Tras una trágica muerte. Bell, una joven mujer, reencarna en su libro preferido. Sin embargo, ella tiene la voluntad de cambiar las cosas dentro de él, tanto, que causa que el villano de la historia se enamoré de ella.
¿Podrá realmente su esfuerzo valer la pena?
¿O el destino le tendrá muchas más pruebas por superar?
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capitulo 15: No la conozco
Narrador
La noche se avecinaba. El sol que había dado su claro y hermoso día se ocultaba con un brillo opaco debido a las bajas temperaturas que ocurría en el norte, la neblina ocultaba cualquier rastro de luz.
Derek que estaba impaciente esperando a su hermano y a su doncella. Con sus brazos cruzados movía el dedo índice, inquieto.
— hasta que por fin llega.— murmuró dentro de su habitación desde el balcón. Sin embargo, nota dos cosas fundamentales. Había regresado sin ropa y sin lo más importante que según era para él—... ¿Y Elenor?
Sin mencionar que el tiempo estaba cada vez peor. Tanto que obligó Derek a regresar y cerrar el balcón a toda prisa. Alessandro parecía de un humor muy alarmante debido a lo que veía y presentía. Al bajar al vestíbulo, se lo encontró y de frente le preguntó por aquella chica que era su sirvienta.
— ¿Donde esta Elenor?— preguntó con seriedad.
— ¿Quién es ella?... No la recuerdo.
— Alessan-...
— no me menciones otra vez ese nombre. Y... Tienes menos de una hora para irte. No te necesito a tí tampoco. No lo volveré a repetir.
Quedando callado sobre aquella amenaza. Derek únicamente lo ve irse. Esta vez no mentía y si se negaba realmente no la podía contar. La situación de él le preocupaba, no por Elenor, pero ella era un factor importante para influir en la vida de Alessandro. Tanto para bien como para mal, y si por lo menos tendría una oportunidad de salvarlo la ayudaría hasta donde lo vería conveniente para su hermano.
Él piensa una vez quedando solo.
«¿Debería rendirme?... ¿Debería dejarlo morír aquí y que se pudra por siempre?... Ja. Es lo desearía si no supiera que estás maldito. No puedo... No puedo abandonarte. Sería darle la victoria a esa bruja de emperatriz»
Con un suspiro y media sonrisa, afirma lo siguiente.
— ¿Por qué las mujeres le gusta complicar las cosas?
— maestro...— se asoma Vanessa al escuchar los ruidos provocados de Alessandro—... ¿Que vamos hacer ahora?... He escuchado lo que dijo su majestad. ¿Tenemos que irnos?
— así parece. Ve arreglando tu maleta. Nos iremos antes que cumpla su amenaza...
— ¿Y su doncella?... Algo le habrá pasado que están tan distante de ella.
— ve, Vanessa— ordenó con firmeza—... No podemos perder más tiempo.
— como ordene.
Y al irse. Derek solo piensa seguir por última vez a Alessandro antes de marcharse del castillo. Sin embargo, se detiene a solo uno pasos de su puerta al escuchar un estruendo proviniendo de ella. Gritando con dolor en un idioma que solo Derek y sus parientes conocen, ya que es parte de su descendencia. Con ello, lentamente este se retira. Teniendo solo así un solo pensamiento y una decisión que ya tomó.
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En aquella plaza donde una vez, uan pareja se demostraba un cariño incondicional, terminó en dolor y tragedia quedando solo uno en ese lugar.
Sentada en una banca con los pies descalzo y arriba del asiento, Elenor abrazaba sus piernas con los ojos rojizos de haber llorado como una niña pequeña. Decepcionada de la situación, solo miraba al suelo mientras que las parejas restante se retiraban pues ya era de noche. Ya había pasado varias horas desde que se quedó sola en ese sitio tan alegre.
Desde que se había separado de Alessandro, ella permaneció ahí. Tal vez esperándolo y que le devuelva algo que dio de una manera apresurada y poco imprudente, ella quería que le devolviera su corazón o parte de el para poder seguir, o quizás era solo una excusa para que su majestad volviera. No importaba que le regañara o tratarla con desdén, pero quería que volviera por ella.
Ya habían pasado varias horas que Alessandro se había marchado. El frio de la noche se hacía presente ante el pequeño cuerpo que tenía. Temblaba, no tenía a donde refugiarse, pero lo peor de todo era que aquel gélido viento no se comparaba con lo frío que se sentía su ser.
— vaya... Pobre joven— dijo un hombre que le coloca su chaqueta sobre aquellos hombros que temblaban—... Realmente lo has arruinado... ¿O no, Elenor?
Miró hacia un lado vio los mechones rubio sujetado por la cola de caballo que Derek siempre se hace. Pero por supuesto, era él.
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Muchas gracias por leer. No olviden dejar su lindo me gusta en este capítulo 🥀
Sólo espero que Derek ayude a Elenor para vencer la maldición y derrotar a la bruja de la emperatriz 🤔