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Cartas Para Una Princesa

Cartas Para Una Princesa

Status: Terminada
Genre:Mundo mágico / Época / Romance / Embarazo no planeado / Familia mágica / Completas
Popularitas:116.2k
Nilai: 5
nombre de autor: LunaDeMandala

Las aventuras de la princesa Bella Volt del Imperio de Oro de un gran mundo mágico.

El mundo mágico también incluye las novelas

1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para Lilith
3) La identidad secreta del duque
4) Revancha de época
5) Una asistente de otra vida
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
11) Reviví para salvarte
12) Mi Héroe Malvado
13) Hazel elige ser feliz
14) Negocios con el destino
15) Las memorias de Arely
16) La Legión de las sombras y el Reesplandor del Chi
17) Quiero el divorcio
18) Una princesa sin fronteras
19) La noche inolvidable de la marquesa
20) Ni villana, ni santa
21) Salvando a mi Ernesto

** Todas novelas independientes **

NovelToon tiene autorización de LunaDeMandala para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Novios

Después de que Ernesto saliera del baño, la ayudó a levantarse y la condujo al baño con manos firmes pero delicadas, asegurándose de que no tropezara ni perdiera el equilibrio. ajustó la temperatura del agua y preparó todo con cuidado, mientras Bella se dejaba envolver por el vapor y el calor del agua, sintiendo cómo cada detalle de su entorno estaba cuidadosamente dispuesto para su comodidad.

mientras ella se bañaba, Ernesto fue a pedir el desayuno.. se preocupó de cada detalle, recordando sus gustos por las cartas, el aroma del pan recién horneado, la fruta cortada con mimo, el café servido con las especias que a Bella le gustaba.. Todo reflejaba su deseo de mimarla y demostrarle lo importante que era para él..

Cuando Bella entró en la habitación, aun tenia su cabello húmedo, con los ojos todavía marcados por el sueño, y lo encontró allí, sonriendo suavemente, atento a cada movimiento. —Desayuno listo, princesa —dijo él, con un tono cálido—. Espero que le guste, lo pedi pensando en usted.

Bella se sorprendió por la delicadeza y consideración con la que Ernesto la trataba. Cada gesto suyo, desde colocar la servilleta hasta servir el café, transmitía cuidado y respeto, haciendo que la princesa se sintiera valorada y segura.

Mientras desayunaban, Ernesto permaneció atento a cada necesidad de Bella, ofreciéndole el primer bocado con suavidad y asegurándose de que todo estuviera a su gusto. no había prisa ni obligaciones; solo la sensación de que aquel hombre, con su atención constante, consideraba su bienestar lo más importante.

Bella, con una mezcla de gratitud y sorpresa, apenas pudo articular unas palabras: —Nunca me han tratado así…

Ernesto le sonrió con sinceridad. —Nunca he cuidado a nadie como lo haré con usted, Bella. Para mí, es un tesoro que debo proteger.

El desayuno transcurrió entre risas suaves, miradas cómplices y un silencio cómodo, donde ambos parecían disfrutar de la compañía del otro, olvidando por completo el mundo exterior. La intimidad de la noche anterior se había transformado en un cariño palpable, hecho de gestos atentos y una consideración mutua que reforzaba su cercanía.

La tarde cayó lentamente sobre la mansión, bañando los salones con una luz cálida y dorada. Ernesto y Bella permanecieron juntos, disfrutando de la calma después de la intensidad de la noche anterior y la suavidad del desayuno. no había formalidades ni distancia.. sus conversaciones fluían con naturalidad, entre risas, comentarios juguetones y miradas que parecían decir más que las palabras.

Se sentaron en el salón, cerca de la ventana, observando los jardines. Bella señalaba con delicadeza las flores y los pequeños pájaros que se movían entre ellas, mientras Ernesto escuchaba atentamente, sonriendo ante su entusiasmo. cada gesto de la princesa parecía capturar su atención por completo: cómo se inclinaba hacia adelante, cómo sus manos se movían al hablar, cómo sus ojos brillaban cuando encontraba algo que le llamaba la atención.

—¿Siempre observa a los pájaros con tanta atención? —preguntó Ernesto, intentando mantener un tono casual mientras sentía un ligero rubor en las mejillas.

Bella lo miró, arqueando una ceja con un toque de picardía. —Depende de con quién esté, barón Parsons —respondió con suavidad, dejando que la insinuación flotara entre ellos, sin romper la armonía de la tarde.

