irem conoce a un misterioso hombre con el cual comienza a hablar a escondidas de sus padres
¿su familia podrá aceptar una relación con aquel hombre ? ¿ siendo el 6 años mayor que ella ?
Qué hará irem al saber la verdadera identidad de aquel hombre misterioso.
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Lombardi motors
Adriana, una clienta de Lombardi Motors, llegó al concesionario en busca de un coche de lujo. Enzo, el dueño, la atendió personalmente. Adriana se sintió atraída por la simpatía y profesionalismo de Enzo.
Mientras discutían sobre el coche, Adriana comenzó a flirtear con Enzo, tocándole el brazo y sonriendo. Enzo se sintió incómodo, pero intentó mantener la profesionalidad.
"¿Estás casado?", preguntó Adriana, mirándolo con intención.
Enzo se sintió molesto. "Sí, estoy casado", dijo, intentando cambiar de tema.
Pero Adriana no se rindió. Le pidió su número de teléfono para "discutir sobre el coche" y Enzo se sintió obligado a darle su tarjeta de negocio.
Cuando Irem se enteró, se sintió celosa. "¿Quién es Adriana?", preguntó.
Enzo se explicó, pero Irem se preocupó. "No quiero que te metas en problemas", dijo.
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Enzo la tranquilizó. "No hay nada que preocuparse, mi amor. Solo es una clienta", dijo.
Pero Adriana no se detuvo. Comenzó a llamar a Enzo y a enviarle mensajes, intentando conquistarlo.
Un día, Adriana llegó al concesionario con una sorpresa: un regalo para Enzo.
"¿Qué es esto?", preguntó Enzo, sorprendido.
"Un pequeño detalle para ti", dijo Adriana, sonriendo.
al medio día,Irem llegó al concesionario de Enzo y se encontró con Adriana, que estaba hablando con su esposo. Irem se sintió incómoda y decidió intervenir.
"¿Qué pasa aquí?", preguntó Irem, mirando a Adriana.
Adriana sonrió. "Solo estaba hablando con Enzo sobre un coche", dijo.
Irem se acercó a Enzo. "¿Qué está pasando?", preguntó.
Enzo se sintió incómodo. "Nada, mi amor. Solo es una clienta", dijo.
Pero Irem no se creyó. "No te creo", dijo, mirando a Adriana. "¿Qué quieres de mi esposo?"
Adriana se rió. "Nada que no sea legítimo", dijo. "Solo quiero un coche y la atención de Enzo".
Irem se enfureció. "No te atreves a insinuar eso", dijo. "Enzo es mi esposo y no te pertenece".
Adriana se levantó. "No necesito permiso para hablar con él", dijo. "Y no te preocupes, Irem. Enzo es un hombre atractivo y pronto se dará cuenta de que merece alguien mejor que tú".
Irem se sintió ofendida y se enfrentó a Adriana. "¿Cómo te atreves?", dijo. "No sabes nada sobre nosotros".
Enzo intervino. "Basta", dijo. "No necesitamos esto. Adriana, por favor, retirate".
Adriana sonrió y se fue, pero no antes de lanzar una mirada desafiante a Irem.
unos minutos después del enfrentamiento con Adriana, Irem se sintió insegura y enfadada con Enzo. Sentía que él no había hecho lo suficiente para detener los avances de Adriana.
"¿Por qué no le dijiste que no?", preguntó Irem, enfadada.
Enzo se defendió. "Le dije que no estaba interesado, pero no quería ser descortés", dijo.
Irem se sintió frustrada. "No es suficiente", dijo.
Irem se sintió cada vez más enojada y frustrada con Enzo. Sentía que él no la entendía y no estaba dispuesto a hacer nada para solucionar el problema.
"Esto es insostenible", dijo Irem, llorando. "No puedo seguir así."
Enzo intentó calmarla, pero
Irem se fue de la empresa sin decir una palabra, dejando a Enzo hablando solo y sintiéndose confundido.
"¿Irem? ¿Irem, espera!", gritó Enzo, pero ella ya había salido.
Enzo se sintió desesperado y decidió ir a su casa para hablar con ella.
Al llegar, encontró que Irem ya estaba empacando sus cosas.
"¿Qué estás haciendo?", preguntó Enzo, sorprendido.
Irem no respondió. Siguió empacando en silencio.
