UNA VILLANA INOCENTE

Estefanía está en su habitación estudiando unos libros, en eso siente que alguien la observa, ella finge no darse cuenta, debe esperar que den el primer paso, esas mujeres no tienen el cerebro para estudiar y entrenar para ser las mejores por eso deben sabotear a quien hace las cosas bien para lograr algo, que chiste tan mal contado, si esa energía que ponen para hacerle daño a ella lo hicieran para sí mismas serían de las más destacadas de la academia.

Una pequeña llama acompañada de mucho humo aparece junto a la ventana.

Humo ah ya veo quieren que salga como loca de aquí, acaso se imaginan que debo estar dormida.

Sin que lo noten ella sale por la puerta que da aún hermoso jardín, y les habla.

Señoritas se les perdió algo.

Las tres chicas saltan del susto al oírla tras de ellas, como es que salió de la casa sin ellas darse cuenta.

¿Qué está pasando aquí? Pregunto un joven que pasaba de casualidad y vio el humo.

Joven Walter no sabemos, pasábamos a nuestras habitaciones y vimos que algo extraño está sucediendo por eso nos hemos detenido.

Quien se queda allí.

Yo soy la que se queda en esa cabaña, y puedo decir con total franqueza qué esto fue provocado, y las culpables están aquí en este momento.

El joven miró en la dirección de la voz y se quedó paralizado por un instante esos ojos tan profundos lo hipnotizaron.

Señorita y tiene pruebas de lo que dices.

Si las tengo si no fuera así no me atrevería a hablar.

Muy bien esto debe ser llevado a los mayores ellos deben saber lo que sucedido y tomar una decisión respecto a las culpables.

Las tres mujeres tiemblan del susto esto no salió como debía y si realmente tiene pruebas como asegura están en graves problemas.

Lo que ninguno noto es que aquella pequeña llama estaba haciendo de las suyas y la alarma antiincendios se disparó, poniendo a todos en alerta, inmediatamente buscaron en las cámaras de seguridad y hallaron el lugar del incidente, rápidamente lograron apagar las llamas, Patricio que venía llegando se asustó al ver la casa de Estefanía temía lo peor.

Muy bien ahora si me van a contar que es lo que sucede aquí.

Señor yo le puedo explicar, dice la joven con cara de agravio y lágrimas fingidas.

Muy bien la escucho, las otras solo palidecen, si es verdad que tiene pruebas las pueden echar de las fuerzas especiales.

La verdad son ellas las culpables, no sé que tienen en mi contra para hacer algo así, yo no me he metido con nadie, justamente por ese motivo no me gustan los problemas, solo hacer mi trabajo muy bien.

Señoritas las escucho, espero tengan una muy buena explicación, si no es así empiecen a empacar porque no se quedarán.

Lo sentimos mucho fue un accidente, lo que pasa es que Mónica quería fumar un cigarrillo y pues era a escondidas, en eso escuchamos pasos y nos asustamos.

Ah y porque justo tenían que venir a fumar a mi casa, hay tantos lugares aquí al aire libre para eso.

Esto tendrá un castigo y usted también lo tendrá por acusar falsamente.

No estoy acusando a nadie sin pruebas, aquí está las grabaciones de mi cámara de vigilancia, pues si este lugar no tiene yo si me prevengo de cualquier intento de sabotaje, seré joven más no tonta.

El comandante miró a la joven y sonrió esa niña les acaba de dar una lección que no olvidara, y es justo en ese momento recuerdos de una vida pasada cruzan por su cabeza, una pequeña niña de ojos y cabellos rojos como el fuego aparece, las lágrimas bajan por su mejilla.

Está bien comándate qué le sucede.

Lo siento no sé que me paso, dejemos este asunto para mañana, por ahora a Mónica, Lidiá y Romina pasarán la noche en el calabozo.

Las tres protestan más nadie les hace caso.

En su oficina el comandante llama a Patricio y le pregunta sobre Estefanía.

Realmente ella llegó a mi vida cuando tenía diez años, la he cuidado como mi hija, de su familia no se sabe nada, hace un tiempo atrás ella sufrió un accidente, y al despertar me pidió que la ayudara a entrar a las fuerzas especiales, al principio fue duro para ella, pero me ha sorprendido lo bien que lo hace ahora.

Que clase de accidente sufrió ella.

Me da vergüenza decir que mi esposa y el que yo creía era mi cuñado la empujaron por las escaleras, ella los descubrió en la cama, ya usted se puede imaginar lo que estaban haciendo.

Y que represalias has tomado encontrad de esos dos.

Aún no hago nada, pero a partir de mañana esa mujer empezará a pagar por el daño que nos ha hecho.

Muy bien cuenta conmigo, esta noche lleva a la joven a mi casa, mi esposa estará feliz de cuidarla mientras se resuelve este asunto, esas tres tenían muy malas intenciones y por un momento me deje engañar.

La señora Rubiela es la esposa del comandante Federico y padre de tres varones, el mayor es Daniel, el segundo es Esteban y por último está Julián.

Ellos perdieron a su pequeña hija en un accidente de coche, y por azares del destino ella ha regresado y no solo eso también tienen el mismo parentesco en el pasado.

¿ Qué pasa a donde me llevas, tú tampoco me crees?

Por supuesto que te creo, y vamos a la casa del comandante el me pidió que te lleve con su esposa, ella te va a cuidar como una madre de eso estoy seguro.

No necesito que me cuiden, estoy bien.

Debes obedecer a tus superiores.

Estefanía se sentía como una niña pequeña, la verdad le dolió ver que ese señor no le creyó nada al principio si no es porque ella es precavida, de seguro también pasaría la noche en un calabozo.

Al llegar a esa casa un sentimiento extraño se apoderó de ella, sus piernas no le responden quiere correr y abrazar a alguien más no puede moverse, en eso sale una hermosa mujer con una sonrisa radiante y al verla solo alcanza a pronunciar, mi Angélica y se desmaya, uno de sus hijos que estaba allí la sostiene y mira a la chica y sonríe, es ella por fin ha llegado a su hogar.