Ernesto tragó saliva, sorprendido por la manera en que ella podía mezclar elegancia y coquetería con tanta naturalidad. intentó responder con una broma, pero su voz se quebró ligeramente, y un rubor intenso coloreó sus mejillas, lo que hizo que Bella soltara una risa contenida, encantada por su nerviosismo.

Se levantó para acercarse a la mesa donde descansaban tazas de té y dulces. al volver, dejó caer sin querer un pequeño trozo de bizcocho. Ernesto se inclinó rápidamente para recogerlo, y sus manos se rozaron al mismo tiempo que lo entregaba a Bella. ambos se quedaron un instante en silencio, sonriendo incómodamente ante el contacto, conscientes de la cercanía que cada roce generaba.

—Creo… que necesito tomar más cuidado —susurró Ernesto, jugueteando con una servilleta, mientras su mirada no podía abandonar la de Bella.

Ella lo miró con una mezcla de ternura y diversión. —No se preocupe, barón —respondió—. Yo también disfruto de estos pequeños accidentes.

La tarde continuó entre charlas suaves, risas compartidas y miradas cómplices. Cada gesto, cada toque accidental, cada palabra susurrada reforzaba la intimidad que habían empezado a construir: un delicado equilibrio entre amistad, confianza y un coqueteo que crecía lentamente, lleno de promesas implícitas y una anticipación que ambos sentían en cada respiración.

Anochecía en la mansión Greenville, mientras Ernesto y Bella caminaban juntos por los senderos, disfrutando de la calma y del silencio del lugar. La tensión de la noche anterior y la complicidad del desayuno parecían haberse convertido en una comodidad natural: se acercaban con facilidad, compartiendo risas y miradas que apenas podían ocultar el afecto creciente entre ellos.

Ernesto se detuvo junto a un pequeño estanque y la miró con un brillo en los ojos que mezclaba nerviosismo y determinación. Bella lo observó, percibiendo en él algo más profundo que el juego coqueto de siempre, un sentimiento que había estado creciendo silencioso desde sus primeras cartas.

—Bella… —comenzó él, su voz ligeramente temblorosa—. Hay algo que he querido decirle desde hace mucho, pero no sabía cómo…

Ella inclinó la cabeza, curiosa y con una sonrisa suave. —Dígame, Ernesto —respondió, con la elegancia natural de una princesa y un matiz de picardía que parecía invitarlo a ser sincero.

Respiró hondo y tomó su mano, apenas rozando sus dedos contra los de ella, como un gesto tímido pero cargado de significado. —Desde la primera carta… me doy cuenta de que no puedo ignorar lo que siento. Bella, quiero que sea mi novia.

Un silencio se instaló por un instante, interrumpido solo por el sonido del agua en el estanque y el viento en las hojas. Bella sintió cómo el corazón le latía con fuerza, sorprendida y emocionada. La sinceridad de Ernesto, la ternura en su voz y la seguridad en su mirada hacían que cada palabra penetrara en ella con fuerza.

—Ernesto… —dijo finalmente, con un ligero rubor en sus mejillas—. Yo también he sentido lo mismo—susurró, dejando la frase abierta mientras le sonreía con complicidad—. Sí, aceptaré ser su novia.

Un brillo de felicidad iluminó el rostro de Ernesto, y sin esperar más, la acercó a él en un abrazo suave pero firme, uniendo sus cuerpos en un contacto que ya no era solo juego o coqueteo: era la confirmación de un vínculo nacido entre cartas, miradas y gestos compartidos.

Mientras caminaban por los jardines, Ernesto no podía evitar mostrar un gesto de preocupación. Su ceño fruncido y la manera en que apretaba ligeramente la mano de Bella delataban que algo lo inquietaba.

—Bella… —comenzó, con voz baja y cargada de nerviosismo—. Me alegra tanto que aceptara… pero vivimos lejos. ¿Cómo haremos para vernos con frecuencia? No quiero que la distancia arruine lo que empezamos.

Ella lo miró con suavidad y una sonrisa tranquila, comprendiendo su inquietud. Se detuvo y tomó su otra mano, acariciándola con delicadeza.

—Ernesto, no se preocupe —dijo con seguridad—. Ya he pensado en eso. Dejaré un frasco con mi sangre en su mansión. Con eso, y usando el hechizo de teletransportación, podré venir a verte y regresar en cuestión de minutos.

