-¿Lo amas? ¿Qué estarías dispuesta a hacer para salvarlo?- El desconocido irrumpió a la habitación donde Joel Cunnington se debatía entre la vida y la muerte y se dirigió a su novia
-Haría lo que fuera por él, pero no tengo el dinero necesario- Candela lloró amargamente mirando el monitor cardíaco conectado a su novio
-¿Lo que fuera? Mi jefe tiene una propuesta para usted. Si quiere salvarlo sígame, tal vez sea su única oportunidad
Candela ese día recibiría la propuesta más difícil que pondría a prueba su amor. La única oportunidad de salvar a Joel sería pertenecer a otro hombre. ¿Será su amor tan fuerte para alejarse para siempre o preferirá estar junto a Joel hasta que su corazón dejara de latir?
NovelToon tiene autorización de SilvinaTracy para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CUMPLE TU PALABRA
PATRICK JONAS
No me arrepiento de mi matrimonio con Candela y aunque ella siempre fue muy seria y recatada, reservada a más no poder, jamás dudé de que sería fogosa en manos de un amante que le dedicara su completa y exclusiva atención.
No juzgaré a Joel para tirarme flores, pero estoy convencido de que él jamás sería merecedor de alguien como ella si a leguas se notaba la diferencia en el modo de ser de los dos.
Veía a Joel coquetear, pero con Candela se portaba serio y respetable. Al menos jamás disimulé mi gusto ni mi modo de ser con las mujeres y creo que la honestidad es la base de cualquier relación, de la índole que sea.
Estando en una relación o viéndome con alguien de forma exclusiva sé que soy capaz de respetar. Si no obtengo lo que necesito me alejo sin muchos problemas ni molestas excusas. En mi matrimonio sé que respetaré a mi mujer y para eso fue el acuerdo que hicimos en el cual el sexo estaba incluido. No podría vivir sin él y nadie me garantizaba que Candela lo hiciera.
Ahora sí de algo estoy seguro es de que puedo satisfacer a mi esposa, pero para que los dos disfrutemos más debo demostrarle que sin vergüenza todo se siente mejor y es más liberador, tanto como el clímax.
Candela no me ha dicho nada en cuanto a mi desempeño. Ella prefiere evadir tanto como le sea posible hablar de sexo y por el momento no será requerido que lo hagamos, aunque en poco tiempo tendrá que ser honesta y responder algunas preguntas.
Sé que hablar de relaciones es normal, pero si ella no logra abrirse en la práctica desde el inicio es mejor demostrarle lo que puedo hacer sin tantos miramientos.
Planeo ser delicado, pero también encontrar la dicha de poder hacer lo que deseo y descubrir la mujer apasionada que se esconde detrás de tantas vergüenzas injustificadas. Sea cual fuera su pasado, la mejor manera de avanzar es soltarlo, dejarlo donde pertenece y seguir adelante. Eso, ya que no pudo hacerlo con su ex, lo hará conmigo.
Llevo mi postre a la cama y le entrego a mi esposa un obsequio que compré para ella antes de casarnos. Es un camisón negro que me permitirá acceder a sus curvas con más facilidad.
Empiezo a comer mi postre con total calma.
-Es lindo, pero muy cortito
-Lo importante es que te guste, ¿Por qué no te lo pones? No tienes nada adecuado para dormir y debemos cambiar eso- Sugiero
-Mi abuelo siempre dijo que no debo despreciar un regalo- Se pone de pie con duda y apoya el camisón notando que le llegará poco más abajo del trasero
-Un hombre sabio, definitivamente- Agrego y ella va al baño para cambiarse. Aún no tiene confianza en hacerlo delante de mí, pero eso será algo que pretendo que cambie más adelante
Candela sale del baño estirando su camisón cuánto más puede y reprimo una sonrisa. Toma todas las precauciones para acostarse y que no se le vea nada de todo lo lindo que esconde.
-Te queda lindo y es cómodo, ¿Verdad?- Asiente con duda
-Si, gracias, aunque es un poco corto para mi gusto. Debería tener unos veinte centímetros más de largo para ser perfecto- Guardo silencio para no incomodarla y así evitar que vaya a cambiarse
Le entregué mi postre y fui al baño para desvestirme y hacer mis necesidades. Cuando salgo veo que ella estaba comiendo, robándome algunas cucharadas.
-Te vi pequeña ladrona- La sorprendo y río
-Estaba muy rico, uno no es suficiente- Sonríe sonrojada
-Cuando algo es rico siempre queremos repetir- Confieso con doble intención, pero ella no lo capta
Recupero mi postre y la beso para distraerla. Mi cuchara está bien cargada y mancha "accidentalmente" su escote. Me aparta debido al frío y pretende limpiarse, pero la detengo y le quito la crema batida con mi boca.
Un arándano se pierde en el valle de sus senos y lo capturo con mis dedos.
-Patrick, ¿Qué estás haciendo?- Me pregunta sonrojada
-Disfruto mi postre. Dijiste que no me pondrías pautas, cumple tu palabra
-Pero... ¿Aún tienes esa idea rara?- Me ve asustada, tal vez avergonzada
-Si después de diez minutos lo odias yo no haré nada más, ¿Tenemos un trato?- Estiro mi mano y la toma con desconfianza
-¿Dónde me vas a poner?
-Shhh ya me diste tu mano. No voy a morderte- Le aseguro y bajo los tirantes de su camisón
Candela no está para nada convencida con lo que hago, pero no sé queja, aunque me mira con súplica y un poco asustada.
-Cierra los ojos- Le pido y con dudas lo hace
Le pongo crema en su escote y se estremece por el frío, aunque cuando voy a quitarla tiembla mínimamente.
Mi pierna se ubica en medio de las suyas con mi excusa de estar más cómodo. Vuelvo a besarla para distraerla y esta vez su pierna recibe parte de la crema.
Subo su camisón algunos centímetros y bufa intentando bajarlo pero la detengo.
-Diez minutos- Le recuerdo
Mientras le quito la crema batida con demasiada lentitud subo su camisón aún más revelando su ropa interior y le pongo crema apenas pocos centímetros debajo de su entrepierna.
Intenta cerrar las piernas, pero no puede y vuelvo a recordarle que aún tenemos varios minutos.
-¿Dónde quieres llegar? Me estás poniendo nerviosa- Pregunta abriendo sus ojos y vuelve a cerrarlos
-Aceptaste, relájate
Apaga la luz en su mesa de noche y sonrío porque en la mía está encendida.
En un movimiento deslizo su ropa interior y aunque la posición no lo permite hacerlo en su totalidad, puedo verla.
-Patrick no me dijiste esto- Suena agitada
-Un mago no revela sus secretos. Déjame, sabes que no te haré daño
Me resulta adorable que acepte rendida, pero poniendo sus manos allí para que no la mire.
Lo siguiente que hago es ponerle crema justo al lado de su mano y aprovechando su sorpresa la aparto.
Intenta cubrirse, pero le es imposible y comienzo a besarla atravesando sus límites. La crema la coloco justo donde la quiero y ya no permito que intente apartarme.
Los primeros instantes se mueve intentando apartarme, pero cuando siente la estimulación en su punto más sensible no sabe que hacer y pierde la fuerza.
Candela está del modo en el que la quería y se que le estoy dando la primera experiencia que tiene de este modo. Cuando logre olvidar por completo el tiempo no me detendré hasta que obtenga su satisfacción.
Tal cual por lo menos Joel se fue en paz.
Gracias 🌹!
Gracias 🌹!