Samantha es una chica que ha estado enamorada desde que era una niña de su vecino, James Él siempre la ha visto como a una hermana menor. Dejarán de verse por varios años, ella ha dejado de ser una niña y se ha convertido en una hermosa mujer. ¿Será que él comenzará a verla con otros ojos? ¿Ella aún seguirá enamorada o ya lo habrá superado?
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Capítulo 15
Es viernes muy temprano y salimos rumbo al aeropuerto, de última hora mis padres decidieron mandar el Jet para que no tomáramos un vuelo comercial.
Durante el viaje me dedico a trabajar en mi computadora, no me gusta dejar nada al azar y reviso una vez más el contrato que redactó Rachel para la señorita Rossi.
Admito que hacer uso del Jet nos benefició pues ahorramos tiempo. Aterrizamos y ya nos espera la señorita Rossi.
- Bienvenidas, espero que hayan tenido un vuelo agradable
- Así fue, gracias.
- Las llevaré a la villa para que se pongan cómodas y descansen un poco antes de la reunión con mi socio.
La villa es verdaderamente hermosa.
Al llegar nos guían hasta nuestros respectivos dormitorios, aprovecho para tomar una ducha rápida y arreglarme.
Una hora más tarde las tres estamos listas y la señorita Rossi nos guía por la hermosa construcción hacia la biblioteca.
Al abrir la puerta podemos observar un gran escritorio ubicado frente a un gran ventanal desde donde se pueden apreciar los viñedos.
Aparentemente, no hay nadie más, el gran sillón detrás del escritorio está de espaldas. Amablemente, nos ubican en las sillas que están frente al hermoso escritorio de caoba.
- En un momento daremos inicio, solo debemos esperar al Licenciado Conti.
Las tres inclinamos la cabeza en señal de asentimiento. El Licenciado Conti ingresa y nos saludamos amablemente.
Justo en ese instante el sillón que creíamos vacío gira y queda frente a nosotros el socio misterioso.
- Buenos días, señoritas. Un placer verlas nuevamente.
No salimos de nuestro asombro al reconocer a James Wilson. Verlo después de tanto años me trae sentimientos agridulces.
- ¿James?- cuestiono incrédula.
Se levanta de su asiento y se dirige a nosotros.
- Hola, Samantha- se inclina y besa mi mejilla. Mi corazón se acelera.
- Stephanie, que gusto verte y supongo que usted es la señorita Rachel Adams.
Las saluda y ninguna consigue decir una palabra.
- Señorita Rossi, Licenciado Conti. Me darían unos minutos por favor.
- Claro- responden y salen de la biblioteca.
Las tres estamos expectantes ante lo que tenga que decir James.
- ¿Me puedes explicar por qué mantener el anonimato?- logró realizar la pregunta más importante.
- Después de lo sucedido con Heather he decidido mantener un bajo perfil.
- Pero tú sabías bien que éramos nosotras quienes manejamos esta empresa- menciona Steph.
- Por supuesto, ese es el motivo por el cual las elegí.
- ¿Y para qué hacernos venir? Pudiste firmar el contrato y listo.
- Muy simple, quería verte- responde mirándome directamente a los ojos y no puedo sostener esa mirada.
- Cof, cof- Rachel llama nuestra atención rompiendo ese momento incómodo para mí.
- Deberías dejar pasar a la señorita Rossi y a tu abogado, así podemos firmar y terminar con esta negociación- sugiero o más bien exijo.
- No puedes firmar nada sino como es el producto. Les parece si hacemos un recorrido por el viñedo y así pueden degustar lo que aquí se produce.
- Por mí está perfecto- se adelanta a responder Stephanie.
- Me tomé la libertad de comprar para ustedes ropa más cómoda. La encontrarán en su habitación.
- Gracias, James. Me da mucho gusto verte- dice Stephanie.
- A mí también me da gusto verlas. Las espero en 20 minutos en la entrada de la Villa.
Salimos de ahí rumbo a nuestra habitación.
- ¿Él es James? ¿Tu antiguo amor platónico?- indaga Rachel.
- El mismo- responde Steph- era la última persona que esperaba encontrar aquí.
- Exacto, no imaginé verlo de nuevo y mucho menos en estas circunstancias.
- Ay amiga, la manera en la que te miró dderretiríaa cualquiera.
- Excepto a nuestra reina de hielo- asegura Rachel.
- Dejen de imaginar cosas y mejor vamos a cambiarnos que nos esperan.
- En realidad te esperan a ti, nosotras venimos de coladas.
En la cama de mi habitación hay una caja y dentro un lindo vestido negro, unas sandalias y un sombrero.
Debo admitir que James tiene muy buen gusto y no sé cómo consiguió ropa exactamente de mi talla. Supongo que la señorita Rossi tiene algo que ver.
- Te ves hermosa, Samantha- expreso James al verme- Las tres se ven muy bien.
- Gracias- respondemos al mismo tiempo.
- La señorita Rossi, ¿no nos acompaña?
