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LA HISTORIA DE UNA ESCLAVA

LA HISTORIA DE UNA ESCLAVA

Status: En proceso
Genre:Novia sustituta / Matrimonio arreglado / Romance entre patrón y sirvienta / Esclava / Sirvienta / Amor-odio / Venganza de la protagonista
Popularitas:7.1k
Nilai: 5
nombre de autor: KLRESPLANDOR

Nica es el fruto de un rico hacendado, dueño de muchas tierras productoras de caña y algodón, y de un amorío con una de sus esclavas.

Y aunque su padre prometió protegerla, no vivió mucho para cumplir su promesa.

Apenas su padre murió, su tío y sus primos se encargaron de hacerle la vida un infierno. Le recalcaba a cada momento que ella solo era una sucia esclava con sangre impura corriendo por sus venas.

Y qué por lo tanto, su vida no valía nada.

NovelToon tiene autorización de KLRESPLANDOR para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Niño Bonito.

Como todas las mañanas, Lilianne se marchó a dar clases en la escuelita del pueblo, aunque a diferencia de días anteriores, la rubia se levantó animada y feliz. Nica pensó que estaría devastada por haber perdido el collar de Antonio, pero tampoco se quejaba. No podía quejarse de la felicidad de su prima.

De todas maneras, ella también estaba feliz, hoy vería a Antonio hacer el trabajo de los esclavos. Anoche habló con Marú, al principio se preocupó de verlo con algunos moretones, pero él dijo que solamente se cayó.

—Podemos llevarlo a la nueva labranza. Hay que limpiar la maleza y preparar la tierra para un nuevo cultivo de maíz. —Recomendó el indio.

A Nica le pareció perfecta la idea.

Apenas Lilianne se marchó, Nica se encaminó hacia la barraca, donde una carretilla cargada de machetes y demás herramientas estaban listas para ser transportadas al terreno.

Por un momento, la esclava creyó que Antonio no vendría, y tampoco sería una sorpresa, su apuesta no tenía ningún valor. Sin embargo, Nica se quedó sin palabras cuando lo vió salir de la Casa Grande, justo cuando la carretilla arrancó.

—Pensaba que se había arrepentido, joven Hurtado. —Comentó la castaña, sin ocultar su sonrisa de satisfacción.

—Quisieras, pero aquí estoy. —Dijo el joven, orgulloso. —Tardé un poco porque no acostumbro a levantarme tan temprano.

—Normalmente, a un esclavo lo reprenderían por eso, pero voy a ser compasiva con usted y lo dejaré pasar.

—¿Por qué necesitaría tu compasión? —Cuestionó, irritado.

—Usted lo ha dicho, joven Hurtado. El día de hoy olvídese de ser amo, aprenderá a vivir como un esclavo. —Dijo Nica, preparada para seguir la carreta y a los demás esclavos. —En marcha.

Antonio se lo tomó a la ligera, pensó que la travesía sería un simple paseo. Por otra parte, Marú también estaba presente en el grupo, feliz por alejarse de la tormentosa casa grande donde vivía un infierno.

Un poco más y casi daba saltos de alegría al caminar. Sin embargo, los murmullos de sus compañeros llamaron su atención.

—¿Qué sucede? —Preguntó el indio.

—El señor Antonio está aquí.

—¿Por qué está aquí? ¿Viene a supervisarnos? —Dudó uno de los esclavos.

—No parece. No anda a caballo, sino a pie. —Comentó otro.

—Nica me dijo que el señor Antonio trabajaría con nosotros. —Reveló Marú.

Los esclavos, como era de esperarse, no le creyeron al indiecillo y comenzaron a reírse de él. Marú frunció el ceño.

—¡Es verdaita', dejen le pregunto a Nica! —Los retó Marú, yendo con la esclava de tez clara. —Nica, ¿Qué hace el señor Antonio aquí? Varios están confundidos.

—Jeje... —La castaña rió levemente antes de pronunciarse. —Antonio ya no es su señor muchachos, hoy es un esclavo, al igual que todos. Trátenlo como tal.

Los trabajadores se quedaron sorprendidos al escuchar las palabras de Nica y que Antonio, al oírlas, no hiciera más que asentir. Algunos no tuvieron un buen presentimiento de ese "experimento", mientras que otros intercambiaron sonrisas maliciosas entre si.

