NovelToon NovelToon
El Desafio Del Alfa

El Desafio Del Alfa

Status: En proceso
Genre:Vampiro / Pareja destinada / Demonios / Brujas
Popularitas:5.4k
Nilai: 5
nombre de autor: Jess Queen

PRIMERA PARTE DEL LIBRO TERMINADA. NO ESPEREN UNA NOVELA TIPICA, LAS MIAS DAN DOLORES DE CABEZA Y LOS HACE PENSAR MAS DE LO QUE DEBERIA!!!
ESCRIBO CON AMOR Y ESPERO RECIBIR LO MIMO DE USTEDES, SI SIENTEN QUE LA NOVELA ES LARGA Y TEDIOSA, LOS INVITO A ABANDONARLA. PERO, NO TOLERO INSULTOS NI FALTAS DE RESPETO...

LAS QUIERE...
JESS QUEEN

NovelToon tiene autorización de Jess Queen para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Cap 13

 De regreso a la casa de la manada, cada sensación nueva se convierte en un descubrimiento fascinante. Mis alas, aún extendidas detrás de mí, responden con naturalidad a cada movimiento de mi cuerpo, como si siempre hubieran sido parte de mí. El aire frío las acaricia, y siento cada corriente como una caricia electrizante que me conecta aún más con este regalo de la diosa.

Es una pena que Karin tenga que lidiar con Logan esta noche; este momento podría haber sido completamente mío para disfrutar de lo que soy ahora. Aun así, no puedo evitar sentir gratitud. La diosa me lo ha dado todo, incluso cuando yo misma dudaba de merecerlo. Este cuerpo híbrido, que siempre consideré extraño, ha sido considerado digno a los ojos de Lilith. Ella me ha otorgado estas alas, su marca, su bendición, y con ello, una prueba de que soy más de lo que alguna vez creí.

Al acercarme a la casa de la manada, disminuyo la velocidad. La estructura imponente de la mansión aparece frente a mí, pero mi atención está en el balcón. Aterricé en su borde con una suavidad sorprendente, mis alas apenas haciendo ruido contra el mármol. La luz de la luna roja todavía bañaba el cielo, reflejándose en las líneas tensas de mi figura, dándome una presencia casi espectral.

Y allí estaba él, Logan, esperándome. No había huido, no había retrocedido. Su figura permanecía inmóvil, pero sus ojos lo traicionaban. Me observaba con una intensidad que era imposible ignorar, su mirada fija en las alas que aún envolvían parte de mi silueta.

El aire entre nosotros estaba cargado. Logan no había dejado el lugar, y ese simple hecho me hizo detenerme un momento antes de decir algo.

---

—¿Qué harás ahora, Logan? ¿Aceptarás del todo a tu pareja ahora que conoces la otra naturaleza de Karin, o te refugiarás nuevamente detrás de un nuevo rechazo como un maldito cobarde? —dije, cada palabra cargada de desafío y desdén. Mis ojos se clavaron en los suyos, dejándole claro que no había espacio para la duda. Yo era parte de ellas, tanto como ellas eran parte mía. Esto era lo que éramos, lo que siempre seríamos.

Mientras hablaba, me concentré en retraer mis alas. Me tomó un minuto completo, y aunque el proceso ya no era tan doloroso como la primera vez, aún sentía un tirón agudo en cada fibra de mi espalda, un recordatorio constante de lo que significaba tener la sangre de Lilith corriendo por mis venas. Era un dolor propio, uno que sabía que me acompañaría para siempre.

A pesar de mi esfuerzo por restarle importancia, Logan no apartó los ojos de mí. Su mirada seguía fija en mis alas hasta que desaparecieron por completo, como si aún estuviera procesando lo que acababa de presenciar.

—Tus alas son intimidantes, Shayde, pero hermosas. Nunca había visto a un vampiro con esas alas —dijo, su voz baja pero firme, como si hablara más consigo mismo que conmigo.

Sonreí, permitiéndome un gesto de arrogancia que sabía que lo molestaría.

—Claro que no las has visto antes. Tengo alas porque tengo sangre real. Sangre de la diosa Lilith. Yo, como tú, no somos ordinarios. Tú eres un alfa licántropo, y yo soy una vampira de sangre pura.

Hice una pausa, dejando que el peso de mis palabras cayera sobre él, antes de añadir con un tono ligeramente más frío:

—Bueno, al menos en parte. Mi sangre está mezclada con la de una licántropa, la madre de karin.

Su ceño se frunció levemente, como si intentara desentrañar la verdad tras mis palabras. Por un instante, pensé que iba a responder con otra de sus preguntas insidiosas, pero se quedó en silencio, observándome con esa intensidad que comenzaba a volverse familiar.

—Entonces... —murmuró después de un momento, su mirada buscando la mía como si esperara encontrar algo allí—. ¿Eso te hace superior a mí?

Sonreí otra vez, esta vez sin arrogancia, sino con una calma peligrosa que sabía que lo desestabilizaría.

—No se trata de quién es superior, Logan. Se trata de quién acepta lo que es. ¿Tú lo haces? Porque yo sí.

