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Bailando Con El Peligro

Bailando Con El Peligro

Status: En proceso
Genre:Amor tras matrimonio / Intrigante / Mafia / Malentendidos / Traiciones y engaños / Reencuentro
Popularitas:643
Nilai: 5
nombre de autor: Hanna Touchi

Dentro de lo más profundo de esta sociedad, existen males que le hacen bien al mundo, sin embargo, su simple existencia envenena a todo el que la toca.

Mas allá de la vida cotidiana, este mundo consagra distintas plagas, una de ellas ha logrado atrapar a Killian Inagawa en una red de dulces mentiras superpuestas por ¿su prometida?

NovelToon tiene autorización de Hanna Touchi para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

La Derrota de los Miwra

La presencia de ese niño en la mansión provocó un pequeño revuelo dentro de la familia Miwra, pues concebían aquella visita como un mal presagio, y no se equivocaban del todo.

Tener a alguien de otra facción dentro de su territorio era un completo peligro, aún más si se trataba de una presa con un alto valor. Ante los ojos de la mafia se podría traducir como un acto de traición contra las leyes no escritas de este maldito mundo.

Extrañamente, ninguno de los de ese clan habían llegado hasta la mansión, aumentando las ansias que circulaban dentro. Por nuestra parte, las cosas marchaban en silencio, de lo contrario seríamos descubiertos y habernos arriesgado a mantener al niño dentro de la familia habría sido un gran problema.

Ya habían pasado tres días desde que llegó, pero la noticia de su desaparición seguía siendo un secreto de su clan.

–No puedo entender lo que pretenden.

Suelta frustrado Ethan a Laila con total comodidad, como si estar dentro de mi habitación sin dejar un solo espacio entre ella y yo fuese de lo más normal para un subordinado.

–Con un cerebro como el tuyo, ¿cómo has llegado a ser su guardaespaldas?

Le reprocho, fastidiado con su insistente presencia rodeándola cada maldito segundo.

–Porque me esforcé para estar a su lado.

Suelta con total descaro, apuntando a deslumbrarla en cada oportunidad que se le presenta, cosa que Laila ignora como si fuese de lo más natural tener a tu guardaespaldas insistiendo por una migaja de cariño.

–Pues parece que no valió la pena – Respondo, volteando a verle con una sonrisa, la cual es capturada por la mirada manipuladora de Laila. – De cualquier forma, esta gente sabe que puedo acceder fácilmente a cualquier red informativa y se ha estado cuidando de cualquier medio electrónico.

Explico, escribiendo una variedad de comandos dentro de la interfaz que inventé, sin embargo, cada uno era contrarrestado rápidamente, uno tras otro; un trabajo bastante eficaz para mi gusto, lo que llama mi atención, pies solo había una persona capaz de preparar con tal agilidad una respuesta a mis ataques, y si era quien pensaba, entonces no tendría de otra más que adentrarme en lo profundo del problema.

–Si es tan complejo para el jefe de los Miwra, entonces deje de rehusarse e interrogue al niño, no tiene que usar métodos crueles, solo gánese su confianza.

Solicita Ethan por tercera vez. Aquella actitud parlanchina me estaba fastidiando; en definitiva prefería cuando me atacaba a la cayada.

–No hay necesidad de eso – Le detiene Laila, acercándose a mí y posicionando sus manos sobre mis hombros –Ya hay alguien encargándose de esa tarea.

Le informa, devolviéndole la sonrisa con total felicidad, después de todo, ella no era tan flexible como yo en esas circunstancias, por lo que utilizó una herramienta efectiva para este caso.

Y como si le hubiesen llamado, Brais golpea la puerta, ingresando con un monitor en sus manos.

–Lo tengo, hermano.

Ethan le observa con detenimiento, volviendo finalmente a su fría personalidad. Una que al parecer ya había empezado a añorar, y la cual Brais parecía sentir cómoda.

–Buen trabajo – Le elogio, revolviendo su cabello y aceptando el monitor.

Laila por su parte le regala un guiño, y a escondidas le entrega un dulce como pago, aparentando un apretón de manos. La escena provoca que una risilla se acumule en mi pecho, pues la escena se sentía cálida y natural, cosa que en un ambiente hostil como el de la mafia era completamente extraño.

