Angela una mujer felizmente casada, Frank un esposo amoroso cuida de su hija y su esposa. pero no todo es lo que parece
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No volver Amar
Se fue, no permitió decirle lo que pasaba, que seríamos padres, me sentí completamente devastada, para rematar no sabia cómo Frank descubrió mi embarazo, y lo peor fue que le dijo a mi madre que el bebé que esperaba era de el, mi madre por un poco y casi me mata, pensando que estuve con dos hombres, por suerte me acompaño a la ecografía y pudo cerciorarse de que mi bebé era de Andrew.
Al fin le hicieron el transplante de medula a mi hija, todo salió como esperábamos, el tarado de Frank quiso quedarse con Migo, con la escusa de mi hija y de mi embarazo, pero el era el culpable de que hoy esté sola sin el padre de mi futuro hijo, sin el hombre que tanto amaba. Por suerte su visa de turista termino y tuvo que regresar a Mérida, para mí suerte Stalin estuvo a mi lado, le conté toda la verdad, el estaba muy contento de ser tío, aunque decía que ya lo era, con mi querida Karol.
También me contaba las pocas veces que Andrew lo llamaba, solo le pudo informar que Karol había superado la leucemia, y que todo iba bien en la empresa, pero Andrew le colgaba enseguida, mi corazón se sentía en mil pedazos, para colmo en Mérida tanto como el señor Armendáriz y mi papá sufrieron un atentado, por suerte no pasó nada grave, pero mi madre quería ir a cuidarlo, mi hija también extrañaba a su abuelo, así que las dos regresaron a Mérida, volverían para cuando el bebé naciera, incluso mi padre y el señor Armendáriz sabían de mi embarazo, menos el, el se fue y me dejó sola, otra vez.
Ya faltaban semanas para dar a luz, a pesar de mi estado, seguí trabajando, Stalin era un gran amigo, o cuñado como el decía.
Un día Andrew llegó a las oficinas, acompañado de una bella mujer, se notaba que era una de esas modelos importantes, pero el al verme se portó de la forma más cruel que podía.
-¿Puedo saber que hace esta mujer aquí?
-Andrew, amigo, cuando llegaste.
¿Hace apenas un rato, pero, Que hace esta mujer aquí, y todavía está embarazada?
- Andrew, que te pasa, te vas por meses, vienes con esta mujer, y todavía tratas mal a Ángela.
-Te he dicho mil veces Stalin, no quiero ninguna mujer como gerente de mi empresa.
- Te estás pasando de la raya.
-Quiero que se retire de mi presencia y de mi empresa, ahora.
- No se preocupe ingeniero Armendáriz. Renuncio en este momento, permiso.
Me retire con el alma hecha pedazos, se volvió un ser déspota, insensible, cruel, no había nada de aquel hombre al que me entregué en cuerpo y alma, pero que ingenua, la única que se enamoro fui yo, para el fui solo un pasatiempo, un juego. Me prometí no volverlo amar, y que jamás se acercaría a mí o a mis hijos.
Lloraba desconsolada en el departamento, de pronto sonó el timbre, era Stalin.
- Hola cuñada, cómo está mi sobrino.
- Stalin, no tenías por qué molestarte.
- No es una molestia querida cuñada, además, yo también renuncie.
- ¿Que hiciste?.
- Mira el es mi mejor amigo y todo, pero no puedo apoyarlo cuando se porta como un verdadero estúpido.
- como un verdadero imbécil, jeje.
- exactamente cuñada. jeje.
Pasamos un tiempo ameno, hasta que su novia lo llamo y tuvo que salir, enseguida llegó Andrew, peleamos un poco, lo abofetie, cuando me disponía a salir de aquel departamento, me dió las contracciones y rompí fuente, el me llevo enseguida al hospital, estuvo con Migo durante el parto, sostuvo a nuestro hijo en sus brazos, pero poco a poco perdía mis fuerzas y perdí el conocimiento.
Luego desperté en la habitación, Erika la novia de Stalin estaba a mi lado.
- Ángela, ¿cómo te sientes?
- Bien, pero, ¿y mi bebé?
- El está muy bien, está en los cuneros, es un hermoso niño.
- ¿ y, Andrew?
- Llamo a Stalin, y cuando llegamos el, se fue.
- Era de esperarse.
Al final se volvió a ir, al salir del hospital fui al departamento de Stalin y Erika, ellos me ayudaron con mi hijo, hasta poder regresar a Mérida, ya que en Boston no tenía nada que hacer.
Al cumplir mes y medio de nacido mi bebé, tenía todo listo para regresar con mi familia, volver a ver a mi hija, presentarle a su nuevo hermanito, no sé cómo Stalin logro que el testarudo de Andrew le prestará el Jet, fue cómodo el viaje y pudimos llegar sanos y salvos.
Al llegar mis padres y el padre de Andrew, nos esperaban en el aeropuerto. el señor Armendáriz estaba al tanto que mi bebé era su nieto, no aceptaba el comportamiento de su hijo, pero no podía decirle nada, lo único que hizo es adorar a su nieto.
-Angela, eres bienvenida en mi familia, gracias por darme un nieto tan hermoso.
- Don Alfonso, la verdad, yo no deseo que Andrew sepa del bebé.
-Lo se hija, mi pobre hijo, podrá ser inteligente para los negocios, pero para el amor, es todo un inexperto.
- Pues, yo diría que sabe bien lo que quiere, lo ví muy bien acompañado.
- Hay, hija, la única mujer que entrara en mi familia, es la madre de mi nieto, osea tu.
Crei haber al fin encontrado la paz, pero semanas después la desgracia tocaría mi puerta.