Finalmente, llegaron al trozo de tierra designado para la limpieza. Estaba repleto de malezas y hierbas espinosas, las cuales debían desaparecer antes de que el sol se alzara con más intensidad.

—Tu padre ordenó que plantaramos una nueva labranza de maíz en esta parcela. Como verá, la zona esta llena de monte, espinas, insectos y quien sabe de que más. —Le explicaba Nica a su invitado, en lo que le otorgaba un machete. —Debemos quitar la maleza y labrar la tierra antes del mediodía...

—Suena sencillo. —Se dijo Antonio.

—¿Cree poder?

—Mmm... Creo que si.

—¿Seguro? Bueno, eso lo sabremos ahora. —Sonrió la esclava ladinamente.

Ella también tomaría una herramienta, un rastrillo, para apartar las hojas cortadas y ablandar la tierra. Cada trabajador tendría una línea qué cortar, incluyendo Antonio, de manera que buscaran terminar más rápido.

—¡Empecemos muchachos!

Todos empezaron con su labor, y Antonio solamente pudo negar con la cabeza mientras veía a los esclavos haciéndose los "sufridos" por una tarea fácil.

—¡Bah! Es solo cortar monte... ¿Qué tan difícil es arrancar unas hojitas del suelo?

Unos minutos después...

—¿¡CUÁNTO FALTAAAA?!

Los esclavos escucharon el grito exhausto de Antonio para luego verlo caer al suelo en busca de aire. El hombre blanco estaba bañado en sudor y cansancio, y para rematar era el más atrasado.

De repente, Antonio sintió un dolor punzante, como el de un azote en su espalda.

—¡Arriba, carajo! ¡No has cortado ni la mitad! —Exclamó Nica con una ramita de guayabo en sus manos, usada en representación del látigo.

—Necesito agua... —Jadeó Antonio, sobándose el golpe en su espalda a la vez.

—¿Agua? ¡No mereces ni una gota! ¡Sacia la sed con tu propia saliva y siga trabajando!

—Mm... —El hombre soltó un gruñido. —Te queda bien el papel de capataz.

—¡Aw! Gracias, es muy amable. —Le contestó Nica en el mismo tono. —Le pongo mucho empeño.

—Era sarcasmo. —Aclaró.

—Lo sé. —Se rió divertida. —¿Se rendirá, señor?

—¡No! —Negó Antonio con un subidón de energía. —Soy un Hurtado, y para un Hurtado nada es imposible.

Antonio empuñó su machete y continuó cortando la maleza. A los pocos minutos empezó a repetirse en su cabeza...

«Nadie me manda a ser un necio.»

La tarea lucía sencilla, pero con el tiempo la postura incómoda y agobiante en la que sacaba cada pedazo de monte no era lo único que lo jodía. El sol se hacía más caliente hasta quemarle el lomo, y la sed tampoco colaboraba en su rendimiento.

Se quitó la camisa para poder ventilar su cuerpo y limpiarse el sudor con ella. Y eso no era lo peor...

—¡Mierda! —Antonio dio un salto asustado al ver algo arrastrarse entre la hierba. —¡Ah! ¡UNA CULEBRA!

Dos esclavos corrieron a matar al animal en vista de que su señor solo gritaba y huía, el resto de esclavos veían la escena muertos de la risa.

—Tranquila madame, ya está a salvo. —Le dijo uno de los esclavos a Antonio, mostrándole la serpiente.

—¡Aleja esa cosa de mi! —Soltó Antonio, asqueado. —¿Seguros de que no hay más...?

Las ganas de Antonio para seguir trabajando escaseaban, pero su orgullo no le permitió desistir.

Así pasaron varias horas, los esclavos habían terminado de cortar sus espacios asignados e incluso habían acumulado las hojas y los restos en un montón para quemarlos. El único que faltaba era Antonio, quien por fin le vió fin a su camino hacia calvario.

—¡Dios, gracias! —Exhaló Antonio soltando el machete y recostándose en la tierra, sin preocupación de ensuciarse.

—Te lo ganaste. —Nica se acercó con una cantimplora de agua.

Antonio la tomó jurando qué era el agua más sabrosa qué haya bebido en su vida. Poco a poco el aire volvía a sus pulmones y el alma a su cuerpo.

—T-Te lo dije, para mi nada es imposible...

—Seh... claro que, si fueses un esclavo te hubieses ganado mínimo 50 latigazos por la tardanza. —Opinó la castaña. —Pero te lo dejamos pasar porque te evaluamos como a un niño.

