Me Convertí En La Amante De Mi Esposo

Cuando desperté me encontraba sola en la habitación. Emir se había marchado a su trabajo muy temprano, pero me había dejado una nota que decía: Cristina te deseo un excelente día, pase una noche inolvidable, paso por ti para almorzar juntos. Mientras me levante para alistarme porque me esperaba un día estresante en la oficina. Pero comenzaría mi día sin preocupaciones, con el alma más tranquila, después de todo era una mujer soltera, renovada

En el trabajo me esperaba un jefe algo fuerte, me llenaba de estrés cada vez que iban los inversionistas, pues quería que todo estuviese perfecto, al llegar mi hora de almorzar Emir muy puntual me fue a buscar, comimos comida china, una delicia. Emir me comento: Hoy cerramos negociación con una empresa cerca, se encargan de distribuir mercancía de hogar y ferretería, nos encargaremos de manejar todo lo referente a sistemas, mis jefes cerraron trato con los inversionistas de la misma.

Al escucharlo me dio curiosidad, los inversionistas de hoy cerrarían un negocio, era él mismo al que se refería Emir. No lo podía creer, nos veríamos en el trabajo. Que coincidencias de la vida; cuando se lo dije a él le encantó la idea. Así me tendría más cerca.

Pase un momento agradable, luego retorne al trabajo y Emir quedo en pasar por mí en la tarde. Cuando llegó el momento de salir me sentía algo extraña, recordé inevitablemente cuando Leonardo pasaba por mí.

Emir me observa y me toma la mano, me dice: Tranquila, no pasa nada. Luego reacciono y dejo pasar ese recuerdo como parte del pasado. Por lo que le dije estoy bien guapo, llévame a algún lugar, sorpréndeme. Él sonríe y me lleva a un lugar aislado, donde preparan comidas exóticas, al llegar me toma de la mano y me lanza una mirada pícara, como si pudiera conectarme con sus pensamientos sé que será una noche ardiente.

Llegadas las 10 pmm le pido que me lleve a mi casa para buscar algo de ropa. No quiero estar sola en ese lugar que solo me traen recuerdos que me lastiman. Para mi sorpresa cuando abro la puerta se encontraba Leonardo pasado de tragos, le pedí a Emir que me esperara afuera, le pedí a mi ex que me entregara las llaves, él ya no tenía que hacer nada allí, se me quedó mirando intentó besarme, yo como pude me lo quite de encima, le grite pidiéndole qué se controlara,, pero parecía estar fuera de sí.

Me repetía, perdóname Cris, perdóname, no puedo vivir sin ti, mi vida es un asco, sin ti no sirvo, nada esual. No podía creer que para escuchar una disculpa de él, tenía que ser bajo los efectos del alcohol, como pude lo lleve a la habitación y allí lo deje. Agarre mi ropa y la metí en un bolso, salí rápido y le pedí a Emir que saliéramos de ahí.

Él me pregunto si me encontraba bien, sabía en el fondo que no, pero le respondí que sí. Cuando llegamos a su casa no pude evitar llorar, fue como una crisis, sentía lástima por haber dejado en esas condiciones a Leo, me sentía la peor persona. Emir me abrazó, aferrándome a sus brazos lo apretaba como si el miedo se apoderaba de mí, después de unos minutos me tranquilicé y me dijo: No es tu culpa Cristina, él fue quien se equivocó no tú, ya no te tortures ok.

Le hice caso, me fui a bañar y nos acostamos, esa noche solo fuimos dos almas enlazadas, que se abrazaron para sentir el calor de ambos y sanar las heridas desde adentro.