Los Milagros De Marina
Me compartieron hace un tiempo ésta historia de vida, puede que a algunos no les agrade, es fuerte y emotiva. Cuando escuchaba el relato, mi mente se negaba a creer, lo que ella había vivido.
Cuánta fuerza hay en nuestro género. Hay mujeres únicas y la protagonista de esta novela es una de nosotras.
Con el permiso de ella la escribo para ustedes....
La Huida
Llegué a mi cuchitril en silencio, traía leña sobre el lomo de mis perros, les había hecho unos arneses y ellos creyendo un juego no se percatan la ayuda que me prestan, Vaquero como era grande traía más y Susy un poco menos, cuando pequeña la habían golpeado tanto que quedó coja de por vida, y yo cargaba una bolsa con verduras y frutas que me había regalado el viejo Juan, hacía tiempo que lo hacía, seguro le daba pena verme tan delgada, al borde de la desnutrición, tenía trece años y mis costillas sobresalen de mi viejo vestido. Calladamente hice fuego y en una olla empecé el cocimiento. Mis perros movían la cola contentos sabiendo el festejo de comida que tendríamos. Le agregué unas callampas que había recogido en el monte. Salía un rico olor y las tripas de los tres sonaban muy fuerte.
En la casa no se sentía nada. Probablemente estaban todos ebrios. Era su forma de vida. Me levantaba de amanecida y les preparaba el desayuno y dejaba cocinado el almuerzo. De ahí salía rápido, odiaba ese olor a alcohol.
Ivonne, la mujer que me parió no me permitía comer nada de ellos, todo lo medía, por lo que me tenía que arreglar pescando en el río o recogiendo frutos en el monte, o recibiendo cosas que me regalaban. Decía que agradeciera que tuviera un techo, es mucho más de lo que te mereces.
Ella nunca dejó que la llamara mamá, me odiaba y me lo dejaba bien en claro todos los días.
A los ocho años le pregunté por primera vez quien era mi padre y me dió una paliza que desperté al otro día. Cuando tenía diez le volví a preguntar y con un palo encendido me quemó el brazo, esa cicatriz era la prueba viviente que nunca fuí querida.
Me llamaba Garrapata, nunca tuve un nombre, no me inscribió en el registro civil por lo que la gente por lastima me decía "Niña". No sabía leer y menos escribir.
Corría un rumor en el pueblo que yo era bruja, ella lo había hecho correr, ella misma me lo confesó. Era por mis ojos, no eran iguales uno era azul y el otro verde. La gente evitaba mirarme.
Ivonne odiaba mi mirada y me prohibía que la viera.
--Baja la mirada garrapata, no me mires con esa mirada altiva. O quieres un ojo morado también?
-- Te preguntas porque te llamé así? Fue porqué ni las hierbas que me dió la vieja Tomasa, ni la caída que me provoqué al tirarme de una escalera, ni nadando todo un día en el mar, lograron que salieras de mi vientre. Te pegaste como un bicho.
--Por tu culpa engordé y perdí muchos clientes, los pechos me quedaron flácidos y todo por tu culpa.
Si no hubiera sido por la vecina que te dió de mamar te habrías muerto. Eres un bicho duro.
Cuando pude darme cuenta supe que era prostituta, y que en eso se ganaba la vida. Era una de las putas del pueblo. El lugar se llamaba "Rio Tijeral" Ella tenía su casa al borde del río, dónde vivía la escoria y yo vivía en la casucha dónde se guardaban los trastes que no se usaban. Desde que aprendí a caminar trataba de no cruzarme en su camino. Solo era la sirvienta.
Ella era muy bonita, diferente a mi, era morena y tenía unos ojos negros y su pelo, ensortijado y largo. En cambio yo era de tez clara y mi cabello ? no lo sé, siempre me lo ha cortado como un hombre, solo se que no es oscuro como el de ella, nadie diría que soy su hija, aunque todo el pueblo lo sabía.
Cuando tenía diez años, uno de los clientes se quedó y no se fue más. A los días llegó un muchacho y se instalo en la casa, supuse era el hijo del hombre. Ahora tenía más trabajo eran tres personas a las que atender, lavar y cocinar.
Ivonne tenía un mueble con llave, ahí guardaba la mercadería y supongo sus cosas valiosas, todos los días me dejaba en la mesa lo que tenía que cocinar. El hombre se llamaba Luis y su hijo Sandro.
Los miraba desde mi casucha, y algo me decía que no eran buenas personas, no me dirigen la palabra y me ignoraban como si no existiera. No es que me importara, yo con mis perros era feliz.
Fueron pasando los meses y me di cuenta que estaba muy gorda, ya no podía trabajar. Porqué a pesar de tener a Luis en su casa seguía "trabajando". Se notaba que era feliz, y bebía menos, ahora sonreía y se tocaba el vientre, y un día la escuché,
--Tu serás mi pequeña o pequeño y serás amada.
Recién ahí me dí cuenta que estaba embarazada y pensé, más trabajo para mí.
Dos meses después nació Eliana, ella estaba feliz y el hombre desesperado para que empezara a trabajar nuevamente, pero ella le dijo que no, que cuidaría a la niña unos tres meses.
Tuvo que salir a pescar con su hijo porqué no había que comer. Sinceramente estaba contenta, que la situación les haya cambiado, aunque fuera por poco tiempo.