Ernesto parpadeó, sorprendido y a la vez maravillado por la solución mágica que proponía. —¿En serio? —preguntó, con un dejo de asombro y un rápido sonrojo que le subió por el cuello—. Eso… eso sería increíble…

—Sí —continuó Bella, con un guiño juguetón—. Así podremos vernos cuando queramos, sin importar la distancia

Ernesto soltó una risa nerviosa, mezclada con alivio. La idea de poder estar cerca de ella con tanta facilidad lo llenaba de alegría y anticipación. Por primera vez en mucho tiempo, la distancia no parecía un obstáculo; al contrario, se sentía como una nueva aventura que podrían disfrutar juntos, reforzando su vínculo mientras exploraban esa cercanía mágica y única que ahora compartían.

Bella, viendo la emoción en sus ojos, sonrió con picardía. —Además, —añadió suavemente—, así podré vigilarlo un poco también… no vaya a olvidarse de mí.

Ernesto se rió de nuevo, más relajado, sintiendo que cada gesto, cada palabra y cada pequeño plan de Bella demostraba cuánto se preocupaba por él, reforzando la intimidad y la confianza que habían comenzado a construir.

1
Paulina Gabriela
Pues que pin.... abusivos todos 🤨 como si fueran perfectos, estoy indignada con su trato 😕
Massiel Martinez Rosales
creo que solo hombres débiles le pusieron a las princesas ningún guerrero nadie para hacerle frente a vitorio y que feo que la hermana de Ernesto se deje manipular por el esposo ni en su día especial pudo hacer algo por el hermano para que lo acompaño si lo iba dejar solo al final
Massiel Martinez Rosales
pero me sorprende que hablen de deshonra cuando vitorio embarazo a Emma no estaban casados igual leandro se metió con berenice sin estar casados son bien hipócritas y que Emma deje de llorar y lo defienda qué con lágrimas nada se soluciona
Massiel Martinez Rosales
a Ernesto le quedan pocos meses de vida con tantas amenazas de muerte y miradas matadoras el emperador le fue arrebatando los años
Massiel Martinez Rosales
vitorio va a estar feliz al sabe que les falta poco para alcanzar a ethan
Massiel Martinez Rosales
el contendió de esas cartas con doble sentido son poderosas
Rosa Paredes
Me conmovió hasta el alma hermoso capitulo un digno final de una familia fuerte, unida y con un futuro por delante bellísimo michas Gracias 🌸🍀😁
Joa Castillo
me encanta cada vez mas seguir con tuz historias
Maria Elena Maciel Campusano
Excelente historia, pues Bella y Ernesto cultivaron un amor a través de misivas, dónde expresaban sus más sinceros sentimientos y de ese amor nació la fortaleza y entereza de Ernesto para soportar los castigos de los Volt y llegar entero a su boda, para tener al fin un hogar con su amada Bella y sus peques, muchas gracias Autora 😊👏👏👏💐
Maria Elena Maciel Campusano
Ahí está, después de tanto hacer sufrir al bueno de Ernesto, el fue un colaborador muy importante para hacer que Vitorio le gane a Ethan en tener más nietos 😅😅😅
Maria Elena Maciel Campusano
Ahhh qué boda, algo parecida a las bodas de la colonia, donde se tienen qué casar porque la chica ya salió con su "domingo 7" 😅😅😅
Maria Elena Maciel Campusano
Pues contra todo pronóstico el pobre llegó a la boda en una pieza😅
Maria Elena Maciel Campusano
Yo opino que tal vez en vez de enojarse y juzgar anticipadamente, deben observar y estudiar la personalidad del futuro esposo de su hija y hermana 🤔🤔🤔
Maria Elena Maciel Campusano
Qué bueno que cuentan con la complicidad de la Emperatriz y además que el buen Ernesto está aguantando 🤔🤔🤔
Maria Elena Maciel Campusano
Ahí en ese baile cada loco con su tema, pero Ernesto y Bella tienen una aliada estrella que es Berenice y el control que ejerce en Leandro, pues de no ser así el pobre Ernesto no hubiera llegado a la fiesta de compromiso 🤔🤔🤔
Maria Elena Maciel Campusano
Oh vaya, al paso que van, solo habrá puré de Ernesto el día de la boda y todavía falta Arturo 🤔🤔🤔
Yasna Ramirez
lo que maw m
Yasna Ramirez
hubiera sido mas feliz si ella misma le entregara su hermano a Bella
Yasna Ramirez
no me gusto lo que le hizo a Ernesto! 🤨🤨
Yasna Ramirez
me decepcionaste Elysia! tu hermano merecia que tu entraras con el
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