Antonio chasqueó la lengua disgustado, aunque su cansancio no le permitió discutir. Mientras el seguía en el suelo, Nica se arrodilló a su lado y tomó la cantimplora vacía.

—Ahora, imagínese tener que hacer este trabajo día, tras día, tras día... y que al llegar a casa solo recibas un pedazo de pan duro en la cena o un castigo de tu amo porque estaba de mal humor. —Pronunció la castaña.

—Ajá... —Antonio hizo como que ignoró esas palabras. —Al menos lo logré, te demostré que puedo trabajar como cualquier esclavo. Uff... apenas llegue a casa me tomaré un baño en la tina por una hora.

—Si, bueno... —Dijo Nica, con algo de decepción. —Que tenga una buena tarde señor Hurtado, gracias por el espectáculo.

Nica se levantó y se retiró de su lado. Antonio se paró del suelo listo para partir, pero se puso a dudar cuando sus esclavos se fueron en otra dirección que no era la casa grande.

—¿Qué hacen? ¿Me van a dejar solo aquí? —Protestó. —¿A dónde van?

—A diferencia de usted joven Hurtado, nosotros no tenemos una tina con sales olorosas donde bañarnos. —Dijo la esclava, retirándose junto a los demás en el espeso bosque.

Antonio sintió curiosidad por saber a donde irían, además de que no quería caminar solo a casa. Se adentró en el bosque donde los esclavos caminaron mucho tiempo más hasta que escucharon el sonido de una cascada.

Unos pasos más y las corrientes de un río se reflejaron frente a él. Los niños se lanzaban al agua de un chapuzón, y los hombres no se quedaron atrás. Se quitaban las prendas y se metían a bañar en las frías aguas del río.

Una sensación extraña nació en Antonio cuando presenció la felicidad en sus esclavos, jamás pensó que verlos felices y jugando lo harían sentir... extraño.

—¿Vienes, niño bonito?

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Laura Bermea Barrera
se acabó igual que todos que pasó.
rosa elena lopez gil
Que es esto, así no es falta de respeto.
rosa elena lopez gil
Muy buena novela
Maria Pineda
hermosa novela, espero más capitulos porfavor 🥺 felicidades autora 😍
Matilde Muñoz
lo mismo digo son idiotas y no cumplen con lo prometido
Isabel Olivera
mo jodan porq la cortan .
nunca más te leo. q falta de respeto son indeseable, engañan al lector.
Lourdess Aguilar Padron
Excelente... Me quede intrigada a caso Nica lo amara.
Sagaby
Y porque siendo Nica su esclava o doncella no está ni va a todas partes con ella .
Sagaby: Oh, ya entiendo
KLResplandor: Es que la escuela donde Lili da clases es un convento estrictamente católico, y Nica al no estar bautizada como otros esclavos no se la considera digna de entrar a esos lugares.
total 2 replies
Sagaby
Me da tristeza 😢 eh indignación que la supuesta prima que dice que la “ quiere” ni siquiera la allá dejado dormir en su habitación, aunque sea a escondidas.
KLResplandor: Lilianne estaba dormida. De ser así, la dejaba pasar sin dudarlo
total 1 replies
Daniela Rodríguez
será que Antonio gusta de Nika?
el señor Angeli de Liliana 🙈
Maria Escobedo
Bueno
Daniela Rodríguez
autora no tardes en actualizar 🙈
KLResplandor: Mañana publico un capitulo corazón, sin falta 😉
total 1 replies
Sagaby
Creo que ellos están comenzando una linda amistad .
Daniela Rodríguez
me encanta autora 🥰
KLResplandor
Gracias a ti por leer, espero que te esté gustando! 🥺
Daniela Rodríguez
gracias por actualizar autora ,recomendaré tu novela ❤️
Laura Bermea Barrera: Bravo por ti Escritora te pongo un 100 ahí la llevas felicidades buenos capítulos
total 1 replies
Daniela Rodríguez
gracias autora🥰
Daniela Rodríguez
gracias por actualizar 🥰
Daniela Rodríguez: gracias a ti autora 🥰
KLResplandor: Y a ti gracias por leer 🥺
total 2 replies
Daniela Rodríguez
muy buena novela creo merece una oportunidad de leerla
Daniela Rodríguez
cuando el próximo capítulo por favor 🙏🏻
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