Anna Lía nunca tuvo suerte en el amor, su vida no fue lo que esperaba, pero con su hija la historia no se repite, sino que empeora. Será que nunca serán felices?
Es una novela acerca de la violencia de género y la desaparición forzada de personas.
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La ruptura
La relación de Paloma con Germán estaba más sólida que nunca, el había demostrado quererla bien y se había comportado como un caballero con nosotras. Su familia nos procuraba y todos pensábamos que terminarían casados, no queríamos que apresuraran las cosas, pero si esperábamos que así sería.
Él estaba ya por terminar su carrera, a Paloma le faltaban un par de años aún, pero por lo mismo ya no podían pasar mucho tiempo juntos, debido a todo el trabajo que le dejaban y las prácticas que ya estaba haciendo en una empresa de importaciones muy importante, su futuro auguraba buenas cosas pero tenía que poner de su parte. También a mi hija le tocaba poner de su parte siendo comprensiva con él. Julia trataba de llenar el tiempo que Germán la dejaba sola y pasaban mucho más tiempo con sus amigos, incluido Ulises, claro está.
Este último andaba mal, ya no asistía con regularidad a la universidad y se quejaba de que su tío lle cargaba mucho la mano en el trabajo. Pero para las fiestas y los paseos era el primero. Comenzó a beber demasiado, incluso hubo locaciones en que tenias que sacarlo cargando de alguna fiesta pues ya no podía ponerse de pie por si mismo. Paloma lo justificaba diciendo que el "pobre cito" tenía muchos problemas con su familia y sentía que nadie lo quería. Ella con el buen corazón que tenía, trataba de ayudarlo y consolarlo, cosa que a su novio no le agradaba mucho, algunas veces discutían muy fuerte ya que Germán creía que no le hacía bien esa amistad. A Julia tampoco le hacía gracia lo pesado que se ponía cuando bebía, decía que se ponía muy prepotente y grosero con todos. Pero nadie imaginaba realmente como era en realidad.
Resultó que un día Julia llamó muy temprano a Paloma despertandola, era sábado y no tenían clases, le preguntó si Germán estaba con ella, y obviamente no sabía nada, pero se alarmo enseguida, el nunca faltaba a dormir a su casa, algo grave estaba pasando, terminó la llamada prometiendo qué se alistaria de inmediato para comenzar a buscarlo. Se vistió rápidamente con lo primero que encontró y salió, yo me alarme pues entre sueños alcancé a oír su preocupación al teléfono y cuando salió yo la esperaba en la sala para saber que pasaba. Me informo brevemente tomando su bolso y sus llaves, dispuesta a correr a buscar una respuesta, y solamente atiné a decirle que se cuidara mucho y me mantuviera informada.
Yo no podía mantenerme tranquila sin hacer nada, así que me bañe y me arregle para ir a la casa de Germán, por lo menos podía tratar de acompañar a la familia y también recibir noticias. Me vestí como para resistir a un funeral, porque sabía que había la posibilidad de que Germán hubiera fallecido, pero al final decidí colocarme una chalina más colorida que no delatara mi intención y que de ser necesario solo podría guardar en mi bolsa y quedar lista para cualquier cosa.
Cuando llegue me encontré sin cambios, y transcurrió toda la mañana, ya habían llamado a todos sus amigos, que negaron saber el paradero del chico. Solo dos no habían sido localizados, Ulises qué no contestaba el teléfono y Daniela, que nadie tenía como localizarla, ella era nueva en el grupo, era conocida de la infancia de Ulises y solo él tenía su contacto. Todos creímos que tal vez estuvieran juntos, pero esa posibilidad se esfumo caldo al ver sus llamadas perdidas Ulises se reportó con Paloma y le dijo que aprovechando el fin de semana, su tío lo había mandado a Nayarit a conseguir algunos materiales especiales que requería. Pero según el no podía pasarles el número de teléfono de Daniela por no tener su permiso, pero si les dio su dirección, realmente nadie pensó en que ella podría saber donde estaba Germán, pero como ya se habían visitado hospitales, delegaciones y lugares donde el solía visitar, había que agotar todas las posibilidades.
Julia y Paloma se dirigieron a su casa, cuando llegaron y tocaron nadie les respondió, insistieron y nada, pero cuando ya estaban por irse, se abrió la puerta y apareció Daniela apenas cubierta con una camiseta y cara de haberse acabado de levantar. Negó terminantemente saber algo del joven pero casualmente se veía la chamarra qué traía puesta tirada casi en la puerta, como si al entrar le hubiera urgido quitársela. Esto lo notó Julia quien le pidió no seguir mintiendo, y entonces rompiendo a llorar le dijo, yo no quería que se enteraran así, se movió de la puerta y se encaminó a la recamara, al abrir la puerta vieron a Germán dormido de espaldas, con el torso desnudo y cubierto hasta la cintura con la sabana. Paloma solo lo vio y corrió a la salida, seguida por Julia quien le dijo a Daniela que las cosas no se quedarían así.
Paloma se enojó tanto que le dijo a Julia que regresaba a casa y que le dijera a su hermano que no volviera a buscarla.
Cuando Julia llegó a su casa nos relató lo que vieron y lo que Paloma dijo, así que me regresé inmediatamente al departamento a consolar a mi hija. La encontré hecha un mar de llanto y la abraze tratando de consolarla. Ella me dijo con la voz entrecortada, - Yo tuve la culpa, porque nunca quise intimar con él y finalmente se consiguió quien le diera lo que yo no le di.
- No mi amor, no fue tu culpa, el debió respetarte y esperar. Pero ni siquiera considero mis palabras.