Amor Entre Enemigos

Eriks Ivanova

Me demoré una par de horas en llegar al club, ya que Amelia insistió en que saliéramos a cenar estuve un rato con ellos luego salí directamente hacia en club que estaba lleno de gente, es uno de los club donde tengo vía libre así que los guardias no dudan en dejarme pasar, me quedo un momento en la entrada tratando de ubicar a la pelirroja miro hacia la zona vip pero no está allí sigo observando y no logro ubicarla hasta que veo como todos ponen su atención en el centro de la pista.

Hay esta ella, con las misma chicas que la acompañaban en el centro comercial, las mujeres están bailando de una forma muy sensual pero mi atención cae en la pelirroja que se está robando toda la atención, baila como toda profesional moviendo sus caderas al ritmo de la música y viéndola bailar así es una tortura para mi miembro, ella se detiene cuando nota mi presencia camino hacia ella y ahora la atención de todos está puesta en mi abriéndome el paso para llegar hasta donde ella está, me paro a centímetros de ella, notando la gran diferencia de estatura cuando tiene que alzar el rostro para poder mirarme a los ojos la veo sonrojarse y es lo que más me exita, la tomo de la mano saliendo con ella del club estando afuera le digo que suba a la camioneta duda unos segundos pero accede estando adentro le digo a Javier que se dirija al penthouse, tengo mucho tiempo sin ir a ese lugar y es la primera vez que llevo a una mujer allá aparte de mi hermana.

Que te pasa — le digo cuando veo lo nerviosa que está — no me digas que te pongo nerviosa

Pues te digo que si — es sincera — además de que eres mi enemigo y estoy desprotegida.

Le dedico una sonrisa de medio lado, le hago una seña a Javier y este sube la ventanilla para darnos privacidad, paso mi brazo por su espalda agarrándola por la cintura con un leve jalón la abro de piernas sentándola en mi regazo.

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Flor Rojas

Estoy tan nerviosa, estoy en el auto de mi enemigo sin ningún tipo de seguridad, olvidé mi cartera en club donde tenía mi arma ahora no tengo nada con que defenderme (Dios mío, creo que de verdad perdí la cabeza) veo que le hace una seña a su guardaespaldas y este cierra la ventanilla dándonos privacidad, de un momento a otro pasa su brazo por mi espalda agarrandome la cintura y con un leve jalón me abre de piernas sentándome en su regazo, o yo no peso nada o él tiene mucha fuerza.

Que...qué haces — digo nerviosa.

No dice nada solo me mira, pasa sus manos acariciando mi cuerpo sobre la tela del vestido.

Tengo un trato para ti — me dice, mientras va dejando besos por mis brazos.

Qué tipo de trato — digo, sintiendo su aliento en mi piel.

Sabes a qué tipo de trato me refiero — dice besando mi cuello — no tendremos ningún compromiso el uno con el otro, solo nos dedicaremos a darnos placer y a disfrutar el momento, tampoco sentimientos de por medio.

Sigue besando mi cuello mientras sus manos apretando y acarician mis pechos.

¿Que dices? Nena — pregunta parando el beso

Lo miro a los ojos si saber qué responder, y en cómo le dire que soy virgen de solo pensarlo me da demasiada vergüenza no por ser virgen si no por imaginarme su reacción.

¿Por qué no puede haber sentimientos de por medio? — preguntó.

Llegamos señor — dice el guardaespaldas

Me bajo de su regazo saliendo de la camioneta seguido de él, nos adentramos al edificio pone su huella en el ascensor, (este edificio tiene más seguridad que en donde vivo) llegamos a su piso y hace lo mismo para entrar al penthouse y Wuao quedó impresionada con lo lujoso y grande que es, estoy acostumbrada a los lujos pero este departamento me dejó sin palabras, es muy acorde a su estilo.

Entramos y él se digiere a la zona del mini bar me acerco sentándome en los banquillos que están en la barra mientra él está sirviendo dos copas de chámpagne.

Me vas a responder lo que te pregunte o no —digo acabando con el silencio