Azayrea, la Esposa Sustituta del Multimillonario

En el apartamento de Jeremy, el Secretario Bob todavía estaba allí, cumpliendo con su deber de cuidar a Rea y Rexan. El hombre de postura erguida no perdía detalle de las payasadas de Rexan, que ahora se veía muy adorable. Una sonrisa alegre florecía constantemente en el rostro apuesto de Rexan porque ahora podía comer con Rea. Estaban disfrutando de la comida que Rea había preparado ella misma. Era una breve felicidad que significaba mucho para el niño.

Rea también sonrió aliviada al ver a Rexan tan alegre. Sin embargo, detrás de esa sonrisa, se escondía una profunda tristeza porque Rhui y Ruchia no estaban a su lado.

Rhui... Ruchia... Mamá espera que estén bien, cariño.

"Sr. Bob, ¿por qué está parado ahí? Siéntese y comamos juntos", invitó Rea.

"Todavía estoy lleno, Señora, y además, llámeme 'Bob'. Le estaría muy agradecido si me llamara así", dijo Bob con respeto.

"Está bien, Bob. Pero tampoco es necesario que me llame 'Señora'. Ya no soy parte de la familia Sayersz", respondió Rea, con una sonrisa amarga.

"Lo siento, Señora. Según los datos que tengo, todavía tiene el título de nuera de la familia Sayersz. El Presidente Liu y usted no se han divorciado oficialmente", explicó Bob.

Rexan, que se estaba metiendo la cuchara en la boca hasta que su mejilla se hinchó a un lado, se sorprendió al ver a los dos adultos susurrando. De repente, la conversación de Rea y Bob se detuvo por el comentario inocente de Rexan.

"Mamá Lea, ¿pol qué te fuiste de Papa? ¿Papa es poco guapo?", preguntó.

"Mamá siente que no es digna de ser la esposa de tu papá. Tu papá solo pertenece a tu mamá", respondió Rea, con un tono lleno de tristeza.

Es decir, Emira...

"Mamá, ¿pol qué dices eso? Lejan siente que Mamá ama a Papa celca", dijo Rexan.

Rea solo sonrió, comprendiendo las palabras del niño que aún era pequeño y no entendía la complejidad de la vida adulta. Extendió una mano, con la intención de acariciar la cabeza de Rexan, pero se detuvo. Todavía estaba atormentada por el miedo de que el niño sufriera desgracias por su culpa.

Este niño tiene mucha suerte, es muy sano, bueno e inocente. Afortunadamente no nació de mi vientre. Si hubiera nacido, tal vez habría contraído una enfermedad de mí, como Rhui y Ruchia. Sí... realmente soy una portadora de mala suerte. Debería ser yo quien sufriera esa enfermedad, no Ruchia.

Sintiéndose inferior, por lo tanto, Rea estaba dispuesta a donar su corazón para que su mala suerte terminara con ella misma. Sin embargo, en el fondo de su corazón, también sentía que no podía dejar a sus hijos. Todavía quería vivir mucho tiempo, hasta que sus hijos crecieran y verlos felices.

Rea bajó aún más la cabeza, haciendo que Rexan no pudiera soportar ver la expresión sombría de Rea. Era como verse a sí mismo, triste en la desesperación.

¡Pluk! Rea se sobresaltó por un momento cuando Rexan le dio un abrazo repentino. El niño ceceante levantó la vista y sonrió ampliamente. "Mamá, vamos a vel a Lui y Luci".

Rea se secó las lágrimas. "Está bien, vamos a intentarlo. Quién sabe si han regresado al hospital", dijo Rea, recuperando el ánimo. Pero Bob dijo que sus dos hijos no estaban allí.

"Entonces, ¿dónde están, Tío?", preguntó Rexan confundido, mientras estaba de pie junto a Rea, que ya estaba lista para irse.

Bob estaba a punto de hablar, pero de repente la puerta del apartamento se abrió, atrayendo su atención hacia la figura del hombre que estaba parado en el umbral. Rea se quedó petrificada, y también Jeremy, que no se movía. El joven corrió de inmediato y abrazó a Rea, frente a Rexan y Bob, que se quedaron atónitos.

"Rea... has vuelto... gracias a Dios... estoy muy feliz", susurró Jeremy, con una voz llena de anhelo profundo y tranquilizador, tal como antes.

Rea estaba a punto de corresponder al abrazo, pero se detuvo. Sus ojos captaron la figura de Azelio, que estaba parado lejos detrás de Jeremy. Los ojos del hombre la fulminaban con la mirada, como si no le gustara ver esa escena.

"¡Uhhh... Tío! ¡No abraces a Mamá Lea! ¡Mamá Lea es de Lejan! Es de Papa Jilo. Abraza a un lagarto en cambio", protestó Rexan mientras tiraba del pantalón de Jeremy e intentaba alejarlo.