Fue tal como lo pensé, me tuve que hacer cargo de la bebé también, mientras ella trabajaba, ahora en casa de una amiga. Eliana era muy llorona a pesar de que ella le daba su leche siempre quería más. Pero en cuanto llegaba ella, se hacía cargo inmediatamente de su hija. Ahora llegaba dinero y el hombre y su hijo dejaron de trabajar.
Bebían los tres, yo dejaba lavado y me iba al monte y no regresaba hasta muy noche. Recolectaba leña y recogía frutos, gracias a Dios siempre habían.
Esa noche estaba preparando el cocimiento y mis perros comenzaron a gruñir, era Luis venía ebrio.
Pasó y se sentó en mi camastro.
--Quiero hacerte una proposición Garrapata.
--Tu mamá ya está vieja, ahora el embarazo la dejó toda gorda y ya no tiene tantos clientes como antes.
--Que tal si tú tomas su puesto? Yo te protegería y tú trabajarás como ella.
--Mi hijo te quiere para él, y tu mamá está de acuerdo, pero yo soy un negociante y se que sacaría buena plata por tí.
Los perros no dejaban de gruñir.
--No....
--No que?
--Ya estás grande, y a algunos hombres les gustan así, niñitas y delgadas como tú?
--Te dije que no. Sal de aquí....!!!
--Tu madre siempre dice que tú eres una altanera. Y parece que no está equivocada.
--Ella es Ivonne, no le digas mamá.
-- No te voy a forzar, Garrapata, quiero que alguien pague un buen dinero por tu primera vez. Bien bañada y con una ropa mejor.. saldrá dinero de tí.
--Tú ni nadie me va a obligar a hacer cochinadas.
--Vaya, vaya la rarita de ojos....tu vas a hacer lo que yo diga, yo soy el hombre de la casa y harás lo que yo te ordeno.
--Y harás lo que yo te mande... escuchaste??
Me tomó del brazo y me dió un golpe en el estómago, Ivonne siempre me golpeaba, buscaba los motivos para hacerlo, pero ésto era diferente, estos eran puños de hombre y era un hombre grande y corpulento.
Mientras trataba de tomar aire, veo que Vaquero le clavó sus dientes en el brazo, y Susy agarró una de sus pierna. Desesperado con un golpe derribó a mi perro y Susy fue lanzada lejos. Escuchaba sus aullidos. Siguió pateando a mi Perrito. Me levanté como pude, agarré un palo ardiendo y se lo metí por el cuello. Ni cuenta se dió. Gritó y lo soltó de inmediato. En mi rabia agarré la olla del fuego y se la aventé por el cuerpo. Los alaridos seguramente despertaron a Ivonne que llegó corriendo, hasta la borrachera se le había pasado un poco.
--Que hiciste desgraciada?, trayendo a mi hombre aquí, a tu chiquero, maldita Garrapata debí haberte matado hace años, eres un estorbo, te voy a meter presa de por vida, nunca más verás la luz del sol. Por asesina.
--Luis, amor cálmate, que hago?
La veía que caminaba y se tomaba su pelo sin saber que hacer para aliviar el dolor del viejo cochino.
--Sucia mugrienta, quédate aquí mientras despierto a Sandro que vaya a buscar a la ambulancia y a la policía.
La miré y ví tanto odio en su mirada... pero ellos no me importaban. Fuí a ver a mis perros y levanté a mi Vaquero, mi perra estaba escondida. Los llamé.
--Yo nunca te he mentido, puedo ser todo lo que tú dices, pero nunca mentirosa. Tu hombre vino a proponerme ser tu remplazo y no acepté. No quiero ser tú.
Por primera vez la miré de frente y con toda la rabia acumulada por años le grité...
--Eres mala y yo no soy y nunca seré como tú, una pobre y triste borracha, que se vende para tener un hombre.
--Cállate!!! Te voy a sacar a golpes tus dientes, para que nunca ningún hombre te mire.
--No te muevas, de aquí no saldrás asquerosa. Aunque la borrachera se le estaba pasando, aún seguía ebria.
--Nunca más Ivonne me volverás a tocar, te lo juro !!!
La tiré con fuerza y cayó al lado de Luis que se revolcaba de dolor.
--Vuelve aquí.... Garrapataaaaa....te prohíbo que te vayas ....vuelve...
Fueron las últimas palabras de ella que escuché.
Comencé a correr tirando de mis perros. El monte estaba cerca y la lluvia comenzó, como ayudando a mi huida.... borrando mis huellas.
Sin mirar atrás seguí corriendo sin parar...y sin saber que haría de mi vida.
Pero mis lágrimas caían sin parar uniéndose con el agua que caí del cielo. Miré hacía arriba y aunque nadie me había hablado de Dios, yo sabía que existía.
--Se que estás ahí arriba, y se que no me abandonaras, y sentí en mi interior que por fin era libre.
Nunca más nadie me maltrataria....
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Updated 99 Episodes
Comments
Lorena Angulo
que triste
2024-11-02
2
Patty Molina
ay Dios que triste 😭
2024-10-28
0
Sandra Vasco
pobre criatura..y pensar q viejas como esas hay de sobra ..q ni madre se pueden llamar
2024-10-08
1