Un Romeo Para Julieta.

Ana por fin habló llena de rencor hacia mí. - Todo lo que dice mi madre es verdad incluso se vendieron propiedades que eran de mi herencia para que tú vivieras como reina mientras nosotras pasábamos necesidades.

- Basta Ana.

- No mamá ya me cansé de todo esto, porque solo ella tenía que vivir bien mientras nosotras sacrificados todo en vano. Ni las gracias nos dio y encima viene a decirnos ladronas.

- Lo que hicimos fue por tu hermano, no por esta mala mujer. Nuestro deber era con Mariano y lo ayudamos lo mejor que podíamos. Ahora ya sabes toda la verdad, esa que mi hijo nos suplicó no decir para no lastimar tu patético orgullo de niña mimada. No tenemos dinero, todo lo dimos y todo lo perdimos.

- ¿Por qué? Porque nunca me contaron esto, ustedes dos me odian bien podrían haber abierto sus bocas y reclamar antes de que todo este caos se desatara.

- ¿Alguna vez nos diste la oportunidad? Al principio no lo hicimos por Mariano, pero cuando él murió no sabíamos que los problemas no se solucionaron, que al contrario llegaron a tal extremo, pero ahora ya no hay nada que hacer, él ya no está.

Esto no puede ser peor, es su palabra contra la mía y yo soy la más ignorante en todo esto, por el simple hecho de que jamás me intereso velar por mis cosas, porque preferí mantenerme alejada y no preguntar nada, lo único que me importaba era tener dinero en mi tarjeta de crédito y nada más.

De verdad ni siquiera una sola vez le pregunté a mi esposo como estaba todo en la empresa, nunca noté lo tarde o cansado que llegaba a casa. Tal vez este es mi castigo por ser tan mala esposa y compañera porque nunca le di mi hombro para desahogarse conmigo.

- No vengas a hacerte la víctima aquí Julieta, guarda esas lágrimas para tu papi que de seguro te dará todo como de costumbre.

- Ana guarda silencio. ¿Dime que pasará ahora Julieta? ¿Cómo vamos a quedar todas después de esto?

- Acabadas, ya no hay nada para nadie.

- No puede ser verdad ¿Cómo se supone que vivamos?

- Al menos ustedes tienen su seguro de vida. Aprovéchenlo bien, inviertan en algún negocio o no sé.

- Yo sabía que acabaríamos así mamá, te lo dije hasta el cansancio ahora estamos arruinadas.

- Ana lo hicimos por la familia y todo vale la pena por la familia, saldremos adelante hija, así como lo hemos hecho siempre.

Ja que ironía de la vida, yo viví encerrada en una burbuja para cuidarme de la realidad y ahora que explotó soy la más afectada de todas porque ya ni siquiera sé en quién confiar y como si no fuera poco estoy a punto de quedarme en la calle.

- Lamento la intromisión, cualquier novedad les informaré.

- Ja Que descarada resultó ser está mosca muerta. Yo no me creo que no sabía nada.

- Pronto le llegará su castigo Ana.

Camino por las calles solitarias y oscuras de la ciudad, mi cabeza es un lío no puedo creer que mi padre tuviera la empresa en tan mal estado. Quizás Mariano hizo malas inversiones y por eso se vio forzado a pedir a usureros en vez de hablar con papá.

Maldita sea todo pasó en tan solo 6 meses ¿Qué fue lo que realmente pasó en esos 6 meses? Puede que Mariano descubriera el mal estado en ese tiempo o puede que el tomar el control bajo tanta presión lo llevará a hacer algo mal. La única persona que me puede responder tantas preguntas ya no existe en este mundo así que me pregunto si algún día podré saber que fue lo que realmente pasó.

Mi celular suena y es Romeo. Ahora hasta dudo de si fue buena idea pedirle que sacará esos autos.

📱Romeo

📲 Señora donde está así la pasó a buscar

📱Estoy caminado por la calle cerca de la casa de mi suegra.

📲 Por favor espere en el lugar, Llego de inmediato.

Que ganas tengo de rendirme, No puedo entender nada y no sé que hacer, quiero ir con papá, pero me preocupa su salud, si lo pierdo a él también no lo podré soportar.

- Señora.

- Viniste muy rápido.

- Que está haciendo aquí, pensé que estaría en el despacho.

- No se puede hacer nada Romeo, vine aquí buscando respuestas, pero la verdad no me gustó nada y hasta incluso es más confusa de lo que pensé o puedo soportar.

- Vamos a casa ya pasan de las 3 am tiene que descansar.

- ¿Casa? Yo ya no tengo una casa. - Siento como me cubre con su saco y el aroma de este me da algo de tranquilidad. Es suave y a la vez muy masculino. Abre la puerta de atrás, pero luego con la cabeza. - Hoy viejo junto a un amigo, además ya no tendré dinero para pagar tus servicios.

- Me alegra que quiera viajar al lado mío. Lo demás es innecesario ahora.

Gracias al cielo al menos lo tengo a él y a Lupe. El viaje se me hace demasiado largo y en algún momento me quedo dormida, no reaccionó hasta que me doy cuenta de que me están llevando a mi cuarto, me aferró al cuello de Romeo mientras froto mi rostro en su camisa.

- Lamento si la desperté señora.

- Esta bien. - Ojalá estás escaleras fueran eternas no quiero separarme de él y de su calidez. Siento como me deja sobre la cama y se marcha sin decir nada, a mi lado la almohada de Mariano me da asco y la arrojó lejos de mi. No quiero odiarlo, no conozco sus razones, pero aún así no deseo saber nada de el está noche o lo que queda de ella.