Abandonada Por Un Sargento, Cortejada Por Un CEO

En su lugar de trabajo, Aisyah sintió que su pecho latía con fuerza. Sus pensamientos se centraron en su exnovio.

Aisyah abrió su computadora portátil, tratando de olvidar todo trabajando. Ayer, Alby, como dueño de la empresa, la designó como su asistente personal.

Mientras Aisyah intentaba sumergirse en el trabajo, su teléfono sonó. Vio el nombre de una de sus mejores amigas. La chica contestó.

"¿Qué pasa, Ve?" preguntó Aisyah.

"Espero que no te pongas triste, si te digo esto," respondió Vera al otro lado.

"¿Qué pasa, Ve? No me hagas sentir curiosidad," dijo Aisyah.

"Ammar hoy se casa con una mujer, la doctora Mia," respondió Vera con una voz un poco baja, pero aún audible para Aisyah.

Aunque habían terminado y Aisyah también se había ido lejos, la noticia aún la sorprendió. En menos de un mes, el hombre se había casado con otra mujer.

Habían estado saliendo por más de cinco años. No era un tiempo corto para poder olvidar a alguien. Además, desde que sus padres murieron, Ammar era el centro de su mundo. Ya no se relacionaba con los demás, excepto si había eventos escolares.

"¿Ammar se casa...?" preguntó Aisyah con voz entrecortada. No pudo contener más las lágrimas. Cayeron mojando sus mejillas.

Sin que Aisyah se diera cuenta, Alby había regresado a la habitación. No tenía la intención de escuchar a escondidas, pero había entrado porque había algo que necesitaba hacerse de inmediato.

"Ten paciencia, Aisyah. Tal vez él no es tu alma gemela. Rezo para que encuentres un alma gemela que sea mejor que ese hombre," dijo Vera al otro lado.

"Vera, ya he perdonado a Ammar. Un hombre como él no merece ser luchado. ¿Pero qué tiene de malo si no puedo olvidarlo por completo?" preguntó Aisyah.

"Aisyah, olvidar a alguien no será posible. Porque tenemos una mente para recordar. La forma en que lo olvidamos es alejándonos de él y acostumbrándonos a estar sin él. Ya lo has hecho, estoy segura de que pronto te acostumbrarás y poco a poco ese sentimiento desaparecerá. Cierra los viejos capítulos y abre nuevos capítulos. Intenta aceptar la presencia de nuevas personas," dijo Vera.

"Cerraré todos sus recuerdos, pero aceptar la presencia de nuevas personas, tal vez no sea fácil. Necesito tiempo," respondió Aisyah.

"Sabes, Aisyah. Un hecho psicológico, si te resulta muy difícil olvidar a alguien de tu mente, incluso tienes que luchar contra tus propios sentimientos, significa que esa persona te ama mucho," reveló Vera.

"Ve, no creo eso. Si él realmente me amara mucho, no me habría traicionado ni me habría dejado," dijo Aisyah.

Aisyah, que había activado el altavoz de su teléfono, no se dio cuenta de que Alby escuchó claramente toda su conversación. Su jefe se había sentado en su silla, pero Aisyah aún no lo sabía.

"Ve, tengo que seguir trabajando. Gracias, Ve," dijo Aisyah a continuación.

"No pienses demasiado. Cuida tu salud. Rezo para que encuentres un hombre que supere con creces a Ammar. Sé fuerte," fue el mensaje de Vera antes de que se cortara la conexión telefónica.

Aisyah se secó las lágrimas que caían sobre sus mejillas. No quería que Alby las viera, aunque el hombre ya lo sabía todo.

Dios, no importa cuán profundos sean mis sentimientos ahora, nunca le pediré que vuelva. Pero, por favor... haz que sea fácil para mí olvidarlo. Él ya está celebrando la felicidad con la esposa que eligió, mientras que yo aquí estoy luchando por olvidarlo. No es justo, Dios, si él todavía está siempre en mi corazón, mientras que su cuerpo y su corazón ya pertenecen a su esposa. Quiero sanar, aunque todos los días mi herida siga creciendo. Por lo tanto, Dios, por favor, haz que sea fácil para mí olvidarlo.