"Está progresando, bien", murmuró Azelio, sintiéndose orgulloso, como si viera un duplicado de sí mismo. Una leve sonrisa se dibujó, pero luego desapareció al recordar que no le gustaba Rea. Sin querer, sus ojos se quedaron fijos en Rea, que también lo había mirado brevemente, pero un segundo después Rea apartó la mirada de él, con indiferencia.

Antes, Azelio era quien se mostraba indiferente, pero ahora la mujer era aún más indiferente. Recordaba que Rea siempre bajaba la mirada con temor cada vez que sus ojos se encontraban por casualidad, pero ahora ese temor había desaparecido. Solo había un odio que le traspasaba el corazón.

Cielos, ¿por qué mi pecho se siente tan caliente...?

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Mamáaa... Papáaa...

"¿Luci?", dijo Rhui sonriendo ampliamente al ver que Ruchia se había despertado de nuevo.

"Hermano... ¿dónde está Mamá? ¿Papá?", susurró Ruchia con un dispositivo de ayuda para respirar. Preguntó porque solo Rhui y Rubi estaban frente a ella.

"Ma-Mamá ama a Pa-Pa, están tabajando", respondió Rhui, obligado a mentir, pero Ruchia sabía por los ojos de Rhui que estaba mintiendo claramente. Ruchia derramó lágrimas, preparándose para llorar de nuevo, pero Rubi dijo lo siguiente.

"No lloves má, si llovas má, te pondás fea. Debes sel fuerte, debes sel fuete hasta que lleguen tu Madle y tu Padle. No seas llorón como él", dijo Rubi extensamente mientras señalaba a Rhui, que estaba molesto por ser llamado llorón.

"¡Lui no es llorón, calvo desdentado!", respondió Rhui tan molesto que le dio un apodo especial a Rubi.

"Huu... cala llorón, ¡siempre llovas! ¡No me engañas! ¡Todavía te haces pis en los pantalones!", respondió Rubi, sin querer quedarse atrás.

Al ver a los dos niños discutiendo, Ruchia sonrió levemente. Luego vio que el Doctor venía con la Abuela Rita y el Abuelo Romo. Estaban hablando del progreso del cáncer en su cuerpo. El Doctor explicó que solo la quimioterapia no era suficiente para curarla. Ruchia necesitaba un trasplante de médula ósea lo antes posible. Luego, la Doctora les dijo que dejaran a Ruchia, que necesitaba ser examinada.

La Abuela Rita y el Abuelo Romo comenzaron a preocuparse. Ambos se dirigieron de inmediato al estudio de su nieto. Mientras tanto, Rhui y Rubi esperaban frente a la puerta. Rhui apretó los puños, incapaz de soportar escuchar el llanto de Ruchia. De repente, Rhui giró la cabeza para mirar su mano derecha, que estaba siendo sostenida por la mano izquierda de Rubi. Vio que el niño estaba sonriendo.

"No pasa nada... no pasa nada... Luci está bien... no tienes pol qué estal triste. Daddy Lubi puede ayudarlos", dijo Rubi, tratando de consolar a Rhui para que tampoco llorara. Rhui solo se quedó en silencio y permitió el agarre de Rubi.

Aunque Rubi a veces era molesto, resultó ser bastante bueno y atento. Al ver que Rhui se había calmado, Rubi hizo una pregunta.

"Hola, hola, cuéntame sobte tu Madle. ¿Cómo es tu Madle? ¿Es tan guapa como Lubi? ¿O se parece a Luci?"

"¿Pol qué quieles sabélo?", preguntó Rhui con cinismo.

"Quién sabe, podría conveltilse en la nueva Mamá de Lubi..."

¿Eh?

Rhui abrió mucho los ojos.

Si Mamá ama a Papa, ¿entonces Lui selía el helmano mayo de Lubi? ¡No! ¡Lui no quiele tenel un helmano desdentado!

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¡Devron!

Devron, que estaba leyendo un nuevo informe, se sorprendió de repente por la llegada de su Hermana y su Abuela.

"¿Qué pasa, Abuela? ¿Por qué están tan asustadas?", preguntó Devron, cerrando los archivos en sus manos.

"Dev, la vida de esa niña todavía está amenazada. La quimioterapia no es suficiente para curarla. Debes buscar a su Madre de inmediato. Su Madre seguramente tiene una manera", suplicó la Abuela Rita, no dispuesta a que Ruchia muriera. Porque para ella, Ruchia y Rhui ya eran como sus nietos biológicos.

"Dev, cumple la petición de tu Abuela, Hijo", suplicó el Abuelo Romo con esperanza.

"Está bien, en ese caso, ¿tienen una foto de ella?", dijo el viudo apuesto, dispuesto a ayudar. La Abuela Rita luego sacó una vieja foto de Rea que fue tomada el primer día que Rea vivió con ellos en el Pueblo.

¡BRak! De repente, Devron se levantó y golpeó la mesa después de ver la foto de Rea, asustando a la pareja de ancianos.

"¿Qué te pasa, Dev?", preguntaron preocupados, temiendo que Devron cambiara de opinión.