—Por supuesto que sí. Ahora, si no es molestia, quiero de regreso a mi pareja. Tenemos cosas importantes de las que hablar —dijo Logan con un tono firme, aunque su voz cargaba una tensión apenas perceptible.

Asentí ligeramente, pero no aparté mi mirada de sus ojos, manteniendo mi postura desafiante.

—Mis amenazas no son en vano, Logan —advertí, mi voz impregnada de un frío control que buscaba dejar clara mi intención—. Si vuelves a herirlas, a lastimarlas, no tendré piedad de ti. Día tras día, durante dos años, sentí el sufrimiento de Karin y la agonía de Lina al estar lejos de ti. No cometeré el error de permitir que pase de nuevo.

Logan apretó los labios, su mandíbula marcándose con fuerza mientras recibía mis palabras. Pero no parecía dispuesto a ceder terreno. Su respuesta llegó cargada de un sarcasmo afilado:

—Bueno, tú no perdiste el tiempo. Estás emparejada con ese idiota. Soluciona tus asuntos con él, porque después de descubrir por qué no se ha roto mi conexión con Lina, tendrá que irse. Los licántropos somos territoriales, incluso con los lobos comunes.

No pude evitar esbozar una sonrisa ladeada, una mezcla de burla y desafío, mientras cruzaba los brazos con calma, como si sus palabras no me afectaran en lo absoluto.

—Se irá cuando tenga que irse, no voy a expulsarlo porque tú lo digas.

El brillo en sus ojos cambió por un instante, oscureciéndose con algo que podría haber sido dolor... o celos.

—¿Tanto lo amas? —preguntó con una mezcla de curiosidad y vulnerabilidad, como si odiara tener que formular la pregunta.

No pude evitar reír, una risa suave pero cargada de ironía, mientras inclinaba la cabeza ligeramente hacia un lado.

—¿Amarlo? —repetí, mi tono lleno de diversión, pero mis ojos mantenían la distancia emocional que sabía que lo desestabilizaría.

No conozco a ese chico más allá de lo esencial, pero debo admitir que Vladimir tiene cierto encanto. Por supuesto, Logan no tenía idea de que todo esto era una farsa. Vladimir y Karin no eran pareja en realidad; era un invento que Vladimir ideó en el momento para protegerla. Y yo no iba a ser quien revelara esa verdad.

Mi respuesta pareció golpear un nervio en él. Su expresión se endureció, pero no dijo nada. Al contrario, parecía estar procesando mis palabras como si buscara algún significado oculto.

—Ese no es tu asunto, lobito —dije finalmente, inclinándome levemente hacia él, lo suficiente como para que mis palabras fueran casi un susurro cargado de desdén—. Nos veremos pronto.

Inspiré profundamente, preparándome para el cambio. Relajé mis músculos y cerré los ojos, permitiéndole a Karin retomar el control. Podía sentir la conexión entre nosotras como un lazo inquebrantable, el puente que me unía a su esencia.

Karin

Me sentía feliz por Shayde. Su transformación finalmente había llegado, y se lo merecía. Pero, al mismo tiempo, una punzada de culpa me atravesaba. Le había arrebatado este momento, obligándola a ceder el control cuando debería estar disfrutando de su nueva forma. Después de hablar con Logan, le prometí que la dejaría libre hasta antes del amanecer.

El cambio se completó ante los ojos de Logan, quien no apartó la mirada ni por un segundo. Cuando volví a mi forma, me encontré con sus ojos expectantes. No se movió, y para mi sorpresa, respetó mi espacio personal como había hecho con Shayde.

—Eres asombrosa, Karin. Pasar por tantos cambios y no terminar de rodillas por el agotamiento —dijo con una voz tan calmada que me alcanzó como una caricia inesperada.

—Gracias. Ahora, por favor, hablemos. No puedo quitarle más tiempo a Shayde —dije, mirando la hora en el reloj una vez más. La luz de la luna ya comenzaba a desvanecerse, y el amanecer estaba a tan solo unas horas de distancia. Shayde necesitaba disfrutar, y yo también lo deseaba, aunque no sabía si me sería posible hacerlo.

Logan me miró por un momento, como si estuviera sopesando mi petición. A diferencia de la mayoría de las personas, él no se apresuró a responder, y en su mirada había algo que me decía que, aunque no lo dijera en voz alta, algo lo preocupaba.

—Puedes irte. Hablaremos mañana durante el desayuno, si te parece bien —respondió finalmente, su voz cálida pero decidida, como si no fuera a aceptar una negativa.

Este gesto de su parte me sorprendió más de lo que quería admitir. No estaba siendo egoísta, lo que me decía más de lo que esperaba sobre su carácter. Mientras pensaba en eso, sentí una punzada de gratitud por su consideración. Los lobos no eran conocidos por su paciencia con los vampiros, pero Logan... él no parecía tan cerrado.

—¿Por qué lo haces? ¿Desde cuándo los lobos son tan considerados con los vampiros? —pregunté, no sólo por curiosidad, sino por una extraña sensación de querer entenderlo.

