- "el cristal es frágil, tu corazón también lo es, eso quiere decir que sos frágil como el cristal"-
Alma Baez, dueña y chef pastelera , de una de las confiterías más exclusivas de la ciudad, por decisión de ella, y debido a un desafortunado incidente, que la llevó a no creer más en el amor, se habia vuelto una intriga, nadie la conocía personalmente.
Federico Alcaraz, millonario y arrogante, debía casarse en un año, para ser el dueño de las acciones de la empresa familiar, nunca se habia enamorado.
Podrá enamorarse de una mujer que lo rechaza?
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capítulo 13
Cuando Federico entró en el lugar, le encantó, era un ambiente familiar, con pocas mesas, muy bien decoradas. Ambos se sentaron en una mesa cercana a la ventana.
Alma empieza a observar todo, cosa que Federico, ya no le llamaba la atención.
- puedo hacerte una pregunta?
- por supuesto, me encanta la curiosidad que tenés hacia mi persona.
- porque observas tanto los lugares donde se consumen alimentos?
- creo que te lo dije, o no?, bueno, no importa, siempre observo el gusto de decoración, me sirve para mi negocio, y también por la higiene, nunca me alimentaría en un lugar que esté sucio.
- buenas noches, señorita, que raro verla por aquí con compañía.
- hola Aldo, sí, vine con un amigo.
- perdón me había puesto contento, hace años que la veo sola, pensé que me traía a algún novio.
- no Aldo ya te dije que eso nunca lo ibas a ver.
- bueno, un padre siempre quiere ver feliz a una hija.
Federico abrió los ojos como 2 platos.
- vamos a aclarar el tema, a mi amigo le está por dar algo, contemos, que hace 7 años que vengo a almorzar y a veces a cenar a este local y que por compartir el rubro y como no tengo papá, te dije que podías ser el mío.
- así es, yo la quiero y respeto mucho a la señorita, porque siempre me ayudo a mejorar el negocio, y siempre me fue muy bien con sus consejos.
- me alegro mucho de esa relación. Yo ahora también soy su amigo, pero no por el rubro, solo porque el destino y ella así lo quieren.
- bueno, díganme, que desean comer.
- tráenos tu mejor versión de hamburguesas, con papas fritas y ... aguardame.
- te gustaría una cerveza?
- si, me parece que va con el tipo de comida.
- bien, entonces 2 cervezas.
Aldo se va con el pedido.
- Alma, él sabe quien sos?
- Shhh, no, no lo sabe, hemos hablado por 7 años y nunca me preguntó el nombre, siempre me dice señorita. Así que no me nombres cuando estamos fuera del negocio o de algún lugar donde nos escuchen.
- ok, estaré pendiente de eso. Bueno, señorita porque no me contás de tus viajes a decir verdad, no me imaginé que fueras una trota mundos.
- cuando me recibí y puse este negocio, aproveche que ganaba bien y quise ir a buscar nuevos sabores, nunca fui de vacaciones, mis salidas era recorrer mercados, ahí iba, hablaba con la gente, probaba alimentos, me traía alguna receta y así es como conocí alimentos que aquí no existían. Mi mayor descubrimiento es en Asia. Y algunos países latinoamericanos. Son proveedores de muchos gustos exóticos.
- y los traes cuando viajas?
- no, tengo un importador que me los trae.
- nunca fuiste de vacaciones?
- no sé lo que son vacaciones desde que puse este negocio. Solo iba, descubría sabores y me volvía para inventar nuevas recetas.
Traen las hamburguesas.
- quiero que las pruebes, son de una receta que inventamos juntos con Aldo.
Federico, muerde un trozo y cierra los ojos. Cuando los vuelve a abrir, se encuentra con el rostro sonriente de Alma, podía notarse el orgullo de ser parte de la receta.
- y?
- es riquísima, podría comer media docena.
- bien, bien, bien. Me alegro no haber decepcionado a Aldo.
Alma también comenzó con muchas ganas a comer su hamburguesa. Federico le hacía chistes, por como ella devoró su hamburguesa en pocos minutos, ella se reía con muchas ganas, cualquiera que los viese, jurarían que son una pareja muy feliz, y Federico, se sentía feliz de ser el promotor de esas risas.
- ay, por Dios, me hiciste reír tanto, que me duele el estómago.
- no le eches la culpa a solo mis chistes, también es el modo en que devoraste tu hamburguesa.
- jajajajajaja, es que vos sos un flojo.
- parece que no fui el único que no almorzó.
- exacto, yo tampoco, pero no sentí hambre, hasta que me llegó el olor de esa hamburguesa.
Aldo veia como ambos hablaban y reian , se ponia feliz por ella, pero ya era la hora de cierre y aunque no queria romper ese momento, no le quedaba otra, asi que se acerca y trae la cuenta.
- disculpen que los moleste, les dejo aquí la cuenta, ya estamos por cerrar.
- uy, Aldo, no me di cuenta, que hora es?
- casi las 23 hs. señorita.
- Guau que se nos pasó la hora señorita, bueno entonces le pago.
- de ninguna manera, yo voy a pagar.
- no, yo te invité y vos aceptaste. ¿A ver, don Aldo, le puede decir a la señorita, que los caballeros son los que pagan?
- así es señorita, déjese mimar, que el caballero pague esta vez.
- bueno, pero solo esta vez.
Salen nuevamente de regreso al local de Alma.
- tengo mi auto allá en la esquina.
- si, yo el mío está aqui adentro, bueno ya lo vistes.
- sí, gracias por esta noche, desconocía que se puede hablar y reír, con solo unas hamburguesas y la persona indicada.
- no, por favor, gracias a vos, hace tiempo que no me reía de este modo.
- bueno, entonces me voy.
- bueno, nos vemos.
Federico iba a girar para ir a su auto y se paró de golpe, mientras Alma, abria la puerta del garaje.
- me olvidaba de despedirme.
Se acerca a Alma, solo deseaba devorarle la boca, pero fue cauto y le dio un beso en la mejilla, acto que ella le devolvió.
- ahora si, me voy, no te olvides de mandarme un mensaje cuando llegues a tu casa.
- vas a estar dormido, tengo un buen tramo.
- no lo creo, pero no me quedo tranquilo con semejante viaje y a estas horas.
- ya estoy acostumbrada.
- pero yo no, por favor prométeme que me vas a avisar.
- bueno ok, te lo prometo. Chau, nos vemos
- si, nos vemos.
Federico camina hacia su auto, entra en el mismo.
- tenía razón Pedro, esto va a ser muy difícil.
Alma, pone en marcha su auto.
- tenía razón Ana, esto va a ser muy difícil.
Ana sale del garaje, rumbo a su casa. Federico se la queda viendo, hasta que ella desaparece de su vista, arranca el auto y se marcha.
📱- ya llegué que descanses.
📱- gracias por avisar, que descanses.
- ay mi bella Alma, no se cuanto tiempo podré actuar, siento un vacío importante en este momento, no sé qué me está pasando, todo es nuevo para mí, pero me hace bien y me hace mal, me estas volviendo loco.