Odiada, Amada Por El CEO

Revan decide dejar a Alvin y no lidiar con sus problemas cada vez más complicados. Se da cuenta de dónde está ahora.

Sin embargo, él es una persona importante que debe mantener su autoridad en público. Según la actitud reciente de Alvin, Revan puede suponer que Daniza ya ha hablado sobre su relación con Alvin.

Por eso Alvin siempre menosprecia a Revan. Incluso no le importa aunque sepa que Daniza ya está casada.

Revan sale después de que la caja metálica en la que estaba se abriera por completo. Desde lejos, observa a una mujer limpiando el vidrio. Revan se apresura a salir del edificio para satisfacer su curiosidad.

—¿Daniza?— murmura el hombre.

Revan acertó. Efectivamente, la mujer limpiando la puerta de cristal en el área exterior es Daniza. El hombre se acerca apresuradamente y la toma de su brazo un poco bruscamente.

—¿Qué haces aquí?— increpa el hombre. Su rostro está rojo.

Sus ojos brillan intensamente, lo que hace que Daniza sienta un escalofrío al verlo.

—Revan?— Daniza se queda paralizada. Se siente maldita al tener que encontrarse con Revan en estas circunstancias.

—Estoy... trabajando— susurra la mujer nerviosamente. Daniza suelta rápidamente el agarre de Revan en su brazo. Temía que algún superior los viera, lo que le traería problemas.

—Vamos a casa. ¿Por qué estás trabajando aquí?— invita Revan.

Sin embargo, Daniza niega con la cabeza. Trata de rechazar firmemente la invitación de Revan anterior.

—¡No quiero! Además, ¿por qué tienes que preocuparte por dónde trabajo? ¡Tú mismo has arruinado mi vida!

—Daniza— Revan suspira.

—¿Dónde me pondría la cara si la gente se entera de que mi esposa trabaja como empleada de limpieza?

—¿Aún me consideras tu esposa, después de todo lo que me has hecho?— pregunta Daniza. En este punto, está realmente enojada con Revan.

Por ahora, no quiere regresar a casa. Además, sabe que Alina aún está allí. Esa mujer solo hará que la vida de Daniza empeore.

—Daniza, si realmente quieres trabajar, puedes hacerlo en otro lugar, ¿por qué aquí? Oh, ya sé... trabajas aquí para seguir viendo a ese hombre, ¿verdad?

—Cuida tus palabras, Alvin y yo no tenemos ningún tipo de relación. De hecho, él me ayudó cuando yo estaba en un momento difícil. Incluso me ayudó a obtener este trabajo— responde Daniza.

—Ayudarte?— Revan se ríe burlonamente.

—Además de ser ingenua, ¡también eres tonta, verdad? ¿Qué hombre ayudaría sinceramente sin esperar algo a cambio? Él definitivamente quiere algo de ti, Daniza. ¿O tal vez tú le diste algo...?

—¡No hables sin saber!— corta rápidamente Daniza.

—Alvin no es como tú. No es tan malo como piensas— responde Daniza con firmeza.

Sin darse cuenta, un asistente de Alvin está grabando su discusión. Alvin le pide que haga eso para saber lo que hace Daniza en la oficina y asegurarse de que los demás empleados la traten bien.

—¡Qué desvergonzado!— Alvin gruñe al ver a Revan y Daniza discutiendo en el pasillo de la oficina.

Apresuradamente, se dirige al ascensor privado y presiona el botón de planta baja.

—Esta vez no permitiré que te lleves a Daniza. ¡Hombre inútil!