es mi segunda novela espero y les guste ☺️❤️
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cap 13
Lyra lo sintió antes de verlo. Una presencia densa, antigua… como si algo caminara entre los árboles sin tocar el suelo.
Kael desenvainó su espada. Theryn preparó su lanza. Pero lo que emergió de las sombras no fue un monstruo.
Fue un hombre.
Alto. De piel pálida como la luna y cabello tan negro que parecía absorber la luz. Sus ojos dorados eran idénticos a los de Lyra, pero vacíos, sin calor. En su pecho, llevaba una insignia rota: el símbolo del Imperio Oscuro… extinto desde hacía siglos.
—Heredera —dijo él, inclinando apenas la cabeza—. Por fin te encuentro.
Kael dio un paso adelante, interponiéndose entre él y Lyra.
—¿Quién eres?
El hombre sonrió con una calma que helaba la sangre.
—Soy Valekar. El Guardián de la Reina Sellada. Fui creado para protegerla… hasta que renaciera. Y ahora que ha despertado en ti, he venido a cumplir mi propósito.
—¿Protegerla… o liberarla? —preguntó Theryn, apuntando directo a su pecho.
—Ambas cosas. No puedes tener una sin la otra.
Lyra sintió un eco en su interior. El mismo nombre que había recibido dentro del árbol. Valekar. No era casualidad.
—¿Tú me espiabas? —dijo ella.
—Te observaba. Desde que cruzaste la frontera de Aeloria. Cada fuego, cada decisión, cada vez que dudaste… yo estuve ahí. Porque cuando caigas —su voz bajó—, ella tomará el control. Y el mundo será como debió ser. Fuego y cenizas… bajo su corona.
Kael avanzó con furia, espada en alto, pero Valekar alzó una mano y la hoja se cubrió de escarcha. Un hechizo tan poderoso que congeló incluso el aire.
—No vine a luchar hoy. Solo vine a advertirles.
Se volvió hacia Lyra.
—Cada vez que usas el fuego, la despiertas. Y cuando el cristal termine de romperse, no habrá regreso. Ni para ti. Ni para nadie.
Y con un paso hacia atrás… desapareció en humo negro.
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Silencio.
Kael apretó los dientes.
—No podemos dejarlo ir. ¡Ese hombre es un arma!
—Y está vinculado a mí —dijo Lyra, tocándose la marca del brazo—. No es solo un enemigo. Es un reflejo de lo que puedo ser… si me dejo vencer.
Theryn miró el cielo. Nubes oscuras se acumulaban.
—Debemos volver al Bastión. Ya saben que estás viva. Ya saben que eres la heredera. Y eso significa…
—Que vendrán por mí —dijo Lyra.
Pero cuando regresaron por el camino que los trajo… vieron humo en el horizonte.
El Bastión ardía.
El aire estaba denso cuando llegaron a las puertas del Bastión.
El humo aún salía de las torres más altas. La muralla sur había sido derribada como si una bestia gigante la hubiese atravesado. Las antorchas seguían encendidas… pero el silencio era insoportable.
Kael fue el primero en correr hacia los pasillos interiores. Theryn y Lyra lo siguieron, esquivando escombros, cuerpos y cenizas.
Demasiadas cenizas.
—¿Dónde están los sobrevivientes? —murmuró Theryn, apretando la mandíbula.
No hubo respuesta. Solo ecos. Gritos pasados.
Hasta que Lyra escuchó un murmullo. Un llanto.
Siguió el sonido hasta una sala semi destruida, donde encontró a una niña cubierta de sangre, escondida bajo una mesa. Apenas tenía fuerzas para levantar la cabeza.
—¿Quién hizo esto? —le preguntó Lyra con suavidad, arrodillándose frente a ella.
La niña tembló y susurró una palabra:
—Sombras… con ojos de fuego.
Kael apareció detrás, con el rostro endurecido.
—No fueron soldados normales. Fue magia oscura. Invocadores. Quizá incluso… horrores del abismo.
Theryn maldijo por lo bajo.
—Vinieron por ella —dijo, mirando a Lyra—. Y cuando no te encontraron, arrasaron con todo.
Lyra sintió un peso en el pecho, tan fuerte que apenas podía respirar.
—Esto es mi culpa.
—No —dijo Kael, firme—. Es culpa de ellos. Y vamos a responder.
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Al recorrer lo que quedaba del Bastión, encontraron un símbolo marcado con sangre en el suelo del salón principal: una media luna atravesada por una serpiente. Ninguno lo reconoció… excepto Theryn.
—Eso es un sello antiguo. De los Seguidores del Vacío. Los mismos que sirvieron a la Reina Sellada en la última guerra mágica. Pensábamos que habían desaparecido.
Kael cerró los puños.
—Pues ahora sabemos que no. Y van un paso adelante.
Lyra, con la niña aún temblando en brazos, levantó la mirada hacia los muros destruidos.
—Ya no podemos esperar. Si están despertando seguidores, si Valekar está reuniendo a los que quedan… entonces yo también debo prepararme.
—¿Para qué? —preguntó Theryn.
Lyra alzó el rostro, y sus ojos ardieron como brasas vivas.
—Para tomar el trono. No como heredera. Sino como la reina que soy.
Y a lo lejos, entre los restos del bosque, una figura observaba en silencio. De nuevo.
Valekar.
Sonrió.
—Así empieza.