Abigail Sedant, es una joven humilde a quien le ha tocado hacerse cargo de su madre y hermana, ella trabaja y estudia para sacarlas adelante, Abigail se vuelve la obsesión para el millonario Wilians Black, un heredero despiadado que a sido amenazado por su abuelo para conseguir esposa, este con la presión conoce a Abigail y realiza una serie de sucesos para que ella esté obligada aceptar un contrato de matrimonio, lo que ellos dos no esperaban es que este sucedió los llevará a aguas más profundas, liberando sus miedos y dejando aflote los nuevos sentimientos...
NovelToon tiene autorización de KeliindA RojanO C. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Primer Día
La luz del amanecer se filtra a través de las cortinas, iluminando mi rostro y despertando mis sentidos. Abro los ojos, y el mundo se despierta conmigo. La habitación, antes oscura y silenciosa, se llena de vida y color.
Me estiro, sintiendo la suavidad de las sábanas y la comodidad de la cama. El aire está fresco y limpio, con un toque de aroma a flores que entra por la ventana. Me siento renovada, lista para enfrentar el día que comienza.
Me levanto de la cama, y mis pies descalzos tocan el suelo frío. Me dirijo hacia la ventana, y descorro las cortinas para dejar entrar la luz del sol. El cielo está azul y claro, con solo unas pocas nubes blancas que flotan en el horizonte.
Me siento en el alféizar de la ventana, y miro hacia afuera, disfrutando del paisaje. El jardín está lleno de flores y árboles, y el sol brilla sobre todo. Me siento en paz, y el mundo parece un lugar hermoso y lleno de posibilidades.
Pero, al mismo tiempo, siento una sensación de inquietud en mi interior. El día que comienza trae consigo desafíos y responsabilidades.
Me levanto de la ventana, y comienzo a prepararme para el día que viene. Cómo es de costumbre en mi casa tiendo la cama y me dirijo al baño a tomar una ducha.
Sintiendo el suelo frío bajo mis pies. La ducha me espera, un refugio de agua caliente y relajante. Me meto bajo el chorro de agua, y siento cómo se relajan mis músculos y se despeja mi mente.
El agua caliente cae sobre mi piel, llevándose consigo las tensiones y los pensamientos negativos.
Mientras me ducho, pienso en lo que tengo que hacer hoy. Tengo que bajar a desayunar, y luego... no sé qué planes tiene Wilians para mí. Me pregunto si me dejará hacer mis propias cosas, o si me tendrá controlada todo el tiempo.
Salgo de la ducha, y me envuelvo en una toalla caliente. Me siento cómoda y relajada, y me tomo un momento para disfrutar del silencio y la tranquilidad del baño.
Me pongo un conjunto de shorts de algodón ligero y una blusa de tirantes de color claro. La tela suave y fresca se ajusta a mi cuerpo, haciéndome sentir cómoda y relajada. Los shorts son cortos y sueltos, perfectos para un día caluroso, y la blusa de tirantes es ligera y fresca, sin ninguna restricción.
Me miro en el espejo y me gusta lo que veo. Me siento fresca y juvenil, Me peino con los dedos, alborotando un poco mi cabello húmedo, y me aplico un poco de mis cremas corporales olor a coco y vainilla y mi locion favorita.
Me siento cómoda y segura con mi ropa, y sé que estoy lista para bajar a desayunar. Me dirijo hacia la puerta,
Bajo las escaleras, sintiendo el suelo frío bajo mis pies. La casa es grande y espaciosa.
Me dirijo a la cocina, observando todo con detalle. La cocina es moderna y espaciosa, con electrodomésticos de alta calidad y una isla central que parece perfecta para preparar comidas. Me acerco al refrigerador y abro la puerta, revelando un interior bien surtido de alimentos frescos y productos lácteos.
Me tomo un momento para revisar los estantes y decidir qué preparar para el desayuno. Veo huevos, tocino, frutas frescas y pan integral. Me decido por preparar unos huevos revueltos con tocino y tostadas. Saco los ingredientes necesarios y comienzo a prepararlos.
Mientras se cocina el desayuno, me doy cuenta de que no estoy sola, me sorprendo al ver a Wilians de pie en la puerta con las manos en los bolsillos, y me sorprende mas la forma en que Wilians se acerca a mí, con una actitud arrogante y fría. Me mira con una expresión que sugiere que no entiende por qué estoy haciendo algo tan "inferior" como cocinar.
—Hay personas encargadas de los labores de la casa—me dice, con una voz que no admite discusión. —No tienes que hacer nada. Solo tienes que supervisar y dar órdenes—
Me siento un poco incómoda con su tono, pero trato de mantener la calma.—Entiendo—le digo, tratando de ser un poco gentil. —Pero me gusta cocinar. Me hace sentir útil—
Wilians me mira con incredulidad, como si no pudiera entender por qué alguien en mi posición querría hacer algo tan "menial". —No es necesario—me dice. —Tienes personal que se encargará de todo—
Me doy cuenta de que estoy aquí obligada, y que mi papel en esta casa es más de adorno que de participación activa. Me siento un poco frustrada, pero trato de no mostrarlo. —Está bien—le digo. —de igual ya terminé y en un momento sirvo el desayuno—
Wilians asiente con la cabeza, y se da la vuelta para irse.
