Ella era Luz que después de un accidente automovilístico, renace en la hija del un duque mas influyente.
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Pedido
El duque iba en el carruaje pensando que va a hacer.
Es mi deber con el imperio, con mi amigo, pero no puedo perder Astrid, Lucia no me lo perdonaría (pensaba el duque con melancolía).
Luz pasea por el jardín con una sonrisa en sus labios, nunca en la vida había visto un castillo así de grande que por donde estuviera había jardines llenos de flores, era lo más hermoso de ese lugar.
Yo nunca pude tener flores en mi casa aunque me encantan las rosas, no tenía tiempo para cuidarlas, aunque mi madre me decía que debía tener más que sea unas flores para que se demostrara que había una mujer viviendo en esas casa, aunque lo intente, pero con tantas cosas que asía, se me murieron (pensaba Luz).
Luz- debo de olvidar las cosas que me decía mi madre, lo único que hacía era bajarme la autoestima.
Luz regresaba a su habitación cuando llego un carruaje, ese era el del duque, Luz miro al duque bajar y de inmediato sonrió. Ella no conocía el amor de paternal, pues su padre solo le habla para corregirla, no le daban amor.
En cambio, el duque sea a la hora que llegara la iba a visitar y preguntaba como estaba, se notaba que ama a su hija.
El trato en ellos seguía siendo formal, ya que para Luz se le hacía un poco difícil ver a un hombre tan guapo ser su padre.
Luz- padre buenas tardes (hizo una reverencia).
El duque vio a su hija de inmediato y rostro se iluminó, pero en un segundo se puso triste.
Duque Villanueva- Buenas tardes, querida hija (hizo una reverencia).
El cambio de expresión del duque Luz se dio cuenta.
Sera que el emperador habra muerto_pensaba Luz.
Luz- padre te encuentras bien, sabes como va la guerra.
El duque se sorprendió por la pregunta de Luz, tomo valor y le dijo que lo acompañe a su despacho para hablar. Él ha notado el cambio de Astrid y no solo el sino toda la mansión, pues a cualquier empleado que se encuentra con ella mediante su paseo esta lo saludo haciendo una reverencia, al principio se quedaron anonadados por su actitud y su nuevo corte de cabello, algunos hablaban de eso, pero a hora se acostumbraron y le han cogido cariño.
Le contaré y lo que ella me diga eso haré, no la pienso perder (pensaba el duque).
Luz- ahora si padre me puedes contar lo que sucede.
Duque- el respiro hondo y comenzó a contarle.
Luz- y que vas a hacer padre vas a ir a la guerra acompañar al príncipe.
Duque- no sé, no quiero hacer nada que te molestes olvidaste la última vez como te pusiste, cuando te dije que iría a la guerra.
Luz se quedó pensando, y hay se acordó que Maria le contó que ella casi muere por correr al bosque cuando le dijo el duque se iría a la guerra.
Luz- lo se padre, pero ya no soy la misma de antes, si tú deseas ir por el imperio, por tu amigo así que anda yo te apoyaré, pero solo te pido que regreses con vida.
El duque se emocionó al ver que su hija había madurado, él se acercó y la abrazo, ella se quedó quieta pues ese abrazo la había sorprendido, pero después lo correspondió.
Luz- padre también tengo un pedio que hacerte.
Dique- dime hija que deseas, si quieres joyas, vestidos, zapatos todo te daré.
Luz- no es eso lo que quiero es poder defender, quiero aprender a usar la espada, el arco, combate cuerpo a cuerpo e incluso aprender a nadar.
El duque se sorprendió el pedio, pero acepto, es bueno que sepas a defenderte le dijo el duque.
Luz- también quisiera poder ayudarte con el ducado te vas no se sabe por cuanto tiempo y Jorge (el secretario del duque), no se va a poder abastecer solo.
Duque- pero tú no sabes nada de eso.
Luz- pero puedo aprender
Duque -está bien, pero debes hacer lo que te diga Jorge.
Desde hoy día seré la nueva Astrid, deja todo mi pasado atrás (pensaba Luz).