Karen Wilson, era una esposa amable, cariñosa y muy atenta con todos, ella pensaba que tenía todo hasta que su prima Samanta la engaño para poder así lograr separarla de su flamante esposo.
Sebastian Meló un hombre rico y poderoso es engañado también por Samanta y con eso ella logró llegar a ser la amante del esposo de su prima a la que envidia y odia.
Karen por decepción y para poder darle una buena vida a su hijo, decide volver a trabajar para mantener a su hijo, aún cuando eso le lleve a meter a su ex esposo y a su amante a la cárcel, Karen Wilson hará lo que sea necesario para no volver a ser pisoteada por su esposo, aún cuando ella lo ame no le pasara una infidelidad más. Ahora ella cuenta con el apoyo de Andrew Lezama, el mejor abogado, hijo de una de las mejores familias, además es guapo él la ama y no dejará que nada malo le pase.
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Capítulo 14
En la oficina de Sebastian.
¿Que no piensas regresar a tu casa hoy?
Preguntó Daniel a su amigo, quien se encontraba aún sumergido entre tantos papeles sobre el escritorio.
Sebastian, levantó la vista al escuchar a Daniel y de inmediato respondió a su amigo.
¡No pienso regresar en unos días!
¡No quiero encontrarme con Karen y ver como ella se hace la mosquita muerta, sin dejar su papel de esposa sumisa!
¿Como si yo no supiera ya que clase de mujer es?
¡También me he dado cuenta, que esa Karen hermosa y sexy ya no existe, ella solo se preocupa por lo que yo hago, todo el tiempo esta encima de mi, Siguiendo mis pasos a cada instante, sin cuidar de su aspecto!
¡No amigo mio!
¡No voy a volver!
Daniel no dejaba de sentirse sorprendido al escucharlo hablar y expresarse de esa manera por la mujer que siempre le apoyó, dejando de lado a su familia y todas las comodidades que ellos le brindaban por Sebastian con el que paso muchas necesidades y nunca se quejaba de su pobreza.
¿ahora que el ya era rico, pretendía dejarla?
Simplemente Daniel no lo comprendía, por lo que le preguntó.
¿Piensas divorciarte de Karen?
Sebastian, en ese momento se levantó de su silla y se sirvió una copa de whisky de un pequeño bar que estaba en la parte trasera de su oficina, cuando regresó le entregó uno de los vasos que traía en las manos, se volvió a sentar, dando un gran trago a su bebida, hasta ese momento le respondió a su amigo.
¡Aún no estoy seguro, pero Samanta no deja de presionar me!
Daniel molesto le preguntó.
¿Samanta?
¿De verdad piensas dejar a Karen por Samanta?
Sin querer escuchar la respuesta de Sebastian, Daniel molesto azotó el vaso en el escritorio, después se levantó, tomo su saco y camino hasta la puerta la abrió pero antes de salir se giro para ver a su amigo y le dijo.
¡Se que es tu vida y nadie tiene derecho en meterse en tus decisiones, pero yo creo que lo mejor sería que hablaras con tu esposa primero y aclararas todas tus dudas con ella!
¿Quien sabe tal vez no son las cosas como te han hecho creer?
¡Te deseo lo mejor amigo!
¡Espero que el día que comprendas todo lo que vale tu esposa, no sea demasiado tarde para ustedes!
Sin esperar que Sebastian dijera algo, salió Daniel dando un fuerte portazo al cerrar.
Cuando se fue Daniel, Sebastian comenzó a reír como loco, hablando en voz alta muy divertido.
Ja ja ja
¿Arrepentirme?
¿Yo?
¡Sebastian Meló!
Ja ja ja
¡Karen, no se que es lo que tienes de especial, los hombres que te conocen caen en tus engaños de mujer santa y pura!
Ja ja ja
¡Que pena me da Daniel, siempre ha estado enamorado de ti!
Ja ja ja
A media noche, se escucho el timbre del teléfono.
RIN RIN RIN
Sebastian despertó al quedarse dormido con la cabeza en el escritorio de su oficina, después de terminar con la botella de whisky tomó su teléfono y al ver de quien se trataba torciendo la boca, respondió.
¿Que pasa?
Después de responder escucho la voz de la mujer del otro lado que le dijo.
¡Hola cariño!
¿Estas molesto?
¿Estas con ella?
Sebastian un poco más despierto le respondió.
¡Sí ya sabes que a esta hora puedo estar en casa con mi esposa!
¿Por qué me llamas a esta hora?
¿A caso es una emergencia?
Samanta al oír que el le recordaba que aún no dejaba de ser el esposo de Karen y que el estaba con ella, Samanta sintió como si la sangre le estuviera hirviendo, y sin pensar más tiempo le dijo muy cariñosa.
¡Hoy es nuestro cuarto aniversario y te estoy esperando para que lo festejemos juntos!
¿Porque no lo has olvidado verdad cariño?
Sebastian recordó que ella esa misma tarde se había encargado de recordarse lo , aún sin ganas y con fastidió le dijo.
¡No lo he olvidado!
¡Llegó en treinta minutos!
¡Espérame, voy en camino!
