NovelToon NovelToon
¿Entonces, Qué Somos?

¿Entonces, Qué Somos?

Status: Terminada
Genre:Escuela / Romance / Yaoi / Completas / Amor de la infancia / Posesivo / Dejar escapar al amor
Popularitas:101.8k
Nilai: 4.8
nombre de autor: Wang Chao

Ansel y Emmett han sido amigos desde la infancia, compartiendo risas, aventuras y secretos. Sin embargo, lo que comenzó como una amistad inquebrantable se convierte en un laberinto emocional cuando Ansel comienza a ver a Emmett de una manera diferente. Atrapado entre el deseo de proteger su amistad y los nuevos sentimientos que lo consumen, Ansel lucha por mantener las apariencias mientras su corazón lo traiciona a cada paso.

Por su parte, Emmett sigue siendo el mismo chico encantador y despreocupado, ajeno a la tormenta emocional que se agita en Ansel. Pero a medida que los dos se adentran en una nueva etapa de sus vidas, con la universidad en el horizonte, las barreras que Ansel ha construido comienzan a desmoronarse. Enfrentados a decisiones que podrían cambiarlo todo, ambos deberán confrontar lo que realmente significan el uno para el otro.

=°=°=°=°=°=°=°=°

📌Novela Gay.

NovelToon tiene autorización de Wang Chao para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 13. Eres mío.

Ansel permaneció de pie unos minutos, con la mirada fija en la puerta cerrada. El beso de Emmett lo había dejado desconcertado, aunque no del todo sorprendido. Era tan típico de él: explosivo, posesivo, pero siempre mostrando una genuina preocupación por su bienestar. Sabía que Emmett lo cuidaba, aunque a veces lo hiciera sentir más como una posesión que como una persona.

"Nos vemos mañana, come algo y no te duermas demasiado tarde."

Las palabras seguían resonando en su mente. Aunque la discusión había sido intensa, no podía evitar sentir que, de alguna manera, habían avanzado. Algo en la forma en que Emmett lo había mirado, en cómo lo había tocado, sugería que las cosas estaban cambiando. Quizás, solo quizás, Emmett empezaba a entender que Ansel no era simplemente una parte de su vida, sino alguien que realmente le importaba.

—¿Todo bien? —La voz de Emily lo sacó de sus pensamientos. Estaba en la puerta, con una expresión de preocupación—. Los escuché discutir desde abajo.

—¿Qué tanto escuchaste? —preguntó Ansel, preocupado. Odiaría que su hermana descubriera la naturaleza extraña de su relación con Emmett de esa manera.

—No mucho, solo algunos gritos. Emmett se veía enojado cuando bajo. ¿Está todo en orden?

Ansel se encogió de hombros, tratando de restarle importancia y agradeciendo internamente que ella no hubiera escuchado más.

—Nada grave, sólo una pelea de amigos. Ya sabes cómo es Emmett.

Emily frunció el ceño, como si no estuviera del todo convencida, pero decidió no insistir. Conocía bien a Emmett y su carácter dominante. Lo había visto actuar de forma protectora con Ansel en numerosas ocasiones, y aunque le parecía algo extremo, sabía que su intención era buena.

—Bueno, si necesitas hablar, estoy aquí —dijo con una sonrisa comprensiva antes de cerrar la puerta y dejarlo solo.

Ansel suspiró y se dejó caer sobre la cama, mirando el techo. Tenía que admitirlo: el plan de Evan estaba comenzando a funcionar. Emmett había mostrado celos e incluso lo había confrontado de manera más directa de lo que Ansel había anticipado. Pero, ¿hasta qué punto estaba dispuesto a llevar todo esto?

“No puedes seguir siendo su juego”, pensó Ansel para sí mismo. Aunque el beso reciente estaba fresco en su mente, sabía que no podía dejarse arrastrar por los gestos ambiguos de Emmett. Si quería algo real, necesitaba más que esos impulsos pasajeros. Necesitaba claridad.

Decidido, tomó su teléfono y escribió un mensaje rápido a Evan: "Lo puse en marcha y resultó mejor de lo que esperaba. Aunque creo que te has ganado una golpiza", añadió lo último con una ligera culpa.

Era un riesgo, pero estaba dispuesto a tomarlo. Se giró en la cama con una sensación de felicidad. Anteriormente, había leído sobre esas extrañas "mariposas en el estómago" cuando alguien estaba enamorado, y aunque al principio lo consideraba una tontería, ahora estaba seguro de que esas mariposas estaban revoloteando dentro de él.