–Qué interesante – Suelto, interesando en las cámaras de una residencia contigua a la de los Nakamura.

–¿Qué le has entregado?

Le interroga con un acento neutro a Brais, quien le sonríe a Ethan con naturalidad.

–El niño me ha dicho que sus vecinos le tenían un intenso fastidio a la mafia, ya que se trataba de una organización de narcotráfico y su clan es la competencia directa de este mercado, razón por la cual instalaron una red de seguridad tan ridícula que podía sentir cómo era vigilado cada segundo del día.

Ingreso rápidamente al sistema de seguridad, encontrándome con un par de bloqueos en las cámaras que daban directamente con las habitaciones principales y el despacho de la mansión.

Ya no había duda. Habían contratado a esa persona para contrarrestar mi presencia en la red de vigilancia.

Observo con detenimiento las cámaras que daban con el patio de la mansión, la cual gozaba de la amplitud necesaria para guardar dos Ford Explorer 4.0 Xlt.

Por fin tenía una pequeña ventaja, y para mala suerte de esa persona, la rigurosidad nunca había sido su fuerte, por lo menos no tanto como su velocidad para interferir en comandos encriptados.

Finalmente les tenía, pues dentro de estas camionetas había un par de cajas negras desprovistas de seguridad a las cuales podía acceder sin problema alguno, encontrando información que nos deja satisfechos a cada uno de los presentes, permitiéndonos continuar con la siguiente fase de preparación.

Dejo a cargo a Brais de “continuar” encriptando los comandos de los Nakamura, pues si me detenía después de tanta insistencia, esa persona se daría cuenta rápidamente que había logrado acceder.

Salimos de mi antigua habitación para organizar a los miembros de ambas familias con la intención de prepararnos para lo que se avecina.

–Sacarán un comunicado para todas las familias de la mafia, señalando los clanes Miwra y Konan como responsables de secuestro del heredero de los Nakamura, provocando una revolución. Deberán prepararse para el señalamiento e intento de asesinato contra las cabezas de ambas facciones, ¿queda claro?... a partir de ahora será una fase de supervivencia.

El revuelo dentro de la mansión deja en claro la presencia absoluta de Einer, Jairo e Iker, quienes controlan la situación, organizando a los presentes y distribuyendo el armamento.

Dichas medidas provocan que cada rincón de la mansión se refuerce, especialmente aquellas que tanto Laila como yo frecuentábamos. Esto me fastidia, ya habían pasado tres días desde la última vez que pude estar a solas con ella y si seguía de esa forma mi irritabilidad iba a regresar pronto.

Sin pensarlo dos veces, me escondo dentro de una de las habitaciones vacías, dispuestas dentro del pasillo que frecuentábamos a diario, y no es hasta después de un buen rato que escucho su voz junto a la de Ethan.

Lentamente, abro la puerta y halo del brazo a Laila, quien se deja llevar sin problemas, mientras que su guardaespaldas intenta ingresar desesperadamente.

–Lo quieres enloquecer.

Suelta entretenida con la jugarreta. Una sonrisa que había estado añorando deleitar desde aquella vez.

–¡Deja de ser escandaloso! Esta mujer no tiene forma de escapar.

Le ordeno, provocando que se callase finalmente, pues no podía trasgredir mis órdenes con facilidad, y la docilidad de su señora lo mantenía de manos atadas.

–Ya veo que me has extrañado.

Se burla, posando sus manos sobre mi rostro. La delicadeza de su tacto se contrapone a la su imagen salvaje. Era una belleza caótica, digna del mismísimo demonio.

El olor de su perfume me enloquece con más fuerza de lo usual. Esa tentación demoniaca me rodea cuál cadenas y me tientan a cometer un pecado. Sabía que debía mantenerme controlado cuando se trataba de ella, pues no quería obligarla a hacer algo que no deseaba.

