El Último Acto De La Villana Caída

Al fin llegaron a Astaroth, Isabella acompaño a Draven hasta una posada, allí pasaría su estadía en el imperio, pero antes se presentaría ante los emperadores para anunciar su visita y no hubiese malos entendidos, luego de despedirse de Draven Isabella tomo el camino hacia el ducado, ya era el momento de ver a sus padres.

Isabella y su comitiva llegaron al ducado, afuera de la mansión se encontraban el duque Nolan Hart y su esposa la duquesa Hart, detrás de ellos el mayordomo y su séquito de criadas, Isabella bajo del carruaje y su padre de inmediato salió a su encuentro dándole un fuerte abrazo, estaba feliz de que al fin su hija estuviera allí, habían pasado cinco años desde que Isabella se había marchado a la mansión del norte, el hombre estaba feliz, mientras, la duquesa estaba siendo un poco más comedida, pues para ella la educación de un noble debía ser estricta y no podía demostrar afecto de manera tan directa, así que solo se acercó a Isabella y le dio la bienvenida.

— Hija mía, cuánta falta me hiciste — El duque Nolan tomo a Isabella del brazo y juntos ingresaron a la mansión.

— A mí también me hiciste mucha falta —

— Dejemos a un lado las demostraciones de afecto y pasemos a la mesa — la duquesa los corto.

Todos juntos pasaron al jardín dónde estaba una gran mesa con distintos postres y comidas, todo esto lo envío a preparar el duque para su hija, mando a hacer de todo tipo, ya que no sabía que era lo que más le gustaba a Isabella. Continuaron comiendo y disfrutando de una charla tranquila hasta que la duquesa interrumpió.

— Isabella querida, ya que estás acá, podemos celebrar tu fiesta de compromiso — soltó la duquesa sin contemplación.

Isabella casi se atraganta, empezó a toser y su padre la ayudaba, pero el duque miro mal a su esposa pues no era el momento adecuado para hablar sobre ese tema.

— ¿Compromiso? ¿De qué compromiso hablaban? —

El duque Nolan fue quien decidió hablar.

— El emperador nos invitó para que pactáramos un compromiso entre tú y el príncipe y hemos aceptado —

— No es maravilloso, te casarás con el príncipe heredero y dentro de unos años serás la emperatriz de todo Astaroth —

Isabella notó la gran felicidad en la voz de la duquesa, pero estaba molesta en la novela Isabella era quien le pedía a su padre que la comprometiera con el príncipe, pero ahora igual estaba comprometida. Debe poner en marcha el plan que había creado en caso de que algo así ocurriera.

— ¿Por qué lo hicieron sin ni siquiera preguntar? —

La duquesa borro la sonrisa de su rostro, se acercó a Isabella.

— Aunque no quieras, no tienes opinión en esta decisión, es tu deber cumplir con los designios de tus padres —

— Pues no pienso casarme con ese —

— Ya te dije que no es tu decisión, tu deber es acatar la orden, además no importa si no estás enamorada, aquí lo que importa es el estatus y la sociedad —

— Pues a mí me importa una mierda la sociedad —

Una cachetada sonó en el lugar, la duquesa enojada había golpeado a su hija, pues no le gustó la forma en que su hija estaba refiriéndose a todo, la crianza de la duquesa fue que la mujer siempre debía ceñirse a lo que los demás decidieran por ellas, jamás debían negarse.

— Basta las dos, Isabela hija, entiendo que no quieras, pero no podíamos negarnos, es una orden del rey —

— Por Dios Nolan, por esto es que ella cree que puede hacer y decir lo que quiera, durante años hemos estado dándole todo lo que pedía, quiso entrar a entrenar como si fuera un marimacho, en ese momento no dije nada porque creí que solo era uno de sus tantos caprichos. Pero luego pidió aislarse a la mansión del norte y se lo concediste, pero al parecer en ese lugar no recibió ni la mínima educación de como debe comportarse como una dama, es que mírala, su vestimenta es ordinaria, y lleva espada en mano. —

— Por dios mamá, este traje es adecuado y cómodo para mí, y no necesitas vestidos pomposos que en vez de parecer una dama parecería un payaso —

— Lo ves, es una mal educada, ni siquiera sabe lo que dice —

— ¿No sé lo que digo, solo porque no comparto tu pensamiento ambiguo? Pues si que progresamos, te diré, a diferencia de las demás "damas" yo sé defenderme, no necesito que ningún hombre venga a rescatarme, porque yo sola puedo protegerme —

— Así jamás conseguirás marido —

— Pues si un hombre no me quiere así como soy, entonces no está a mi altura y no es para mí, el hombre que me quiera por quien soy y no por lo que tengo, ese hombre se ganará mi corazón y creeme no me importa si es un simple plebeyo —

La duquesa está completamente roja del enojo, mientras que el duque miraba a su hija orgulloso de la mujer en que se había convertido, una mujer fuerte y independiente, muy diferente a las tantas jovencitas de la sociedad, quienes solo se sentaban a beber te y a aceptar todo lo que los hombres digan, las veía desesperadas por cazar un marido en cada reunión o baile, incluso su esposa hizo parte de ese grupo de mujeres que solo sienten que sirven para tener hijos y obedecer en todo a sus maridos, sin importar lo que ellas deseen.

Por eso que su hija fuera capaz de decir no, le encantó, pues sabía que si algún día el muere su hija sabrá defenderse en cualquier momento y frente a cualquier situación, también se sintió un poco viejo al ver lo madura que era su pequeña.

— La discusión termino, continuemos con la bienvenida de mi pequeña luz —

— Pero Nolan... —

— Dije que basta, hablaremos de esto después, ahora es un momento de celebración —

Con esto la mujer se quedó callada, pero no pensaba dejar que su hija arruinara sus planes de subir de estatus, pues ser la madre de la futura emperatriz era un honor que no estaba dispuesta a perder y menos después de haberle dicho a todas sus amistades que su hija se casaría con el príncipe heredero.