Enzo se sintió alarmado. "Irem, por favor, háblame. ¿Qué pasa?"
Irem finalmente habló, pero su voz estaba llena de ira y tristeza.
"Estoy dejando todo. nuestra relación, todo".
Enzo se sintió devastado. "No, Irem. No puedes irte. Te amo".
Irem se detuvo y lo miró con lágrimas en los ojos.
"Necesito respeto y confianza. Y tú no me has dado eso".
Enzo se sintió desesperado. "Irem, por favor. No te vayas. Podemos arreglar esto".
Pero Irem ya había tomado la decisión. Cerró la maleta y se fue, dejando a Enzo solo y destrozado.
Enzo se sintió devastado después de la partida de Irem. No solo había perdido a la mujer que amaba, sino que también se preocupaba por la bebé que Irem llevaba en su vientre.
"¿Qué va a pasar con nuestro bebé?", se preguntaba Enzo, angustiado.
Enzo intentó llamar a Irem, pero ella no respondió. Envió mensajes, pero no obtuvo respuesta.
Se sintió desesperado y decidió ir a buscarla. Fue a su casa, pero no estaba allí. Preguntó a sus amigos y familiares, pero nadie sabía dónde estaba.
La preocupación de Enzo creció. "¿Qué va a pasar con Irem y nuestro bebé?", se preguntaba.
Finalmente, después de horas de búsqueda, Enzo recibió un mensaje de Irem.
"Estoy bien", decía el mensaje. "No te preocupes por mí ni por el bebé. Estamos bien".
Enzo se sintió aliviado, pero también se sintió triste. "¿Por qué no quieres que me preocupe por ti?", se preguntaba.
Decidió responder al mensaje.
"Por favor, Irem. Habla conmigo. Quiero saber que estás bien. Quiero cuidar de ti y de nuestro bebé".
Irem recibió el mensaje de Enzo y se sintió confundida. ¿Cómo podía decir que siempre le había dado su lugar si no había hecho nada para detener los avances de Adriana?
"¿Tú lugar?", respondió Irem. "¿Qué lugar? ¿El de ser ignorada y despreciada mientras Adriana te hace ojos dulces?"
Enzo se sintió herido por la respuesta de Irem. "No es así", escribió. "Yo nunca te he ignorado ni despreciado. Adriana es solo una clienta, nada más".
Irem se rió al leer el mensaje. "Una clienta que te hace regalos y te llama a todas horas", respondió. "No soy tonta, Enzo. Sé lo que pasa".
Enzo se sintió frustrado. "Irem, por favor. No te dejes llevar por los celos. Te amo a ti, no a Adriana".
Irem se detuvo un momento antes de responder. "Los celos no son el problema", escribió. "El problema es que no confío en ti. No confío en que puedas mantenerme a salvo de mujeres como Adriana".
Enzo se sintió desesperado. "Irem, por favor. Confía en mí. Haré cualquier cosa para recuperar tu confianza".
"Mujeres como Adriana van a ver muchas, pero yo solo te amo a ti, Irem. También a ti te sobran pretendientes, aún estando embarazada, y yo no ando haciendo un problema solo por eso."
Irem se sintió conmovida por las palabras de Enzo. Nadie había sido tan sincero y honesto con ella antes.
"Enzo", respondió, "tu sinceridad me conmueve. Pero no es solo Adriana. Es la forma en que reaccionaste. No la detuviste cuando debías. No me hiciste sentir segura".
Enzo se sintió arrepentido. "Lo siento, Irem. Me equivoqué. No volverá a pasar".
Irem reflexionó un momento antes de responder. "No es solo tu error, Enzo. Es mi inseguridad. Me siento insegura porque estoy embarazada y no sé si aún te gusto".
Enzo se sintió horrorizado. "¿Cómo puedes dudar de eso?", respondió. "Eres más hermosa que nunca. El embarazo te ha dado una belleza aún mayor".
Irem sonrió, sintiendo una oleada de amor hacia Enzo. "Gracias, Enzo. Significa mucho para mí escuchar eso".
Enzo continuó. "Y respecto a los pretendientes, no me importa. No los veo. Solo te veo a ti. Solo te amo a ti".
Irem se sintió conmovida por la declaración de Enzo. Comenzó a creer que quizás había sido demasiado dura con él.