[6/6, 3:52 p. m.] Meta AI: Sirvo el desayuno y lo llevo a la mesa, sintiendo el aroma del tocino y los huevos revueltos. Le sirvo su plato a Wilians y me dispongo a sentarme en mi silla, pero antes de hacerlo, me dice con esa voz gruesa y fría: "Tu lugar es al lado de mí".
Me detengo y miro hacia él, pero no discuto. Sin decir nada, me siento a su lado, tratando de mantener una expresión neutral. Wilians no parece notar mi reacción, o tal vez simplemente no le importa.
Me dispongo a desayunar tranquila, tratando de ignorarlo. Me concentro en mi plato y en el sabor de la comida, intentando bloquear la presencia de Wilians a mi lado. Pero no puedo evitar sentirme un poco incómoda, sabiendo que él está allí, observándome.
Comemos en silencio, sin que ninguno de los dos diga una palabra. El único sonido es el de los cubiertos chocando contra los platos.
Después de un rato, termino mi desayuno y me recuesto en mi silla, sintiendo una sensación de alivio. Wilians sigue comiendo, sin levantar la vista hacia mí. Me pregunto qué estará pensando, y qué espera de mí en este matrimonio. Pero por ahora, me limito a sentarme en silencio, esperando a que él diga o haga algo.
Después de desayunar, Wilians se levanta de la mesa y se va. Me quedo sola en el comedor, y poco después, escucho el sonido de pasos y murmullos que provienen del vestíbulo. Los empleados de la casa han llegado para limpiar y realizar sus tareas diarias. La casa se llena de actividad y movimiento, y yo me siento un poco más sola en medio de todo el bullicio.
Me dirijo al piso de arriba, y mientras camino por el pasillo, me detengo frente a una puerta que parece llevar a una biblioteca. La puerta está abierta, y puedo ver estanterías llenas de libros que llegan hasta el techo. Me siento atraída por el olor a papel y tinta, y entro en la habitación.
Me quedo observando todo, admirando la cantidad de libros que hay. Hay novelas, biografías, libros de historia y muchos otros temas. Me acerco a una estantería y paso mis dedos por los lomos de los libros, sintiendo la textura del papel y la piel.
La biblioteca es grande y acogedora, con una chimenea en un rincón y una mesa de lectura en el centro de la habitación. Me siento como si hubiera entrado en un mundo diferente, un mundo de conocimiento y sabiduría.
Me acerco a la mesa de lectura y veo que hay un libro abierto sobre ella. Me inclino para ver qué libro es, y veo que es una edición antigua de una novela clásica. Me siento intrigada y comienzo a leer algunas páginas, sintiendo la magia de las palabras en el papel.
La biblioteca se convierte en mi refugio, un lugar donde puedo escapar del bullicio y la actividad de la casa. Me siento cómoda y en paz, rodeada de libros y conocimiento.
An pasado varias horas y me doy cuenta por qué ya siento mi estómago rugir, es hora de ir a la cosina, sin más salgo y voy en dirección a ella.
Al llegar me espera una señora quien se presenta por María y yo muy amable extiendo mi mano y le digo mi nombre.
María me sonríe y me dice: —¿Cómo estás, querida? ¿Te gustó la biblioteca?— Le respondo que sí, que me encantó y que me sentí como en un refugio. María se ríe y me dice: —Me alegra que te guste. Wilians siempre ha sido un amante de los libros—
Le pregunto a María sobre su relación con Wilians y me cuenta que lo crió desde pequeño y que siempre ha sido como un hijo para ella. Me siento un poco más conectada con ella y le pregunto sobre la casa y la familia. María me responde con cariño y me hace sentir como si estuviera hablando con una amiga.
Mientras comemos, María me hace preguntas sobre mí y me siento cómoda respondiendo. Me doy cuenta de que María es una persona muy amable y cálida, y que se preocupa genuinamente por las personas que la rodean. Me siento agradecida por su compañía y su conversación.
Después de almorzar, me ofrezco a ayudar a María a recoger la mesa, pero ella se niega con una sonrisa amable.
—No, no, señora— me dice. —Usted no tiene que hacer eso. Usted es la señora de la casa—
Le sonrío y le digo: —No me importa ayudar, María. Me gusta sentirme útil— Pero ella insiste en que no es necesario, y finalmente me rindo.
—Está bien, María—le digo. —Me voy arriba a tomar una pequeña siesta. Me siento un poco cansada después del almuerzo—
María asiente con la cabeza y me desea un buen descanso. —Que duerma bien, señora—me dice. —Llameme si necesita algo—
Le sonrío y me dirijo hacia las escaleras, sintiendo el cansancio del día. Me voy a mi habitación, me acuesto en la cama y me dejo llevar por el sueño...