Emma Varela, una joven de 18 años, ha pasado los últimos cinco años de su vida intentando olvidar el trauma de un accidente automovilístico que no solo dejó cicatrices físicas, sino que también le arrebató a su mejor amiga, Sofía. Emma se ha refugiado en los estudios y la natación, evitando a toda costa recordar aquella noche fatídica.
Su mundo comienza a tambalearse cuando Gabriel Muñoz, un joven misterioso y reservado, llega a su escuela. Gabriel, con una mirada cargada de secretos y una actitud distante, se convierte en el centro de atención de todos, pero es a Emma a quien él parece observar más detenidamente.
A medida que Emma y Gabriel se van conociendo, ella descubre que él también tiene su propio pasado doloroso. Ambos empiezan a apoyarse mutuamente, y una conexión profunda surge entre ellos. Sin embargo, emma pronto se da cuenta de que Gabriel sabe más del accidente de lo que el admite.
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Capitulo 17: Cicatrices Compartidas
Las revelaciones del diario habían dejado a Emma y Gabriel con más preguntas que respuestas, pero también con una determinación renovada para descubrir la verdad. Decidieron tomar un descanso en un café local antes de continuar con su investigación. La tensión en el aire era palpable, y ambos sabían que el camino por delante sería difícil.
Sentados en una mesa apartada, Emma miró a Gabriel con preocupación.
—Sabes, esto no solo te afecta a ti. Todos tenemos cicatrices del pasado, algunas visibles y otras no tanto. Tal vez sea hora de que compartamos nuestras propias cicatrices —dijo Emma suavemente.
Gabriel la miró, sorprendido por sus palabras. Sabía que Emma siempre había sido reservada sobre su propia vida, pero sentía que ahora era el momento adecuado para abrirse.
—Tienes razón. Todos llevamos cicatrices, y es importante compartirlas. Nos hace más fuertes —dijo Gabriel, tomando un sorbo de su café.
Emma respiró hondo antes de comenzar.
—Cuando era pequeña, mis padres se divorciaron de una manera muy fea. Mi padre era un hombre violento, y mi madre y yo sufrimos mucho por su culpa. Cuando finalmente nos fuimos, nos costó mucho reconstruir nuestras vidas. Pero esas cicatrices, aunque dolorosas, me hicieron más fuerte. Me hicieron quien soy hoy.
Gabriel escuchó en silencio, sintiendo un profundo respeto por Emma y su valentía. Sabía que compartir esas experiencias no era fácil.
—Emma, no tenía idea de lo que habías pasado. Eres increíblemente fuerte, y admiro tu valentía.
Emma sonrió, sintiéndose aliviada por haber compartido su historia.
—Gracias, Gabriel. Ahora es tu turno. Sé que llevas mucho dentro de ti.
Gabriel asintió, sabiendo que era el momento de abrirse completamente a Emma.
—Bueno, además de perder a mi hermana en el accidente, siempre sentí que mis padres me culpaban de alguna manera. Ellos nunca lo dijeron directamente, pero la forma en que me miraban cambió. Era como si hubieran perdido a su hijo junto con mi hermana. Nunca me sentí lo suficientemente bueno, y eso dejó cicatrices profundas en mi corazón.
Emma tomó la mano de Gabriel, dándole un apretón de apoyo.
—Siento mucho que hayas tenido que pasar por eso, Gabriel. Pero quiero que sepas que no estás solo. Estamos en esto juntos, y te ayudaré a superar cualquier cosa que se interponga en nuestro camino.
Gabriel sonrió, sintiéndose más ligero después de compartir sus cicatrices con Emma.
—Gracias, Emma. Tu apoyo significa mucho para mí. Sé que juntos podemos encontrar la verdad y sanar nuestras heridas.
Mientras se sentaban en el café, compartiendo sus historias y cicatrices, Emma y Gabriel sintieron que su conexión se fortalecía aún más. Sabían que enfrentar el pasado y sus propios demonios era parte del proceso de descubrir la verdad y encontrar la justicia.
Con una renovada sensación de propósito, se levantaron del café, listos para continuar su búsqueda. Sabían que el camino sería difícil, pero con su vínculo fortalecido y sus cicatrices compartidas, estaban preparados para enfrentar cualquier desafío que viniera.
El sol comenzaba a ponerse, bañando la ciudad en una luz dorada mientras Emma y Gabriel caminaban juntos hacia su próxima parada en la investigación. Sabían que había mucho más por descubrir y muchas cicatrices por sanar, pero estaban decididos a hacerlo juntos, sin importar lo que el futuro les deparara.