Un Contrato Por Tus Curvas

Hoy empiezo a trabajar como la nueva asistente de Asher, ayer unas horas después de que se fuera y como según él por agradecimiento a la nueva oportunidad que le dí y porque es algo que ya me pertenece, me mandó toda la ropa y demás cosas que me había comprado, me negué pero fué en vano.

Me siento muy nerviosa y más al recordar esa horrible experiencia que tuve la primera vez que pisé esa gran empresa.

Bueno llegó el momento, entré, fuí a recepción y cuando di mi nombre la actitud de todos cambió, como si yo fuese alguien especial e importante… Fue raro, pero me gustó que me traten bien, me dirigí al ascensor y subí al piso donde está la oficina de Asher, allí la historia resultó diferente al trato que tuve abajo, ya que la secretaría de éste sector fue un poco soberbia y muy desubicada.

-Hola, soy Eris Morales ¿me podría indicar donde está la oficina de Asher por favor?

-Tienes cita

-No, él..(no me dejó terminar de hablar que me interrumpió)

-Entonces si no tienes cita es mejor que te vayas.

-Pero él me está esperando

-Asher está ocupado, crees que él tendría tiempo para atender a un mamut como tú.

-Señorita, yo no le falte el respeto a usted, así que le pido que también me respete.

-Y eso me importa porque?….

-Puedes anunciarme con Asher, ya le dije que él me está esperando.

-Pero que parte de sin cita y que está ocupado no entiendes gorda.

Y una voz ronca, firme y autoritaria habló saliendo por el pasillo detrás de mí.

-Al parecer, ser sancionada no le sirvió de nada señorita Karen? ya le dejé en claro que en esta empresa se respetan a todos y es una de las cláusulas del contrato. Ya mismo se disculpa con ella.

Se puso blanca como un papel al notar que Asher escuchó todo.

-Señor Asher lo siento yo no quise…

-Acaso escucha mal? Le dije que se disculpe con la señorita, a mi sus disculpas no me sirven así que pídale disculpas a ella.

Me miró con odio y entre dientes dijo..

-Lo siento.

-Fue la disculpa menos sincera que oí. Pero eso lo decidirá Eris, entonces señorita Eris, ¿acepta las disculpas de mi inepta secretaria?

Lo miré como diciendo... Qué haces!!!!

-Y Eris?

-Se las acepto mientras prometa que no le volverá a faltar el respeto a nadie más..

-Por eso no debe de preocuparse, ya que Karen está despedida y no sólo eso, sino que tendrá que pagarle a la empresa una multa por incumplimiento de contrato.

Al oír eso ella corrió hacia Asher y se arrodilló ante él y llorando le decía

-No señor Asher por favor le prometo que no le volveré a faltar el respeto a nadie, no me despida necesito mucho este trabajo y el dinero

-Levántese que hacer eso no le ayudará de nada, lo hubiera pensado antes, usted fue advertida y sancionada, pero de todos modos no le importo su trabajo, ahora tome sus cosas y salga de mi vista, ah y una cosa más espere el llamado de mis abogados.

La quise ayudar a ponerse de pie, pero me rechazó y cuando ya estaba parada arremetió contra mí empujándome y gritando.

-ESTO ES TU CULPA MALDITA CERDA

Asher me atajó de espalda entre sus brazos.

-Preciosa estás bien? Me dijo al oído

-Si Asher, gracias.

Me soltó suave y le hablo a esa loca

-ESA ES LA MANERA DE DISCULPARSE? INCLUSO TE QUISO AYUDA A PONERTE DE PIE, Y ASÍ LA SIGUES TRATANDO? AHORA SÍ QUE CONOCERÁS EL INFIERNO.

SEGURIDAD SAQUEN A ESTA LOCA DE MI EMPRESA.

-Eris vamos acompáñame a la oficina

Esa faceta de Asher da un poco de miedo pero hacer lo que hizo es lo correcto, y aunque el trato que me proporcionó esa mujer fue muy desagradable, me dió un poco de pena.

Entramos a la oficina.

-Perdón por eso Eris, ya no se donde meter la cara de la vergüenza, todo esta en mi contra contigo, en verdad lo siento mucho.

-No fue tu culpa, y no será ni la primera ni la última vez que alguien me trate así.

-Nadie merece tanta falta de respeto, estas bien, te duele algo?

-Estoy bien Asher de verdad, ahora olvidemos este trago amargo y hablemos de mi nuevo empleo.

-Está bien, pero por favor si alguien vuelve a faltarte el respeto quiero que me lo digas, ese maltrato es inaceptable. De acuerdo?

-De acuerdo.

-Bueno señorita asistente mía, tú trabajaras aquí conmigo en esta oficina, dijo y sonrió seductor.

-En la boca del lobo... susurré, pero al perecer me escucho.

-Este lobo hambriento de tí... respondió y lamió sus labios..

Luego de ese momento me empezó a explicar sobre lo que debía hacer y el resto de la jornada laboral continuó sin disturbios.