La ciudad despierta alarmada y aterrada con un horrendo triple crimen y Fiorella descubre, con espanto, que es una mujer lobo, pensándose, entonces en un ser cruel y sanguinario, lo que la sume en desesperación y pavor. Empieza, por ende, su agonía, imaginándose una alimaña maligna y quizás la única de su especie en el mundo. Fiorella es acosada por la policía y cazadores de lobos que intentan dar con ella, iniciándose toda de suerte de peripecias, con muchas dosis de acción y suspenso. Ella se enamora, perdidamente, de un humano, un periodista que tiene la misión de su canal de noticias en dar con la mujer lobo, sin imaginar que es la muchacha a quien ama, también, con locura y vehemencia. Fiorella ya había tenido anteriores decepciones con otros hombres, debido a que es una fiera y no puede controlar la furia que lleva adentro, provocándoles graves heridas. Con la aparición de otras mujeres lobo, Fiorella intentará salvar su vida caótica llena de peligros y no solo evadir a los cazadores sino evitar ser asesinada. Romance, acción, peligros, suspenso y mucha intriga se suceden en esta apasionante novela, "Mujer lobo" que acaparará la atención de los lectores. Una novela audaz, intrépida, muy real, donde se conjuga, amor, mucho romance, decepción, miedo, asesinatos, crímenes y mafias para que el lector se mantenga en vilo de principio a fin, sin perder detalle alguno.
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Capítulo 13
Esa mañana desayuné un lomo al jugo. Compré cuatro panes y me hice café con leche. Había dormido muy bien y me sentía radiante. El vendedor en la panadería lo notó. -Hoy estás muy contenta, Fiorella-, me dijo haciendo brillar sus ojitos. El chico me gustaba. Era muy dulce y tierno conmigo..
Era verdad. Me sentía súper sexy y sensual. Llevaba una minifalda jean, blusa verde manga corta y botines vaqueros. Mis pelos los tenía alborotados y los muchachos me miraban deleitándose con mis caderas cimbreándose como palmeras en medio de una gran tormenta.
Después de mi delicioso desayuno, prendí el televisor para escuchar las noticias del día mientras hacía mis tareas de la universidad. -El horrendo crimen ocurrido en las lomas, ha convulsionado al país. Tres hombres fueron destrozados a dentelladas por lo que debió ser un animal enorme, fuerte y con garras y colmillos enormes-, decía un periodista.
-Las imágenes que van a ver son dantescas, podrían lastimar sus emociones-, insistió.
No prestaba atención, en realidad no me interesaba lo que estaba hablando, cuando escuché, de repente, a los otros vecinos de la casa soltar un largo oooohhh de espanto. Entonces alcé mi naricita y miré la televisión. Mostraban los cuerpos de los sujetos hechos trozos, en enormes charcos de sangre, cientos de pellejos, sesos y tripas esparcidos por todo sitio y las caras arranchadas a mordiscos. Desorbité los ojos y tapé mi boca con las manos. Empalidecí por completo.
-Vi un animal muy grande corriendo por las calles, parecía un bisonte, lleno de pelos con las garras gigantes, decía un vecino entrevistado por los reporteros, escuché los gritos atroces y salí a ver qué es lo que pasaba, todo estaba muy oscuro, pero de pronto emergió esa enorme y monstruosa figura corriendo, saltando, moviéndose con mucha velocidad-
Se me cayó la quijada y sentí helarse mi sangre. Por instinto vi mis uñas, pero no había ningún rasgo de sangre ni nada. Corrí al baño y me puse a ver mis dientes, les pasé el cepillo, incluso, pero no había nada, ningún rastro de violencia.
-Hay un animal muy peligroso merodeando las calles de Lima, anunció entonces el periodista, la policía rastrilla la zona, busca huellas y la orden es matar a esa bestia que ha sembrado el caos y el pánico en esta parte de la ciudad-
Me aterré. Mi corazón empezó a bombear de prisa y temblaba como una criatura. Grité espantada cuando sonó mi móvil. Era Fanny.
-¿Escuchaste las noticias? Esa bestia mató a tres hombres grandes a dentelladas, debe ser un monstruo horrible-, estaba ella muy asustada.
-Sí, le dije, fue bastante feo-
-Los tipos muertos eran delincuentes, atacaban mujeres para robarles-, me detalló ella. Leía las informaciones colgadas en los portales de su ordenador.
-No, no lo sabía-, estrujé mi boca desconcertada.
-La policía tiene orden de matar a la bestia, están recomendando que no salgan por parajes desolados y que avisen de inmediato si ven algo parecido a un bisonte o un toro con garras y colmillos, quizás podría ser un alien venido de otro mundo como en las películas-, continuaba ella poniéndome al tanto de las informaciones.
Ya no me sentía ni sexy ni sensual ni quería lanzar mis pelos al aire o creerme una diva de Hollywood. No conocía las lomas, nunca había estado por allí, sin embargo pensaba que podría haber sido yo la asesina y eso me hacía temblar de miedo. La idea de ser cazada comenzó a reventar como truenos dentro de mi cráneo, machacando mis pobres sesos.