Mis pensamientos se derriten bajo su mirada, una que me atrapa y me hunde en sus artimañas. Ella toma mi corbata, acercándome bruscamente hacia su rostro, dejándonos a pocos centímetros uno del otro. Su aliento me tienta como un manantial al sediento. Rápidamente, tomo su rostro y la beso, transmitiéndole mi desesperación en un solo tacto. Poco a poco acerco su cuerpo, abrazando la calidez de su presencia.

Mi mente se vuelve un caos al escuchar su respiración combinada con la mía. Sabía que debía detenerme en cualquier momento, pues nuestra ausencia en la mansión podría alborotar a ambas facciones, pero dejarla ir se había convertido en una de las cosas más complicadas de hacer, aún más cuando no parecía poder controlar mis impulsos.

Ella por su parte aumenta la profundidad del beso, abrazándome desde el cuello y pegándose a mi cuerpo con mayor fuerza. Intento tomar equilibro posando una de mis manos sobre la puerta, sin embargo, pensar correctamente se me estaba complicando cada vez más,

...–Hermano… jefe… esto, no quiero interrumpirle… nuevamente, pero creo que es importante que atienda este asunto....

Interrumpe bruscamente Brais por el intercomunicador, volviéndome a la realidad. Hago una mueca de fastidio, pues Laila también podía escuchar su petición, obligándome a atender al llamado.

Salgo de la habitación fastidiado, encontrándome con la sonrisa satisfecha de Ethan, quien poseía uno de los intercomunicadores. Le devuelvo la burla, saboreando y limpiándome el labial de Laila de mi boca con una sonrisa.

Sin perder más tiempo camino hasta mi anterior habitación, encontrándome con una pantalla llena de códigos rojos.

–Una infiltración – Respondo, moviéndome rápidamente, pues de lo contrario accederían a los datos de la familia Miwra, cosa que ahora mismo no me convenía.

Maldigo para mis adentros, observando cómo contrarresta mis movimientos. Sin más reparos tomo la memoria ubicada en mi escritorio y la introduzco al monitor. Dentro poseía la única encriptación que esta persona no conocía, pues la había estado desarrollando a lo largo de los últimos 13 años, no obstante, su culminación se vio interrumpida desde que conocí a la Durga.

Ruego por que esto infecte su monitor lo suficiente como para darme el tiempo de proteger la información. Afortunadamente, perece causarle daños irreparables, pues tras dos minutos de bloquear sus ataques, todos ellos se bloquean repentinamente, desapareciendo con la misma rapidez con la que atacaban.

No pierdo el tiempo y protejo la interfaz de información de ambos clanes, lo que me deja sumamente agotado. No podía creer cómo había avanzado mi contrincante como para llegar a ser un problema para mí.

–Finalmente – Suelto, relajando mis músculos tensionados por la presión. – Gracias por avisarme, has sido de gran ayuda.

Estiro mi brazo con la intención de desordenar el cabello de Brais, sin embargo, el ruido sordo de los vidrios quebrándose y el fallo de la red eléctrica dentro de la mansión me detienen inmediatamente. Sin pensarlo tomo a Brais del brazo y le obligo a salir de la habitación. Casi al mismo segundo encuentro a Iker buscándome entre la multitud con la linterna de un francotirador.

–Jefe. Están aquí.

Dejo escapar un chasquido de fastidio, pues habían logrado distraerme al atacar la red informática. Si no perdía de una forma lo haría de otra, esa era su mensaje.

...–¡Dejen de hablar! Esos bastardos se han llevado a Laila....

Vocifera Ethan por medio del intercomunicador.

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Angie Villamil
Muerte al viejo!!! 😡
Angie Villamil: JAJAJAJAJAJAJA
Hanna Touchi: JAAJAJAJA siiii, dejenlo morir... a morir a morir que se seque y amorir 🎶🎶
total 2 replies
&-miss chan-&
porfa no tardes en subir los cap
Hanna Touchi: No te despegues, pronto publicaré el siguiente cap. si gustas puedes seguir mi otro libro: Guerreros de Keval, Juro que te va a encantar /Heart/
total 1 replies
Oralie
😃Sigue, me tiene enganchada.
Hanna Touchi: Me encanta! no dudes que continuaré publicando, espera con ansias, pronto subiré el siguiente capítulo /Heart/
total 1 replies
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