El sonido de su teléfono lo interrumpió y miró la pantalla. Era Evan quien lo llamaba.

—¿Qué se supone que haga si realmente me golpea? Y, aunque dijiste que fingiera salir con alguien, jamás mencionaste que ese alguien sería yo. —Se apresuró a decir con una voz un poco miedosa.

—Lo siento, es que ni siquiera me dejó explicarle bien. Solo mencioné tu nombre y se enojó.

—Ansel, yo no sé pelear. ¿Y si realmente me golpea? Además, no quiero que piense que soy yo el interesado en ti. Ya hasta encontré a alguien para eso.

—No te va a golpear, tranquilo —aunque trataba de tranquilizarlo, en realidad no estaba seguro de si Emmett no lo haría—. Pero dejando eso de lado, cuéntame sobre el tipo que estará interesado en mí.

—Es un amigo. Le conté sobre esto y dijo que sería divertido, así que va a ayudarnos.

—Eso suena perfecto. Evan, mañana te llevaré a conocer a mis amigos. Tráelo y discutiremos los detalles.

—De acuerdo. Nos vemos mañana, entonces.

Al colgar, Ansel se sentía aún mejor. Aunque no le entusiasmaba molestar a Emmett de esa manera, después de ver su reacción, no podía evitar preguntarse cómo sería si lo presionara aún más.

El sonido de un golpe en la ventana lo despertó de repente. Miró el reloj: eran las dos de la madrugada. Se incorporó en la cama, pensando que el viento debía estar haciendo que la rama de un árbol cercano golpeara el vidrio. Sin embargo, los golpes eran constantes, como si alguien estuviera afuera. Se levantó con cautela y tomó el bate de béisbol que guardaba en una esquina. Con mucho cuidado y en silencio, se acercó a la ventana.

Al abrir la cortina, Ansel no pudo evitar el asombro al ver a Emmett aferrado a los marcos de su ventana. Rápidamente, abrió el vidrio para que su amigo pudiera entrar.

—¿Qué demonios haces aquí? —preguntó Ansel en un susurro, incrédulo—. ¿Y cómo rayos subiste hasta acá?

Miró hacia abajo, el suelo estaba al menos a tres metros de altura.

—Me trepé por el árbol —respondió Emmett, inspeccionando sus brazos para asegurarse de no haber sufrido ningún rasguño—. Te tengo una sorpresa.

—¿No podía esperar hasta mañana? O, mejor aún, ¿no pudiste mandarme un mensaje antes? —Ansel dejó el bate que había tomado por precaución a un lado y se sentó en la cama. Emmett lo siguió, acomodándose a su lado.

—Estaba molesto contigo, pero no puedo seguir así... te extraño —dijo Emmett, con un susurro cargado de sinceridad. Sus palabras hicieron que Ansel sintiera de nuevo ese inconfundible aleteo en su estómago. Sin previo aviso, Emmett lo rodeó con sus brazos, abrazándolo por la cintura y apoyando su mentón en el hombro de Ansel—. No me gusta estar enojado contigo, An. Además, esta sorpresa no podía esperar.

Ansel rodó los ojos, pero una sonrisa afectuosa asomó en su rostro.

—Está bien, ¿qué es lo que no puede esperar?

—Ven, te lo mostraré.

Ambos salieron de la habitación en silencio, moviéndose con cautela por el pasillo. Bajaron las escaleras hasta la cocina, para luego salir por la puerta trasera. Una vez afuera, Emmett cubrió los ojos de Ansel con sus manos.

—Confía en mí, yo te guiaré —le susurró al oído.

Ansel asintió y dejó que Emmett lo condujera hasta el jardín delantero. Cuando finalmente le descubrió los ojos, Ansel abrió lentamente los párpados y se encontró con un automóvil, el mismo Camaro negro que siempre había sido el sueño de Emmett. Parpadeó, incrédulo, y volvió la mirada hacia su amigo, buscando una explicación.

—Sí, es mío —dijo Emmett, con una sonrisa triunfante —. Hace un mes había ahorrado casi la mitad, y mi padre puso una parte, mi madre la otra. Ayer me dijeron que, ya que estoy por cumplir la mayoría de edad, era momento de tener mi propio coche.

Antes de que Ansel pudiera procesar la noticia, Emmett lo tomó de la mano y lo llevó hacia el auto. Abrió la puerta del copiloto y le hizo señas para que subiera en la parte de atrás. Ansel se acomodó en el asiento y no pudo evitar hacer un comentario divertido.

—Vaya, son realmente cómodos —bromeó, moviéndose un poco en el asiento.

