Tentación

Teniendo en cuenta de como inicio la comida, puedo decir que termino bien, por lo menos el tema de Manolo no se tocó más en la mesa, veo que mi hermano y Bella se acercan a nosotros.

Mi hermano saluda de beso en la mejilla a mi abuela y luego abraza a mi tío, mientras que Bella solo saluda a mi abuela.

- Siempre tan guapa Bella. - la pelirroja no se sentía muy cómoda con la presencia de mi tío, lo cual me parecía extraño.

- Martin como estas. - mi tío se acerca y le da dos besos en la mejilla.

- Pero por favor sentemos. - sugirió mi tío.

- Yo les pido un permiso, debo ir al baño.

Bella se ausenta, mientras que mi tío, mi abuela y mi hermano se sientan.

- Permiso, tengo que hacer una llamada. - digo y me dirijo a los tocadores, encontrándome una Bella mirándose en el espejo.

- Mía cómo vas. - si algo conocía de Bella es que ella no sabía ocultar cuando algo le molestaba.

- Eso te digo yo, te pusiste palida cuando viste a mi tío, ¿Te pasa algo con él?

- No, es solo que algo de la comida me cayó como mal, entonces por eso vine al baño. - porque será que no le creo.

- Que mal. - le digo un poco incrédula. - como me lo suponía la conversación con mi abuela era lo mismo que con mi madre.

- El profesor Cortes, yo te dije que el cuento de que estás vendiendo tu auto no era muy bueno. - en eso tenía razón.

- Francisco cortes fue novio de mi mamá. - le digo sin expresión.

- ¡Que! - deja de mirarme por el espejo y me mira de frente. - con razón tanto alboroto.

- Y si Manolo sabía todo esto, porque no me lo dijo. - de tanto interrogatorio que he tenido ya no se ni que estoy pensando.

- No se, de pronto no vió la necesidad o cree que tú ya lo sabes, no sabría decirte.

- Bella Pedraza, ¿tu te acostaste con mi tío? - la pregunta salió sin pensarlo, ella se recuesta al lavabo, mira hacia arriba y luego fija su mirada en mi.

- Si, pero antes que digas algo, fue una completa locura. - ya no sabía si sorprenderme, pero con mi tío también

- Claro que fue una completa locura, Bella por Dios que te pasa, es mi tío. - más que sentirme enojada, era sorpresa. - ¿Salvador sabe?

- No, Mía eso fue hace un año y fueron dos o tres veces no más.

- Pero por qué mi tío se fue, además hace un año era que estaba Salvador con Kany y te recuerdo que me dijiste que estuviste con el, donde estaba yo, que hasta ahorita me entero.

- Yo te conté, pero vuelvo y te digo, omití los nombres. - claro que me acordaba.

- Tu pensaste que nunca iba salir esto a la luz, osea, en qué momento se te ocurrió que acostarte con mi tío era la solución por Dios.

- Bueno ya, cometí un error lo sé, pero yo no estaba con tu hermano.

- Oficialmente no, pero te cogiste a su tío, cuando también lo hacías con él. - en qué momento nos metimos en tanta cosa.

- Tu hermano no se puede enterar Mía, no por ahora. - su voz sono en tono de súplica.

- Tu sabes perfectamente que yo no le voy a decir, pero Bella así como me di cuenta yo, el también lo va hacer, y es mejor que tu se lo digas y no que se entere por otro lado, y vamos por qué pueden empezar a sospechar.

Salimos del tocador y regresamos a la mesa, dónde mi hermano, mi tío y mi abuela nos esperaban.

- ¿Estás bien? - le pregunta salvador a Bella.

- Si, solo que algo de lo que comimos, me cayó mal.

Mi tío observaba a Bella de una manera distinta que no me había percatado en ellos, sino hasta hoy, no culpaba a Bella de haberse metido con él, el joven de 35 años tenía su encanto y él lo sabía.

- Bueno yo creo que ya es hora de irnos, tu papá ya debe estar llegando y estará feliz de verte - le dice mi abuela a mi tío.

- Vienen con nosotros. - pregunta mi tío.

- Nosotros pasamos tío, no creo que Bella se sienta en condiciones de ir, entonces vamos a ir a su piso. - nunca había visto a la pelirroja tan preocupada.

- Yo tampoco, no es por despreciar la invitación, pero no tengo muchas ganas de ver a Sofía, de pronto otro día.

- ¿En qué te vas? - pregunta mi abuela con intriga.

- Después pido un Uber, voy a estar un rato aquí.

Sin más que decir y rogando que no me preguntara más, me despido de ellos y los veo salir del restaurante, saco mi celular de mi bolsa y le envió un mensaje a Manolo "¿Estás ocupado?" - su respuesta llegó casi de inmediato. "Para ti nunca lo estoy" "Ya puedes pasar por mí" "Estoy aquí hace una hora"

Salgo del restaurante y veo mi auto que se parquea al frente del lugar, abro la puerta del copiloto e ingreso, intento darle un beso en la mejilla a Manolo, pero fue imposible porque en vez de su mejilla me recibían sus labios.

- Tenemos que hablar de esto. - le digo mirándolo a los ojos.

- Lo sé, ¿Dónde quieres hablar?. - me pregunta con su mirada perdida.

- Mira yo no te niego que esto me está gustando, pero es que yo no puedo ser la tercera, tú no te alcanzas a imaginar la lucha interna que tengo todos los días por ti.

- Y tú crees que yo no, sé que estoy casado, pero yo no estoy bien con Pamela.

- ¿ Y por qué no la dejas si no estás bien con ella?

- Es complicado Mía. - suelta el volante para mirarme a mí y tomarme de las manos.

- No es complicado, si no la amas como dices, simplemente se separan y ya, pero lo que tú quieres es tenernos a las dos, y yo con eso no puedo, Manolo estoy siendo hipócrita conmigo misma.

- Según tú, yo quiero jugar contigo. - sus manos sueltan las mías, lo cual me hizo sentir un vacío.

- No sé, son cosas que no te entiendo aún, por haberte prestado mi auto, llevo tres interrogatorios y me falta uno todavía, tu esposa está histérica, tú te imaginas donde Pamela se entere realmente lo que está pasando entre nosotros.

- Perfecto, tienes toda la razón, no es justo con ninguno de los tres, sé que no será fácil porque tenerte cerca es quererte tener, querer besarte, pero si lo que quieres es que me aleje, lo haré desde este momento.

Aunque sabía que era lo correcto, no lo quería aceptar, se soltó el cinturón de seguridad y se bajó del auto, no pensé que fuera hacer eso, me bajo también y lo veo caminar a la otra acera, lo llamo, pero prefiere ignorarme, se sube un taxi y se marchó, dejándome aquí sola.

Me subo a mi auto y apoyo mi cabeza en el volante, esto había sido más duro que haber hablado con Felipe, me decía mil veces que solo fue sexo, pero verlo irse así me dolió, y estoy creyendo que involucre más de lo que creí