Logan se quedó en silencio por un momento, como si cada palabra que dijera tuviera un peso que no estaba dispuesto a cargar sin pensarlo. Sus ojos se fijaron en mí, profundos, pero algo en su mirada se suavizó antes de que hablara. Podía ver que no era la primera vez que escuchaba una pregunta como esa, pero sus ojos, al mirarme, parecían decirme que no había malas intenciones en sus palabras.

—No sé qué te hayan dicho sobre mi manada, pero nosotros no tenemos ningún problema con ellos. Durante siglos hemos estado en paz con el reino de tu tío. Sólo actuamos cuando algunos nos amenazan o invaden nuestro territorio. —Su mirada bajó lentamente hacia mi cuerpo, como si estuviera evaluando algo que yo no podía ver a simple vista. El aire entre nosotros se volvió tenso, pero había algo de tranquilidad en él, como si estuviera acostumbrado a pensar antes de hablar.

Por dentro, Shayde continuaba conversando conmigo, su voz resonando en mi mente, pero no de manera incómoda. Había algo tan familiar en su tono, aunque lleno de agotamiento, que me hizo pensar que no solo ella se preocupaba por mí.

"No, Karin. No pienso pasar dos veces por el mismo dolor la misma noche. Aunque no lo haya mostrado, siento un dolor infernal. Voy a descansar, pero mantendré un ojo abierto."

Las palabras de Shayde, tan llenas de su propio sufrimiento, me hicieron sentir un peso sobre mis hombros. Una mezcla de frustración y ternura se agitaba en mi pecho. No quería verla sufrir, y sin embargo, sabía que, aunque lo hiciera, nunca dejaría de ser la misma mujer fuerte que había llegado hasta aquí.

"¿Estás segura?" pregunté, mi voz suave pero llena de esa preocupación que no podía esconder. No era solo su agotamiento lo que me importaba, sino también lo que Shayde representaba para mí.

"Lo estoy. Tranquila." La respuesta fue firme, pero al mismo tiempo, cargada de ese cansancio que Shayde no podía disimular.

Agradecí que me dejara saber que todo estaba bien, aunque su tono revelaba lo contrario. Mi mente no podía dejar de hacer conexiones, y la última parte de nuestra conversación, la que involucra a Logan, no me dejaba tranquila. No entendía por qué seguía insistiendo en la protección de esa fachada de fuerza cuando en su interior había tanta vulnerabilidad.

Entonces, Logan rompió el silencio, su voz cambiando de tono de inmediato. Ahora sonaba más grave, más serio.

—¿Estás herida? —su preocupación era palpable, y lo pude sentir incluso antes de que diera el paso hacia mí. Fue un cambio sutil en su postura, pero lo suficiente para que me diera cuenta de que no estaba solo preocupado por mí, sino por cómo me encontraba.

"Esta preocupado por nosotras." La voz de Lina hizo eco en mi mente.

Logan me observó con intensidad, acercándose lentamente, pero respetando el espacio que había entre nosotros. No quería invadir mi espacio personal, pero tampoco podía evitar que su necesidad de cerciorarse de mi bienestar se notara en cada uno de sus movimientos. Cuando se acercó, sus ojos recorrieron mi cuerpo con esa misma calma que mostraba antes, pero esta vez había un destello de vulnerabilidad en su mirada. Era como si, por un momento, todo su exterior de lobo alfa hubiera desaparecido, dejando al hombre real que se preocupaba por las personas que le importaban.

—No, estoy bien —respondí con una sonrisa leve, intentando tranquilizarlo, aunque sabía que no lo lograría por completo. La verdad era que no estaba completamente bien. Pero no quería preocuparlo más de lo necesario.

1
Magdalena Tortorelli Limongi
hasta aquí me encantó, no deseo que aparezca otro a reclamar, este amor de ellos es fuera de seré. increíble
Jess Queen: Hola lectora... me alegro que te guste, pero falta taaaanto. jaja
total 1 replies
Rosa Braulia González Eliseo
Excelente
Belkys Soto
massssssssssssssss capitulos diarios, más capitulos, más capitulos, más capitulos, más capitulos, más capitulos, más capitulos, más capitulos, más capitulos
Rosario JS
De una que vuelva ya se humilló si al final se quedará con el
Rita Luisa Gamarra Leigue
me encanta
Rita Luisa Gamarra Leigue
me encanta, gracias
Savina Rodríguez Miranda
muy buena felicidades escritora cuando sería tu próximo capitulo
Jess Queen: hoy! gracias por leer
total 1 replies
Hilda Ponce
muy bien ya me engancho
Hilda Ponce
me gusta la novela.tiene muchos comportamientos humanos.aunque para mi intolerables por lo que he pasado.pero bueno es tan solo una novela y atrapa
Savina Rodríguez Miranda
uuuuuf te pasaste escritora puro mango petacon
soledad angelica carreño guzman
Bueno
Hilda Ponce
me gustó.ahors a sacar la espina y levantar cabeza hasta hacer que se arrepienta
Ismerai Montes Chavez
yo no perdonaría a Logan me quedo con Vladimir sin duda ,si no la valoro siendo humana , no vale la pena
Jess Queen: Vladimir? mmmmm
Jess Queen: Gracias por leer
total 2 replies
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play