Emmett soltó una risa.

—Vamos a estrenarlo —dijo, mientras levantaba una ceja, intrigado. Ansel estaba algo confundido; después de todo, Emmett aún no tenía permiso de conducir, y él tampoco sabía cómo manejar.

—Ven aquí —murmuró Emmett, con una voz más grave de lo habitual.

Sin previo aviso, lo tomó por la cintura y lo recostó en el asiento. El espacio reducido del automóvil los obligaba a estar demasiado juntos. Emmett se acomodó entre las piernas de Ansel, y en ese instante, la intimidad de la situación se hizo evidente. Ansel, nervioso, envolvió instintivamente sus piernas alrededor de la cintura de Emmett, tratando de acomodarse en el estrecho espacio. El simple pensamiento de lo que parecía estar a punto de suceder hizo que su rostro se sonrojara por completo.

—An, no quiero que nadie más vea esta parte de ti —susurró Emmett, con un tono posesivo—. No quiero que nadie sepa lo lindo que te ves cuando te sonrojas.

Ansel intentó decir algo, pero sus palabras fueron silenciadas por un beso intenso y lleno de deseo. Emmett lo besaba con una pasión desbordante, sus manos explorando bajo la delgada tela de la pijama de Ansel. La piel de Ansel temblaba bajo el tacto de su amigo, y su mente se nublaba con cada caricia. Era como si todas sus emociones se hubieran desbordado en ese momento.

Las pestañas de Ansel temblaban y su cuerpo se sentía pesado bajo el control de Emmett, quien continuaba acariciándolo, una mano descansando sobre su pecho, mientras la otra se deslizaba por su pierna. Ansel llevó sus manos al cuello de Emmett, aferrándose a él mientras se dejaba llevar por el torbellino de sensaciones que lo envolvían.

Cada pregunta, cada duda, desapareció en un instante. Emmett dejó sus labios y comenzó a besar su cuello con una delicadeza sorprendente. Ansel, en un acto instintivo, inclinó la cabeza para darle más espacio, gimiendo suavemente cuando sintió los dientes de Emmett en su mandíbula. Apretó sus manos y sus piernas cuando su piel fue succionada con fuerza. Justo cuando pensaba que había terminado, Emmett se inclinó hacia el otro lado de su cuello y repitió el gesto.

—An... eres mi mejor amigo, te quiero. Eres mío, y siempre lo serás —dijo Emmett, su voz baja y grave, casi una advertencia—. Si esto no es suficiente para alejar a ese idiota, tendré que golpearlo de verdad.

Ansel asintió débilmente, aún perdido en la tormenta de emociones que Emmett había desencadenado con su comportamiento posesivo. No entendía del todo lo que su amigo estaba diciendo, pero tampoco le importaba. Estaba completamente entregado a los sentimientos que lo inundaban, su mente y su cuerpo enredados en un torbellino de deseo y confusión.

1
Agustina Marquez
Excelente
Maria Rosalinda Cepeda Cruz
MUY BELLA HISTORIA,LA AME DE PRINCIPIO A FIN
Lau Méndez
creo que emmet es demasiado posesivo
Lau Méndez
Excelente
Rosa Durango
exelente,muy bonita historia, felicidades por tan excelente trabajo un poco dolorosa. pero buen desenlace me gustó mucho y sobretodo no necesito tanto contenido sexual
Melancolik
Ay Emmet, ojalá no la cages 🥺
Rosa Montecino
Bueno
Kira Valenzuela
Excelente
Geraldine Vdz
👍
Merleyis Calamita
Excelente
Margarita 12345 Gongora
Muchas felicidades, tu novela estuvo fenomenal. GRACIAS
Yendi Jaramillo Avila
Excelente
Yendi Jaramillo Avila
Yo creo que tanto está idializando besar a la muchacha que cuando lo haga va estar comparándola con su amigo
Liz mary
Me encantó 🤩🤩🤩🤩
Liz mary
Me hizo llorar qué se pudra Edgar en prisión se lo merece
Lilian Granados
Malo
Lilian Granados
Muy malo
fersitap😴
te quedo bn vergas🫦, eres una persona sumamente creativa neta, es increíble como me quede enganchada desde el primer capitulo, expresas increíblemente bien las emociones, tanto así que me hizo sufrir por algunos momentos jsjssjjs, te quedo bien hermosa😭
fersitap😴
te mamaste, ya llore😞
Ofelia Juarez
Ojalá todo salga bien ya que no sabemos asta donde allá yegado con ese rufián
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play