Carla

Quizás ya lo sé, en algún lugar profundo de mi alma, que el amor nunca

dura,

y tenemos que encontrar otras vías, para llegar bien alto nosotros solos

o mantener la cara de póker

Y siempre he vivido de esta forma, manteniendo una confortable

distancia,

y hasta ahora, me había jurado a mí misma que estaba contenta con la soledad.

Porque nada mereció nunca el riesgo, pero...

Tú eres la única excepción.

“the only exception- paramore” sonaba en mi celular camino a

casa de mi madre y esa letra hacía eco en mi mente. Mi vida pasó a ser de lo

más tranquila a ponerse patas para arriba, estaba en Paz conmigo misma, pero ¿por

qué todo esto cambio?, ¿por qué hay un vaivén de cosas en mi cabeza? Desearía

tener un interruptor que apagara todo esto. Por favor destino no juegues

conmigo, no podría soportar otra herida.

El abrazo más cálido del mundo y yo no quiero soltarlo.

-Hola Mamá, te extrañé mucho

-hijita mía que alegría verte.

-¿cómo estás, Mamá?

-bien mi vida, pero vos no estás bien.

Hay que tener en claro que todas las madres tienen ese lado

intuitivo, yo lo bautizaría con el nombre de videncia maternal.

-si mama estoy bien pero algo agotada

Cambiando rápidamente de tema hago una pregunta

-¿Vanesa no llego aún?

-no cielo mío, tu hermana tenía una cursada hoy y salía más

tarde.

De pronto entra mi hermano y nos abrazamos todos.

-bueno, no veo el Mate, veo dos mujeres hermosas y no veo un

Mate cebado

Nos largamos a reír, ponemos el agua a calentar y nos

disponemos a charlar. Vanesa había mandado un mensaje que traería pizzas así

mamá no cocinaba, y la fiera de mi estómago ya empezaba a ponerse de mal humor.

Vamos Vanesa apúrate.

Para las 21 hs mi pequeña hermana entra por la puerta y ya

teníamos la mesa lista, así que nos damos un beso y nos disponemos a comer.

Vane estaba pálida y seria, incluso mamá le pregunto qué le pasaba. Durante la

comida me hacía señales de ojos para darme a entender que empezaría a hablar

del tema de sus gustos, yo le hacía señales que después de comer, mamá notaba

que algo nos pasaba y nos miraba de reojo. Miradas van y miradas vienen hasta

que de repente.

-a ver, ¿qué les pasa a ustedes dos?

Marcos miraba todo y no entendía nada. Mamá esperaba una

respuesta

-¿qué tienen que decir que no se animan?

-Nada mamá

-Carla, ¿alguna está embarazada? ¿Tienen problemas? ¿Qué pasa?

-Mamá, te aseguro que no es ningún problema de esos,

terminemos de comer y hablamos.

Mi madre no quedó conforme, pero nos quedamos en silencio

hasta que a los 5 minutos terminamos de comer. Mi Hermana se ponía cada vez más

pálida, era capaz de seguir comiendo aunque esté llena para qué la cena no

termine nunca. Su expresión era muy graciosa. Marcos no entendía nada de nada,

y supongo que se preguntaba que seria que tendríamos que decir y ¿por qué él no lo sabía de ante mano y nosotras dos si?

-Bueno, hablen ya, esta intriga me está matando.

Cuando mi madre dice esto, Vanesa no sabía qué hacer, así

que al ver que ella no habla, yo hablo por ella y termino esto de una vez.

-Mamá, Vanesa hace mucho que les quería decir algo

importante, pero no se animaba.

-Carla, hija, si es acerca de sus gusto en las mujeres, ya lo

sabíamos.

Vanesa y yo quedamos boca abierta y parecíamos estúpidas. Mi

madre y marcos sabían todo y Vanesa se complicaba y  se mortificó todo este tiempo.

-Mamá desde hace cuánto que lo sabes?

-puff, Vanesa desde hace años. Estaba esperando que me lo dijeras, era hora ya.

- están enojados conmigo?

Vane miraba tanto a mi hermano como a mi mamá.

-Vanesa, no estamos enojados, estábamos esperando que

tuvieras el valor, hace unos días te vi con una chica, supongo que es tu novia.

Le conté a mamá y estábamos pensando cuando la conoceríamos.

-Marcos, yo no sé qué decir.

-hija, no me asusta que seas gay o que tu hermano lo sea (lo

dice sonriendo)

Todas reímos al imaginar la situación y Marcos la mira a mi

madre frunciendo el ceño en señal de desagrado. Esto hizo que nos relajáramos

un poco y más para Vanesa. El postre se comió con risas y charlas de por medio,

fue una noche hermosa, pero terminamos cansados, nos vamos a la cama todos. Al

recostarme se me vienen imágenes a la cabeza del sillón blanco yo encima de Ale

cogiendo a un ritmo acelerado, se me hace un vacío en el estómago pero a su vez

siento esos temblequeos y no paro de desearlo. Cierro los ojos y siento ese

beso, esos brazos sosteniéndome fuerte, por favor como desearía que esté aquí.