Está es la historia de una joven pastelera que anhela desde el fondo de su corazón tener su propia confitería y deleitar al mundo con sus inigualables sabores; pero su sueño se verá interrumpido cuando en un evento muy importante se entrega a un desconocido. Desde ese momento su vida cambia por completo al descubrir que está embarazada y su hijo se convierte en su única y mayor prioridad. Sin embargo cinco años más tarde, Trevor Hamilton, el padre de Dylan, reaparece en sus vidas intentando reconquistar a su hermosa morena y formar la familia que tanto anhelaba, desestabilizando así la armonía en la vida de Carolina.
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Capítulo N°15
Carolina ingresó a la mansión con una media sonrisa en su rostro esa travesura de Trevor le pareció muy graciosa pero más aún ver su cara de asombro por su respuesta. Ella estaba concentrada en su celular cambiando el nombre del contacto a un simple “Trevor” cuando sintió que alguien se aferraba con fuerza a su pierna y le gritaba.
⎯ ¡ Mami… mami, mi papá es genial, me va a llevar a pasear en avión!
⎯ Sí, cariño, ya hablé con él y le expliqué que por ahora no podemos viajar.⎯ ella al ver la desilusión en su mirada y como su sonrisa se borró de repente lo alzó en brazos y con ternura le dijo.⎯ Sin embargo por ahora puede llevarte al colegio, cuando tú quieras y hablar por teléfono con él durante el día .
⎯ Genial, le diré que me lleve mañana.
⎯ Cariño, mañana es sábado, no tienes clases.⎯ explicó mientras giraba con él y el pequeño reía.
⎯ Está bien, ¡ya basta me mareo!
Ella se detuvo y lo abrazó con todas sus fuerzas; entonces percibió el aroma del perfume de Trevor en su ropa y se alejó con disimulo, ese hombre estaba en todos lados y ahora su hijo olía igual a él.
⎯ Cariño, ve a despedirte de tu padre.⎯ lo dejó en el suelo.⎯ Debemos salir con la tía Karen y Eva.
⎯ Eva llora mucho, no me gusta estar con ella.⎯ se quejó.
⎯ Es muy pequeña, por eso llora.⎯ le dijo y golpeo su trasero para que camine ⎯ Ve a saludar a Trevor así nos vamos, ya hemos perdido mucho tiempo.⎯ miró su reloj de pulsera.
⎯ De acuerdo.
Dylan miró a su madre con una gran sonrisa y como si tuviera una gran misión por delante salió corriendo al jardín.
⎯ ¡Papaaaaá! ⎯ gritó emocionado. ⎯ ¡Papito…!
Carolina aún no podía creer lo que estaba sucediendo y como Dylan se adaptó tan rápido a la idea de tener un padre, y sobre todo cómo podía correr gritando tan fuerte para llamar su atención, definitivamente ese niño tenía mucha energía, pensó. Sin embargo al girar se encontró con la mirada seria de Santiago; entonces con su habitual postura de señor amargado le preguntó.
⎯ ¿Ese niño piensa gritar todo el día?
⎯ No, y no te preocupes, ya nos vamos.
⎯ Ya era hora, desde que llegaron no he visto a mi abogado.
⎯ ¡Ese no es mi problema! ⎯ respondió Carolina.
Santiago la fulminó con la mirada; entonces Trevor ingresó a la sala con el niño en brazos y vio que el ceo miraba de mala manera a Carolina y preguntó.
⎯ ¿Pasa algo?
⎯ No.⎯ respondió con una voz gélida y le ordenó.⎯ Ve al despacho, es urgente.⎯ dijo y se retiró del lugar.
Nuevamente los tres estaban solos en la sala como si fueran una familia y la morena se sentía incómoda.
⎯ Bueno campeón, tengo que regresar al trabajo.⎯ dijo con melancolía, era la primera vez que odiaba tener que trabajar porque deseaba pasar tiempo con alguien.
⎯ ¿Cuándo te volveré a ver?
⎯ Muy pronto.⎯ respondió y le besó la mejilla.⎯ En la noche te llamo.
⎯ A las ocho ya se acuesta.⎯ intervino la madre.