"Hhhmmm..." La aclaración de garganta de Alby hizo que Aisyah se diera cuenta de su ensoñación. Luego se secó las lágrimas.

"¡Señor...! ¿Desde cuándo entró?" preguntó Aisyah.

"Desde la época de los cavernícolas. ¿No ves que ya estoy cubierto de musgo aquí? ¡No prestas atención a mi presencia!" exclamó Alby.

"Lo siento, señor. No escuché que entró."

"¿Cómo podrías escuchar, si estás ocupada hablando por teléfono!"

"Lo siento, señor."

"Estás pidiendo disculpas demasiado. Ya terminaste de llorar. Acompáñame a almorzar," dijo Alby.

"¿Ahora, señor?" preguntó Aisyah.

"¡No... el mes que viene!" exclamó Alby con una cara un poco molesta.

"Oh, el mes que viene. Pensé que era hoy. ¿Por qué lo dices ahora, señor?" preguntó Aisyah.

"Por supuesto que es ahora, Aisyah. ¡La semana que viene no estoy seguro de si almorzaré en esta ciudad!" respondió Alby con énfasis porque estaba molesto. Se frotó la cara con rudeza. Se sorprendió al ver a Aisyah tan ingenua que todo lo que la gente decía se tomaba como verdad.

Aisyah frunció el ceño, sin entender a su jefe. A veces dice hoy, a veces el mes que viene. Él es quien dice eso, él es quien se enoja.

"¿Por qué parece tan molesto? ¿Dónde está mi error? Usted mismo dijo el mes que viene," murmuró Aisyah.

Alby suspiró, sintiendo que Aisyah no entendía lo que estaba sucediendo. No podía creer que todavía existiera una chica así. "Estoy molesto porque no entiendes lo que estoy diciendo. Dije acompáñame a almorzar, no el mes que viene, sino ahora. ¡Ahora mismo, Aisyah!" dijo Alby con una voz llena de énfasis.

Aisyah se encogió de hombros, sintiendo que no estaba equivocada. "Pero, usted mismo dijo el mes que viene. Solo estoy repitiendo lo que usted dijo," respondió Aisyah con una voz inocente.

Alby negó con la cabeza, casi sin creer que Aisyah realmente no entendía sus palabras de antes. "No sé qué debo hacer contigo, Aisyah. Eres demasiado ingenua y honesta al entender las palabras," dijo Alby con una voz un poco frustrada.

"Lo siento, señor," dijo Aisyah de nuevo.

"Ya es suficiente, no puedo contar cuántas veces te has disculpado."

Alby luego se levantó de su asiento. Aisyah lo siguió desde atrás. Luna, al verlos salir juntos, puso una cara de disgusto. Vio que su jefe estaba muy atento con la chica.

Aisyah, que no sabía que Luna estaba molesta con ella por haber sido ascendida a asistente personal, todavía le dio una sonrisa. Sin embargo, Luna no respondió, incluso apartó la cara.

"Qué bueno es ser Aisyah. Recién comienza a trabajar y ya es asistente personal. ¿Qué tipo de relación hay entre los dos?" se preguntó Luna en su interior.

Al llegar al patio de la empresa, Alby abrió el seguro del auto y abrió la puerta delantera. La chica entendió que se le pedía que se sentara junto a su jefe.

Después de que Aisyah entró, Alby también entró y condujo el auto directamente. Durante unos momentos, ambos guardaron silencio. Perdidos en sus propios pensamientos.

"¿Todavía estás pensando en tu novio?" preguntó Alby.

La pregunta de Alby hizo que Aisyah se diera cuenta de su ensoñación. Miró a su jefe que estaba conduciendo.

"¿Estaba escuchando a escondidas?" preguntó Aisyah.

Alby sonrió, sin saber qué responder. No podía negar las palabras de Aisyah.