- Antonella vendrá más tarde, tenía cosas que atender.
Comenzamos el recorrido y la Vila es más grande de lo que noté en un principio.
James nos explica lo referente a loa tipos de uvas y al vino que aquí se produce. En su mayoría es Chianti.
Llegamos al lugar donde se almacena y nos sirve un poco de cada variedad. Hay una mesa llena de exquisiteces que podemos degustar junto a una copa de vino. Las chicas lucen ansiosas.
- Nosotras nos retiramos- anuncia Stephanie- queremos dar una vuelta por el pueblo y conocer.
- Yo voy con ustedes- respondo de inmediato.
- Por favor, quédate. Necesitamos hablar- me toma ligeramente por la muñeca para evitar que me levante.
- Nos vemos más tarde, Sam- se despiden ambas y se van.
Me quedó a solas con James sin saber qué decir. En medio de ese silencio abrumador, puedo observarlo con detenimiento. De aquel joven que recuerdo ya no queda mucho, ha cambiado. Luce más maduro y mucho más atractivo.
Mis pensamientos me hacen sonrojar.
- Aún te sonrojas como cuando eras una adolescente- menciona acariciando con sus dedos mi mejilla.
- Hace algo de calor aquí- intento achacarle al clima el color de mis mejillas.
- Estás preciosa, moría de ganas por verte.
- ¿Qué fue lo que sucedió?- trato de desviar la conversación- ¿Cómo fue que llegaste aquí?
- Después de poner en evidencia a Heather y conseguir el divorcio, estaba muy resentido con mis padres y tomé la decisión de hacer uso del fideicomiso que me heredó mi abuelo para irme de Nueva York y empezar una nueva vida.
- Supongo que tus padres estaban muy arrepentidos por haberte obligado a casarte.
- Lo estaban, pero yo más. No te imaginas lo qué fue vivir con esa loca. Sobretodo después de que sufriera el aborto, se empeñó en culparme cuando fue ella quien se lanzó por las escaleras y todo para evitar que me diera cuenta de que el bebé no era mío.
- ¿Y qué fue de ella?
- Cuando les mostré los videos a sus padres en donde explicaba lo sucedido decidieron internarla para que recibiera atención psiquiátrica, pero meses después la sacaron y por lo que sé sigue obsesionándose con diferentes hombres y haciéndoles la vida imposible.
- Y tú, ¿ya has superado lo que viviste?
- No completamente, me cuesta relacionarme y confiar en la gente. Los primeros años fue prácticamente un ermitaño, de no ser por Antonella quien sabe cuanto me habría tardado en recuperarme.
- Entonces la señorita Rossi es algo más que tu socia.
- Sí, una muy buena amiga. La considero mi hermana. Ahora es tu turno, cuéntame sobre ti.
- No hay mucho que contar. Primero me dediqué de lleno a los estudios y al terminar me enfoqué en la empresa y como estoy segura de que ya lo sabes, con excelentes resultados.
- Profesionalmente se todo de ti, pero de Samantha la mujer, no sé nada.
- Hasta el día de hoy la Samantha empresaria le ha ganado a la Samantha mujer. Mi vida personal no es muy diferente de lo que conociste en el pasado.
- Quiere decir que no has superado lo que ocurrió con Dylan.
- No quiero hablar de eso, el pasado debe quedarse en donde le corresponde.
- Ok, dejemos ese tema. No sabes lo feliz que estoy de verte nuevamente- toma mi mano y la lleva a sus labios, dejando un beso en la palma que provoca un escalofrío que recorre todo mi cuerpo.
- También estoy feliz de verte, pero es tarde y estoy cansada por el viaje.
- Lo entiendo. Te acompaño a tu habitación.
No me había dado cuenta de lo tarde que es, pasan de las 10 de la noche.
- Buenas noches, Sam. Descansa.
- Buenas noches, James.
Ingreso a la habitación y casi pego un grito al encender la luz y ver a Stephanie y Rachel sentadas en la cama.
- ¿Qué diablos hacen aquí? Casi me matan del susto.
- Es obvio, estamos esperando los detalles de tu encuentro con James- responde Steph.
- ¿Qué detalles? Solo nos pusimos al día y me pareció muy injusto que me dejarán ahí sola.
- Por favor, Sam. Ustedes necesitaban hablar- dice Rachel.
- Además, está clarísimo que James sigue perdidamente enamorado de ti.
- No sé de donde sacas eso, Steph. Nunca estuvo enamorado de mi.
- Lo estuvo y lo sigue estando, que el muy tonto se haya dado cuenta tarde es otra cosa.
- Mejor cuéntenme, ¿cómo estuvo el paseo?
- El lugar es encantador- responde Rachel- mañana debes de ir con nosotras. Te va a encantar.
- Ok, mañana vemos. Primero debemos cerrar el trato.
- Por una vez en tu vida deja de pensar en el trabajo. Descansa, nos vemos mañana.
Las chicas se van y me preparo para ir a la cama, estoy tan cansada que no me toma mucho tiempo quedarme dormida.