⎯ Gracias por el dato.⎯ respondió y le guiño un ojo coquetamente.
⎯ Solo no quiero que se desvele, ni lo despiertes.
⎯ De acuerdo, lo llamaré a las siete.
⎯ Perfecto.
⎯ Adiós campeón, pórtate bien.
⎯ Sí papi.
Trevor se dirigió al despacho sabiendo que su jefe estaba muy molesto, pero eso lo tenía sin cuidado, había compartido la mañana con su hijo y cada minuto con Dylan había sido un sueño hecho realidad.
Carolina se encontraba dentro del auto junto a su pequeño que jugaba muy animado con un juguete. Ella había terminado de acomodar todas las cajas en el automóvil y estaba esperando a Karen para ir a la farmacia, cuando su celular comenzó a vibrar y un número desconocido apareció en la pantalla.
⎯ Hola.⎯ respondió con dudas
⎯ Buenos días, ¿hablo con Carolina Costa?
⎯ Sí, así es.⎯ contestó y se incorporó en el asiento para prestar atención, entonces del otro lado de la línea se escuchó a una persona muy molesta.
⎯ Señorita llevo media hora esperando en su confitería, me parece muy descortés de su parte no tener la descendencia de avisar que está retrasada o al menos cancelar nuestra reunión con anticipación.⎯ dijo sin detenerse.⎯ ¡Y ahora que tiene que hablar se queda callada! ¡Qué descaro!
⎯ Señor, no sé quién es usted; pero le pido que cuide sus modales y baje el tono de su voz.
⎯ Soy Paul Anderson, el arquitecto que su socio contrato.
Carolina se golpeó la frente contra el volante se había olvidado por completo de esa reunión y maldijo en silencio su mala suerte, por meses estuvo detrás de ese arquitecto y una vez que le da una cita ella se olvida por completo de la cita.
⎯ Le pido disculpas señor Anderson, realmente lo siento, seguramente Franco se olvidó de avisar de nuestro encuentro.
⎯ ¿Qué coincidencia?
⎯ ¿Qué cosa? ⎯ pregunto esperando que Franco no la hubiera delatado.
⎯ Eso mismo fue lo que su socio me dijo que diría.
Ella alejó el celular de su rostro y gritó con desesperación sacando la cabeza por la ventanilla y asustando al niño.
⎯ ¡Maldición, maldito Franco, tú y tu bocota!
⎯ Señorita todavía la estoy escuchando maldecir.⎯ escucho y se trató de controlar.
⎯ Perdón, tuve un pésimo día, pero sí me re programa la reunión estoy segura que no se va a arrepentir. Por favor, solo necesito una oportunidad de redimir mi error.⎯ propuso y rogó en silencio que acepte.
⎯ De acuerdo, el lunes al mediodía estaré aquí, mientras pensaré en la reforma del lugar, su socio ya me explicó que desean y trabajaré el fin de semana en el proyecto.
⎯ Gracias, muchas gracias.
⎯ De nada y espero que mejore su día
Dijo y cortó la llamada.
Carolina, suspiro aliviada y guardo su celular en su cartera, cuando de repente ve bajar corriendo las escaleras a Karen con un par de lentes oscuros, un pañuelo en su cabeza cubriendo su cabello y la niña en brazos como si estuviera huyendo de algo o de alguien.
La morena no pudo evitar reír con todas sus fuerzas, su amiga iba a la farmacia por un test de embarazo y parecía que se estaba ocultando de los paparazzi para ver a su amante. Al subir al auto dijo con desesperación.
⎯ ¡Arranca, antes que Santiago sospeche!
⎯ ¿Qué tienes un amante, que estás loca o que va a hacer padre de nuevo?
⎯ Solo conduce.⎯ dijo y la miró sin entender nada.
⎯ De acuerdo.
Carolina obedeció y al mirar al espejo retrovisor vio como Santiago estaba parado en las escaleras y miraba en dirección al auto.
Estaba delicioso su chupete 🍭 🤣🤣 y lo quiere a toda costa, mismo si sus padres no le dan la bendición ( si fuera así 🤔) esperamos la boda 😉
Gracias mi Lola, hicieron mi tarde 🤣🤣