Renaciendo Como La Hija Maltratada

Después de decir eso, la emperatriz ordenó que sirvieran el té y los postres, muchas damas me ven raro, me imagino que es por qué no me conocen y además estoy sentada en la mesa donde está la emperatriz y madre emperatriz, ja, ja, ja viejas locas ardan de celos.

Yo—Abuela porque ellas me miran así — le susurré a mi abuela.

Abuela—Están de envidiosas, no les hagas caso hija— me dice ella

así que yo sonreí y empiezo a comer de los postres mientras escucho como las damas hablan de vestidos y joyas, y más de chismes, me impresiona que la emperatriz sea diferente a ellas, ya que veo que ella habla de otras cosas como obras de caridad, entrenamiento de espada y magia.

Emperatriz— Bien, agradezco a todas que decidieron venir a la fiesta de té, ahora les voy a decir a qué se debe la invitación, espero que me puedan apoyar en este nuevo proyecto, el proyecto se llama La casa de mil manos. Trata sobre crear refugios y centros de aprendizaje en el imperio, para las personas de bajos recursos. Y bien qué les parece— Dice ella

Todas empiezan a hablar entre ellas, hasta que mi abuela toma la palabra.

Abuela— Me parece fantástico, emperatriz, yo me uno, cuente conmigo para todo—

Emperatriz Ma— Cuenta conmigo también hija —

Madre de la Em— Hija mía cuentas conmigo —

Dicen ellas y justo se me acaba de ocurrir una fantástica idea.

Yo—Emperatriz me permite proponerle algo —

Ella— Claro que sí, hija, dime — me dice

Yo— Podríamos hacer una subasta, para obtener más presupuesto, para poder ayudar a los orfanatos y a los refugios — le digo

Ella parece pensarlo y muestra una sonrisa, también mi abuela sonríe. De un momento una dama habla

Baronesa— Y como una simple niña podría saber hacer una subasta— Yo me le quedó viendo y la hija de ella se ríe junto con otras damas

Yo vuelvo a ver a la emperatriz y ella me da un asentimiento y me sonríe.

Yo— Señora y cómo cree que yo llevo a flote mi tienda de moda llamada Principessa —Le digo y ella palidece

Condesa— Eso seguro,la  ex archiduquesa lleva esa tienda —

Abuela— Ja, ja, ja, como se atreven a menospreciar a mi nieta, para que sepan ella se hace cargo de esa tienda de ropa, y por lo que veo llevan diseños de la Principessa—

Emperatriz— Les pido que se disculpen con la señorita Ginevra — Ellas hacen una reverencia a la emperatriz y después me piden disculpas, yo les digo que está bien.

Pero sé que con la humillación que se llevaron me harán más problemas.

Después de ese incómodo momento, las damas me preguntan cosas y yo les respondo, educadamente, hablamos del proyecto de que se hará una reunión antes de la subasta para saber que donará cada dama.

Al finalizar la hora del té, la emperatriz decidió darnos un recorrido, por el jardín del palacio, hay tantas flores de diferentes colores, hay rosas y también tienen mis flores favoritas que son los tulipanes, yo me acerco a verlos y acariciarlos.

Alguien—Son hermosos, verdad —

Yo— sí lo son, me encantan — le digo mientras me vuelvo y ahí está el príncipe Dahvid.

Dahvid—Tome son para ti —

Yo—Gracias, príncipe — le digo mientras hago una reverencia

X—Emperatriz, ella arrancó sus flores — dice una loca

Yo volteo a ver al príncipe y él toma mi mano

Dahvid — Tranquila, mi madre no te hará nada —

Yo— No lo sé príncipe, ella ama sus flores y usted me las dio, así que hágase responsable—

Dahvid — Querida madre —

Emperatriz— Oh, hijo mío, debiste avisar que estabas aquí —

Él: Le daba unas flores a la señorita Gini -

La emperatriz se me acerca, yo extiendo mis manos para que ella tome las flores, lo menos que quiero es morir por unas flores

Ella— Oh querida, debiste de decirme que te gustaban las flores, así yo misma te las daba, pero parece que mi hijo me gano — dice ella con una sonrisa

Yo me quedo un tanto aturdida, ya que se sabe que una vez una dama tomó unas rosas y la emperatriz le dio una paliza.

Yo—Gracias Emperatriz — le digo mientras hago una reverencia

Después mi abuela se me acerca y me dice que todo estaba bien, que la emperatriz me quiere.

Dahvid— Pensaste que morirías, no te preocupes, ella no hará nada porque en el futuro serás su nuera —

Yo— no cree que está muy pequeño para hablar de esas cosas, príncipe —

Él sonríe, y se ve muy guapo, hasta brilla con los rayos del sol, vaya,parece que me está gustando él.

(Así me imagino yo ellos dos)