Espíritus Olvidados

Solo me quedaba seguir la pista que me había dado y así lo hice. Caminé hacia el edificio y primero lo analicé por fuera. Era de dos pisos, pintado de rosa y con varias ventanas en toda su estructura con protecciones de metal color negras.

Es increíble como puede pasar desapercibido algún detalle en un sitio que te aburre tanto. Puedes pasar días en ese camino sin prestar atención. Así me sentía yo, después de varios meses en esa escuela nunca me detuve a analizar con detalle los edificios, para mí no era importante pero esta vez algo había cambiado, el interés apareció mientras el suspenso me llenaba las venas.

Había dos entradas una del lado sur y otra del lado norte. Cada una cubiertas por un par de puertas muy grandes de color plateado. Había unas escaleras pequeñas para cruzar la entrada y justo arriba decía "Oficinas administrativas" 

Esas supuestas oficinas estaban muy lejos de la entrada donde se supondría que deberían estar para mayor comodidad de los visitantes. O el arquitecto lo hizo mal o yo estaba exagerando o simplemente no eran oficinas de servicio.

Como mi conocimiento de la escuela se basaba en rumores de los demás compañeros no estaba seguro de qué encontrar ahí. Nunca había escuchado de alguien que fuera para allá y como casi no había personas tuve que avanzar con cautela.

Me asomé a la entrada para ver un poco del interior. Había una gran recepción y una mujer detrás de la barra que nunca había visto. Ella era algún tipo de secretaria o personal administrativo. Se vestía como tal, muy formal con su saco y pantalón azul, una blusa blanca y un peinado muy coqueto. Se veía muy guapa con esos rizos muy bien acomodados y su rostro con buen maquillaje.

Ella estaba haciendo su trabajo en el escritorio, estaba sola y eso me orientó a meterme. Crucé las puertas que eran de cristal, de esas que se abren para enfrente. Cuando las crucé ella de inmediato me vió y me saludó.

—Hola, ¿Puedo hacer algo por ti?—Me preguntó muy amable pero sin moverse de ahí. 

—No, bueno es que estaba dando un recorrido por la escuela y me llamó la atención este edificio. Nunca había venido por aquí.—La improvisación no era lo mío pero era hora de comenzar a desarrollarla.—¿Qué es aquí? 

—Son las oficinas interiores de la escuela. Aquí se almacenan documentos, se encuentra el personal de administración como los contadores y cosas así. No es lugar para estudiantes.—Seguía tratándome muy amable pero percibí que no quería que yo estuviera ahí. Me pareció algo muy absurdo dada su amabilidad así que no hice caso y dada su explicación tomé más confianza para seguir preguntando.

—¿Cuántas personas trabajan aquí?, ¿La dueña tiene su oficina en este sitio?—Era como un niño en un museo infantil preguntando con emoción para qué servía cada cosa.

—La directora tiene su oficina muy cerca de la entrada principal.—Dijo con una ligera sonrisa en su rostro. Parecía que necesitaba quien le hiciera compañía desde hace tiempo aunque fuera un niño molesto con preguntas estúpidas.—Aquí también tiene un espacio de trabajo al que viene de vez en cuando pero es la dueña, supongo que puede estar donde ella quiera.

La conversación y el buen ambiente se vió interrumpido por un policía que llegó. Digo que era policía porque tenía un traje de guardia de seguridad. Nunca había visto que ellos estuvieran dentro de la escuela.

—Hola Flor, buen día, ¿Este es el nuevo chico?—Su voz era de un hombre prepotente, de esos que te miran para abajo y que caen mal solo con verlos.

Era alto y fornido, quizá por eso su actitud. La playera del uniforme le quedaba justa lo que hacía ver más resaltados sus músculos. La gorra negra como el resto del uniforme no me dejaba ver bien el rostro. Solo pude ver qué era de piel morena y esas facciones de mamón. 

—No Erik, él es solo un chico que vino por información pero ya se va.—Me volteó a ver y pude notar nuevamente que no deseaba que yo estuviera ahí.—Anda chico vete de aquí ya.

—¿Información de qué?—Interrumpió a Flor preguntándole las cosas a ella, nunca me habló directamente a mi.

—Estaba perdido, quería saber dónde estaban los baños.—Dijo ella comenzando a ponerse nerviosa.

—Èl no parece nuevo, lo he visto antes así que ¿Por qué se perdería?

—No lo sé.—Respondió tratando de cambiar de página en la conversación.—Tengo muchas cosas que hacer, por favor chico vete y tú Erik déjame trabajar.

Esa fue la última petición que hizo antes que ese policía tomará el control de todo.

—Me lo voy a llevar entonces.—Dijo agarrándome por el brazo.—Ven niño, vamos adentro.