu nivel de entrenamiento no serás capaz de combatir a los enemigos. —
Comenta el joven con amabilidad mientras se acerca a ella. La niña retrocede empuñando Bao-Long y le advierte que no se acerque.
— Un demonio zorro, el abuelo dijo que no son confiables. —
— Tranquila, es cierto que soy un demonio zorro, pero no manipulo.—
Aclara él dando un paso hasta llegar a ella con las manos en forma de rendición, su ropa compacta con la punta del filo metal. La niña no parece del todo convencida.
— ¿Y por qué me ayudarían? —
La mujer sonríe y da un paso sin llegar a invadir el espacio de la pequeña. Hace una reverencia presentándose.
— Jin-Ling, saluda a su señoría. —
— ¿Que clase de demonio eres? —
Le pregunta Bao-Liang con desconfianza sin dejar de apuntar al joven. Este por su lado ríe.
— Soy un demonio tigre. —
Responde Jin-Ling todavía con la cabeza inclinada.
— Levántate, no es necesario que hagan eso. Y aun no han respondido mi pregunta, ¿Por qué me ayudarían? —
— Nos envió el jefe para cuidarte. —
— ¿Quién? —
— Nuestro jefe es aquel que ustedes humanos, llaman Gran Dios Fénix. —
Agrega el joven riéndose ligeramente, Bao-Liang solo arruga la nariz sin bajar la guardia.
— Es decir, nosotros somos los protectores enviados por él para cuidarla. —
Dice el anciano serpiente dando un paso hacia Jin-Ling.
— Nosotros somos expertos en el combate, si se queda por unos días. Le aseguro que logrará alcanzar un nivel más alto en el esgrima. Y podra proteger al ejército y el imperio Feng. —
Bao-Liang baja la espada lentamente pensando en lo cierto que era lo que había dicho el anciano.
— ¿Cuánto tiempo necesitaré para aprender todo? Soy buena en manejar espadas, lanzas y arcos. —
El joven sonríe con satisfacción asintiendo.
— Tu potencial es excelente, lo lograrás en cinco días. En cinco dias te aseguro que ningun humano será rival para ti incluso los demonios pequeños te tendrán miedo. —
— ¿El ejército Feng estará bien? —
Bao-Liang se muestra preocupada por la seguridad de los soldados y de su padre y abuelo. Jin-Ling asiente rápidamente.
— Mientras mas rápido empecemos, usted regresará en el momento oportuno para ayudar. —
La niña asiente lentamente, el joven abre un portal entre las rocas y los tres la guían hacia el otro lado.
— Esto es...—
— Hermoso, lo sé. Sabía que te encantaba la naturaleza, así que decidí crear este lugar para que pudieras entrenar con tranquilidad. —
Habla con entusiasmo el joven cruzándose de brazos, pero al siguiente segundo Bao-Long ya está sobre su cuello.
— ¿Lo sabías? ¿Esto es una trampa? —
Bao-Liang se pone a la defensiva otra vez, Jin-Ling y el anciano serpiente niegan antes de intervenir.
— Su señoría, no es lo que quiso decir ese tonto. Simplemente buscamos un buen lugar para su entrenamiento. —
La niña baja la espada nuevamente asintiendo.
— Iré a preparar algo para su señoría. Debe tener hambre. —
Agrega Jin-Ling haciendo una reverencia yéndose en dirección a la casa, dejando a los tres en el patio. La niña observa un columpio bajo un arbol de cerezo.
— ¿Puedo sentarme? —
Pregunta señalando. El anciano serpiente asiente y la guía.
Bao-Liang se sienta sobre la madera y el mayor la columpia con cuidado. Luego de un rato se va para ayudar a Jin-Ling dejando al joven y a ella solos.
— Es demasiado alto. —
Dice ella mirando hacia abajo.
— Lo es, pero a ti te gustan las alturas. Quiero decir que las alturas son geniales. —
— ¿Por qué siento que sabes todo de mí? —
Pregunta Bao-Liang dejando que el desconocido la siga meciendo.
— ¿Por qué no? Mi deber es cuidarte desde tu nacimiento. Sería extraño no saber nada. —
— ¿Por qué me proteges entonces? —
— Ya lo dije, es por el jefe. —
— ¿Por qué el Dios Fénix quiere protegerme? —
El zorro rueda los ojos por tal insistencia, detiene el columpio e inclina la cabeza para mirarla. Sus ojos comienzan a brillar.
— No puedes cuestionarme, solo tienes que hacer lo que yo te diga ¿Entiendes? —
Bao-Liang observa el hermoso par de ojos que la miran, luego pequeñas luces salen de ellos llegando a ella.
Un golpe resuena y el joven retrocede sobandose la cabeza con exageración.
— ¡Oye! ¿Por qué me golpeas? —
— Dijiste que no manipulabas. —
Responde la niña columpiandose mientras observa el gran paisaje verde.
— ¿Dónde estamos? Se supone que en el continente Feng ya es casi invierno. —
Cambia de tema, el joven se cruza de brazos y responde a regañadientes.
— Estamos entre el territorio de los demonios y los humanos. —
Él señala el lugar delante de ellos, prados verdes y árboles en plena floración.
— Cuando puedas contener tu propio poder podrás hacer que todo un reino entre en primavera. —
— ¿En serio? —
Él asiente y ella sonríe con alegría.
— Debes dar todo. —
Agrega él.
Entonces el gran entrenamiento de la pequeña princesa comenzó.